La crisis de deuda soberana europea lleva a España al borde del abismo

 - Cotizalia.com

El pánico que han provocado en los mercados los problemas de Grecia y de Irlanda ha puesto en serias dificultades al euro, a la banca y a algunos gobiernos, entre ellos el de España, que ha tenido que poner en marcha duras medidas de ajuste para tranquilizar a los inversores con el compromiso de reducir su déficit.

La crisis de deuda soberana en Europa ha sido una crisis de credibilidad y España se ha convertido en el foco de atención por la velocidad a la que ha aumentado su endeudamiento, así como por el tamaño de nuestra economía –representa el 10% del PIB de la eurozona-. Es demasiado grande para caer o para ser rescatado ('too big to fail'). Ante el brutal ataque de los mercados, el Gobierno se ha defendido diciendo, en numerosas ocasiones, que se trataba de movimientos especulativos sin base y que se frenarían en cuanto los mercados se dieran cuenta de las fortalezas de nuestra economía.

El presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, improvisó en primavera un severo plan de ajuste de 15.000 millones que provocó un fuerte malestar social. Después insistió en que no harían falta nuevas medidas, pero la realidad ha sido otra y en diciembre anunció nuevas acciones, como la privatización de Aena y de Loterías del Estado.

Grecia despierta los temores

El problema estaba ahí: con la crisis financiera los gobiernos pusieron en marcha planes de ayuda económica, el gasto se disparó y los ingresos cayeron, dañados por la restricción del crédito y el aumento del paro, lo que detrajo el consumo y la inversión. El miedo se generalizó en la primera mitad de este año, después de que en octubre de 2009 Giorgos Papandreu, diera a conocer que el anterior Gobierno griego había falsificado las cuentas públicas y que el endeudamiento del Estado era aún mayor de lo que se creía.

A partir de abril se empezó a hablar del rescate, que se produjo en mayo. El Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europa y el Banco Central Europeo concedieron 110.000 millones de euros a cambio de un severo programa de ajuste que generó una fuerte conflictividad social y cuyo objetivo era reducir el déficit del 13% al 3% en tres años. Además, la UE decidió crear un fondo de rescate de 750.000 millones (de los cuales el FMI aportó 250.000) y que en diciembre ha derivado en la puesta en marcha de un fondo estable para ayudar a los países en dificultades financieras.

Las dudas se tradujeron, en el caso de España, en que la prima de riesgo se disparó por encima de 220 puntos básicos, máximos de noviembre de 1996. Además, los bancos de los países periféricos fueron duramente castigados por la cantidad de deuda que acumulan en sus balances. Los test de estrés a la banca relajaron algo las tensiones en los mercados, pero por poco tiempo.

La banca irlandesa vuelve a traer al fantasma de la deuda

Tras el verano los problemas de los bancos irlandeses desataron de nuevo el miedo. El coste que tendría para Dublín mantener a flote a las entidades con problemas, Allied Irish Bank y Bank of Ireland, iba a generar un importante agujero en las arcas del Estado (50.000 millones). Las entidades irlandesas habían aprobado en julio las pruebas de solvencia, lo que ponía en cuestión la fiabilidad de los test y la banca volvió a temblar.

En España, Santander comenzó el año por encima de los 11 euros y ha perdido más de un 27% de su valor desde entonces, marcando mínimos anuales en 7,26 euros en junio y 7,3 euros el 30 de noviembre, niveles de mayo de 2009. Por su parte, BBVA ha caído un 35% desde los máximos de enero, cuando superó los 12,6 euros y cayó hasta 7,11 euros el 8 de junio y hasta 0,07 a finales del mes pasado.

Volvió a hablarse de un rescate y a especularse sobre qué país sería el siguiente el caer. Finalmente, Irlanda aceptó la ayuda.

La prima de riesgo de España, en máximos desde 1996

El pasado 30 de noviembre la brecha entre el bono y el 'bund' superó los 280 puntos básicos, su nivel más alto desde septiembre de 1996. Este año, la prima de riesgo de España se ha incrementado un 337% y el rendimiento del bono español a diez años cerrará el año por encima del 5%. Las emisiones del Tesoro han ido encareciéndose y en diciembre España pagó el mayor interés desde 1997 por colocar 2.500 millones de euros en obligaciones, una cifra inferior al máximo previsto.

La "vulnerabilidad por las necesidades de refinanciación que tiene para 2011" nuestro país son una de las razones que dio Moody's hace unos días para poner en revisión para una posible rebaja el rating de España, desde 'Aa1'. El pasado 30 de septiembre Moody's bajó la calificación de España desde la triple 'A' hasta 'Aa1'. Se unía así a Fitch y a Standard & Poor's, que a finales de abril recortaron la nota de desde 'AAA' hasta 'AA+' y desde 'AA+' hasta 'AA', respectivamente.

Moody's considera que España puede sufrir un "potencial incremento de su ratio de deuda pública que podría implicar que el coste de la recapitalización de los bancos podría ser mayor de lo que se esperaba", bien para poder afrontar el deterioro de activos más altos de lo esperado, o para mantener la confianza de los mercados mayoristas.

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