Caracas, 28 Ago. AVN.- El Gobierno sirio
presentó al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones
Unidas (ONU) pruebas que vinculan a los mercenarios, responsables de la
violencia en ese país árabe desde marzo de 2011, con el ataque químico
de hace una semana en Ghouta, en las afueras de Damasco.
El viceministro sirio de Asuntos Exteriores, Faisal Miqdad, informó que sostuvo conversaciones con funcionarios del organismo internacional, a quienes entregó documentos que prueban la autoría de los terroristas en los ataques, que dejaron cientos de personas muertas.
"Hemos entregado a Naciones Unidas todas las pruebas y documentos que muestran que fue la oposición, no el Estado, la que utilizó armas químicas", apuntó Miqdad en rueda de prensa.
Enfatizó que “el Gobierno sirio nunca usaría armas químicas contra su pueblo".
Siria presenta esta pruebas en momentos que Estados Unidos y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan) buscan promover un ataque armado contra Siria, al acusar al Gobierno del país árabe del uso de las armas químicas contra la población.
El pasado sábado, autoridades sirias informaron sobre el descubrimiento de un arsenal de armas químicas en unos túneles cerca de Damasco, que ocupaban terroristas.
De acuerdo con la información, divulgada por la televisora estatal siria, en los barriles que contenía las sustancias tóxicas podía leerse: "Fabricado en Arabia Saudita".
En el lugar también se encontraron antídotos para el tratamiento de intoxicaciones, productos fabricados por una empresa farmacéutica alemana-catarí.
Previamente, la prensa estatal siria divulgó dos llamadas telefónicas que dejaron en evidencia la implicación de las bandas terroristas en los ataques químicos que han acabado con la vida de cientos de personas, entre ellas mujeres y niños.
En la primera llamada interceptada, uno de los terroristas del llamado Batallón de los mártires de Biyada dice a su jefe, de nombre Adulbasit y de origen saudí, que necesitan dinero para comprar armas químicas, a fin de lanzar un ataque contra la localidad de Deir Balaba, ubicada en la provincia central de Homs.
El jefe saudí, que se encontraba en El Cairo, capital de Egipto, pidió mayor información sobre este grupo y preguntó por las vías para conseguir el dinero para el ataque. Asimismo, reiteró su apoyo a los terroristas ubicados en las periferias de Damasco y en la provincia sureña de Daraa, en Siria.
La otra llamada telefónica destapa la cooperación de dos grupos terroristas en el tráfico de dos envases de gas sarín desde el barrio de Barzeh, en Damasco.
El gas sarín es considerado un arma de destrucción masiva en la Resolución 687 de la ONU.
El viceministro sirio de Asuntos Exteriores, Faisal Miqdad, informó que sostuvo conversaciones con funcionarios del organismo internacional, a quienes entregó documentos que prueban la autoría de los terroristas en los ataques, que dejaron cientos de personas muertas.
"Hemos entregado a Naciones Unidas todas las pruebas y documentos que muestran que fue la oposición, no el Estado, la que utilizó armas químicas", apuntó Miqdad en rueda de prensa.
Enfatizó que “el Gobierno sirio nunca usaría armas químicas contra su pueblo".
Siria presenta esta pruebas en momentos que Estados Unidos y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan) buscan promover un ataque armado contra Siria, al acusar al Gobierno del país árabe del uso de las armas químicas contra la población.
El pasado sábado, autoridades sirias informaron sobre el descubrimiento de un arsenal de armas químicas en unos túneles cerca de Damasco, que ocupaban terroristas.
De acuerdo con la información, divulgada por la televisora estatal siria, en los barriles que contenía las sustancias tóxicas podía leerse: "Fabricado en Arabia Saudita".
En el lugar también se encontraron antídotos para el tratamiento de intoxicaciones, productos fabricados por una empresa farmacéutica alemana-catarí.
Previamente, la prensa estatal siria divulgó dos llamadas telefónicas que dejaron en evidencia la implicación de las bandas terroristas en los ataques químicos que han acabado con la vida de cientos de personas, entre ellas mujeres y niños.
En la primera llamada interceptada, uno de los terroristas del llamado Batallón de los mártires de Biyada dice a su jefe, de nombre Adulbasit y de origen saudí, que necesitan dinero para comprar armas químicas, a fin de lanzar un ataque contra la localidad de Deir Balaba, ubicada en la provincia central de Homs.
El jefe saudí, que se encontraba en El Cairo, capital de Egipto, pidió mayor información sobre este grupo y preguntó por las vías para conseguir el dinero para el ataque. Asimismo, reiteró su apoyo a los terroristas ubicados en las periferias de Damasco y en la provincia sureña de Daraa, en Siria.
La otra llamada telefónica destapa la cooperación de dos grupos terroristas en el tráfico de dos envases de gas sarín desde el barrio de Barzeh, en Damasco.
El gas sarín es considerado un arma de destrucción masiva en la Resolución 687 de la ONU.
AVN
28/08/2013 11:14
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