Las compañías que participarán en el desarrollo del bloque Carabobo de la faja petrolífera del Orinoco confían en su buena relación con el presidente Hugo Chávez y su experiencia en Venezuela para mitigar los riesgos de hacer negocios en el país, consideraron analistas.
La estadounidense Chevron y la española Repsol resaltan entre un coro de empresas de India, Malasia y Japón que se adjudicaron el miércoles los proyectos Carabobo 1 y 3, cada uno con una producción potencial de entre 400.000 y 480.000 barriles diarios de crudo e inversiones por 30.000 millones de dólares.
"Chevron siempre ha recibido tratamiento especial, porque siempre ha apoyado las decisiones del gobierno y ha colaborado en los cambios de políticas que han ocurrido en materia petrolera. No es de extrañar que sea la única empresa norteamericana", señaló a la AFP el analista Alberto Quirós.
Como gesto de ese tratamiento, Chávez saludó como "amigo" al presidente de Chevron para América Latina y África, Alí Moshiri, y le pidió ayuda en "mejorar las relaciones y la situación con el gobierno de (Barack) Obama", al que instó a dejar de lado los "señalamientos injustos y mentiras".
A mediados de 2007, la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) tomó control de al menos 60% de cuatro empresas mixtas compuestas con firmas trasnacionales que explotaban bloques en la Faja, una rica reserva de crudo pesado y extrapesado de 55.314 km2 ubicada al oriente de Venezuela, donde reposarían unos 235.000 millones de barriles.
La medida provocó la salida del país de las estadounidenses Exxon y Conoco Philips, pero Chevron y otras aceptaron las nuevas condiciones.
Por su parte "Repsol tiene su buena historia de colaboración con el gobierno" venezolano, con el que ha firmado varios acuerdos para la explotación de gas y petróleo, agregó Quirós.
En lo que fue la primera prueba abierta sobre las intenciones de empresas extranjeras de invertir en Venezuela tras las nacionalizaciones, Caracas sólo recibió dos ofertas para desarrollar Carabobo a pesar del interés inicial demostrado por unas veinte empresas.
Desde 2007 Chávez también ha avanzado en la nacionalización de otros sectores de la industria petrolera, bajo su política de "construcción del socialismo" y "liberación del capitalismo".
Sin embargo, los analistas consideran que más allá de la política venezolana, es el panorama de estancamiento de la demanda petrolera mundial y la caída de los precios lo que "no es muy excitante para el capital internacional".
Dentro de ese marco, algunas empresas desestimaron la oferta fiscal de los proyectos, que contempla el pago de 50% de impuesto sobre la renta y 30% de regalías, aunque PDVSA accedió a reducirlo a 20% si la inversión no se recupera a los siete años del inicio de la producción de crudo.
Según el analista petrolero Rafael Quiroz, "las empresas petroleras oyen los discursos de Chávez, pero lo que analizan son las variables estructurales y se preguntan si habrá mayor consumo petrolero o no".
Pero las firmas que decidieron participar consideran que los riesgos de invertir en Venezuela lucen relativamente bajos frente a las alternativas actuales de desarrollo de crudo pesado en otras partes del mundo, donde son extremadamente complejas.
"El costo de este crudo, de producirlo y mejorarlo, es mínimo si lo comparo con el costo que se requiere para encontrar petróleo liviano, costa afuera, a más de 5.000 pies de profundidad en Brasil o el Golfo de México", dijo a la AFP el analista Mazhar Al Shereida.
Especialmente firmas como la india ONGC o las japoneas Mitsubishi e Inpex se interesan en Carabobo porque "quieren tener un suministro propio de petróleo, sea para consumo de esos países, para el resto de Asia, donde están las mayores tasas de crecimiento en demanda de petróleo, o el resto del mundo", señaló.
con referencia a: Ultimas Noticias | El País (ver en Google Sidewiki)
La estadounidense Chevron y la española Repsol resaltan entre un coro de empresas de India, Malasia y Japón que se adjudicaron el miércoles los proyectos Carabobo 1 y 3, cada uno con una producción potencial de entre 400.000 y 480.000 barriles diarios de crudo e inversiones por 30.000 millones de dólares.
"Chevron siempre ha recibido tratamiento especial, porque siempre ha apoyado las decisiones del gobierno y ha colaborado en los cambios de políticas que han ocurrido en materia petrolera. No es de extrañar que sea la única empresa norteamericana", señaló a la AFP el analista Alberto Quirós.
Como gesto de ese tratamiento, Chávez saludó como "amigo" al presidente de Chevron para América Latina y África, Alí Moshiri, y le pidió ayuda en "mejorar las relaciones y la situación con el gobierno de (Barack) Obama", al que instó a dejar de lado los "señalamientos injustos y mentiras".
A mediados de 2007, la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) tomó control de al menos 60% de cuatro empresas mixtas compuestas con firmas trasnacionales que explotaban bloques en la Faja, una rica reserva de crudo pesado y extrapesado de 55.314 km2 ubicada al oriente de Venezuela, donde reposarían unos 235.000 millones de barriles.
La medida provocó la salida del país de las estadounidenses Exxon y Conoco Philips, pero Chevron y otras aceptaron las nuevas condiciones.
Por su parte "Repsol tiene su buena historia de colaboración con el gobierno" venezolano, con el que ha firmado varios acuerdos para la explotación de gas y petróleo, agregó Quirós.
En lo que fue la primera prueba abierta sobre las intenciones de empresas extranjeras de invertir en Venezuela tras las nacionalizaciones, Caracas sólo recibió dos ofertas para desarrollar Carabobo a pesar del interés inicial demostrado por unas veinte empresas.
Desde 2007 Chávez también ha avanzado en la nacionalización de otros sectores de la industria petrolera, bajo su política de "construcción del socialismo" y "liberación del capitalismo".
Sin embargo, los analistas consideran que más allá de la política venezolana, es el panorama de estancamiento de la demanda petrolera mundial y la caída de los precios lo que "no es muy excitante para el capital internacional".
Dentro de ese marco, algunas empresas desestimaron la oferta fiscal de los proyectos, que contempla el pago de 50% de impuesto sobre la renta y 30% de regalías, aunque PDVSA accedió a reducirlo a 20% si la inversión no se recupera a los siete años del inicio de la producción de crudo.
Según el analista petrolero Rafael Quiroz, "las empresas petroleras oyen los discursos de Chávez, pero lo que analizan son las variables estructurales y se preguntan si habrá mayor consumo petrolero o no".
Pero las firmas que decidieron participar consideran que los riesgos de invertir en Venezuela lucen relativamente bajos frente a las alternativas actuales de desarrollo de crudo pesado en otras partes del mundo, donde son extremadamente complejas.
"El costo de este crudo, de producirlo y mejorarlo, es mínimo si lo comparo con el costo que se requiere para encontrar petróleo liviano, costa afuera, a más de 5.000 pies de profundidad en Brasil o el Golfo de México", dijo a la AFP el analista Mazhar Al Shereida.
Especialmente firmas como la india ONGC o las japoneas Mitsubishi e Inpex se interesan en Carabobo porque "quieren tener un suministro propio de petróleo, sea para consumo de esos países, para el resto de Asia, donde están las mayores tasas de crecimiento en demanda de petróleo, o el resto del mundo", señaló.
con referencia a: Ultimas Noticias | El País (ver en Google Sidewiki)
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