AFP:
España e Italia seguían este miércoles bajo la presión de los mercados, agudizando la crisis en la eurozona, que se enfrenta a un desafío cada vez mayor para evitar el hundimiento de la unión monetaria por la peligrosa combinación de una elevada deuda y un crecimiento anémico.
El ministro de Economía italiano, Giulio Tremonti, viajó a Luxemburgo para entrevistarse con el jefe del Eurogrupo (ministros de Economía de la zona euro), Jean-Claude Juncker, en una reunión destinada a enviar un mensaje de calma a los mercados.
"Hemos mantenido una larga conversación sobre todos los problemas a los que se enfrenta la zona euro. Continuaremos nuestra reflexión en calma", dijo Juncker, también primer ministro de Luxemburgo. "Fue una conversación larga y fructífera", dijo por su parte Tremonti, sin dar más detalles sobre el contenido de la reunión, que duró casi dos horas.
Éstos, sin embargo, empezaron la jornada con bajadas generalizadas en Europa: Londres, Fráncfort, París, Madrid y Milán se hallaban en números rojos, con caídas de hasta el 2,5% en el caso del principal índice italiano.
Las primas de riesgo de Italia y España, es decir, el interés exigido a sus bonos frente a los alemanes, marcaron el miércoles nuevos récords, a niveles difícilmente sostenibles. En este contexto, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, tiene previsto comparecer el miércoles en el parlamento y no se descarta que anuncie nuevas medidas para potenciar el crecimiento de la tercera economía de la zona euro.
También el jefe de Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que el martes aplazó unas horas el inicio de sus vacaciones estivales por la crisis, convocó a una reunión de urgencia este miércoles por la tarde a la vicepresidenta y ministra de Economía, Elena Salgado.
El objetivo será "analizar los últimos movimientos de los mercados financieros", según un comunicado del Gobierno. Pese a ello, la Comisión Europea afirmó el martes que no hay ningún plan de rescate sobre la mesa para los países acorralados ahora por los mercados, pocos días después de una cumbre de urgencia para redoblar la ayuda a Grecia.
En poco más de un año, tres países de la eurozona, Grecia, Irlanda y Portugal, requirieron la ayuda de sus socios europeos y del Fondo Monetario Internacional para evitar la bancarrota. No obstante, el peligro que supone un eventual hundimiento de España o Italia es incomparable: la economía italiana, sobre todo, es dos veces mayor que los tres países rescatados hasta ahora, por lo que su bancarrota podría poner en jaque al conjunto de la zona euro, integrada por 17 de los 27 países de la UE.
El coste de un salvavidas para Roma y Madrid sería además superior a los fondos disponibles en el mecanismo de rescate creado en 2010 por la eurozona y dotado inicialmente de 750.000 millones de euros, según los expertos. Pese a un severo plan de austeridad adoptado a mediados de julio, Roma sigue inquietando en los mercados, debido a su elevada deuda soberana, equivalente al 120% de su Producto Interior Bruto (PIB) y de un crecimiento frágil.
La situación en España también es muy delicada: la agencia de calificación Moody's amenazó el viernes con bajar la nota Aa2 de su deuda, advirtiendo de que el país sigue afectado por "una vulnerabilidad creciente a la tensión del mercado". La economía española se someterá el jueves a una nueva prueba de fuego, con la subasta de bonos de entre 2.500 y 3.500 millones de euros.
Paralelamente, el euro mantenía el miércoles el tipo frente al dólar, cotizando a 1,4270 dólares hacia las 9h GMT, debido a los temores de recesión que también pesan sobre la economía estadounidense. El miedo llevó a los inversores a volverse hacia los valores refugio y el oro marcó un nuevo récord el miércoles, a 1.668,50 dólares la onza.
Publicado desde Ubuntu 11.04 para Mac.
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