La línea de crédito de 100.000 millones europea para sanear la banca española no ha bastado. Apenas unos días después del histórico acuerdo, la prima de riesgo ha repuntado hasta máximos históricos, casi 550 puntos, y los mercados exigen una rentabilidad del 6,99% por el bono a 10 años.
El FMI cree que España dio el "paso adecuado" al pedir el rescate al Eurogrupo, pero advierte de que se "necesitan acciones integrales y urgentes" en la Eurozona. "Sería deseable fortalecer la gestión de crisis a través de una institución paneuropea, y celebramos los avances en este sentido en Europa", agregó Gerry Rice, portavoz del organismo internacional.
De momento, el camino hacia la unión bancaria ha empezado a propuesta de Bruselas y con el visto bueno de Alemania, mientras que el debate sobre los eurobonos ha progresado después de que Berlín ceda a cambio de una concesión de soberanía nacional a Bruselas. No obstante, todo ello necesitará tiempo porque habrá que reformar los tratados europeos.
Por su parte, Chipre ha pedido un rescate 'a la española' y el partido griego Syriza, uno de los favoritos en las elecciones de este domingo, advierte de que el trato a España abre nuevas perspectivas para el rescate del país. Asimismo, el primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho, abogó por extender a los demás países las "condiciones ventajosas" de la ayuda a España.
Soros, conocido como "el hombre que tumbó la libra", reveló en una conferencia en Italia hace unas semanas que fue la canciller alemana quien mostró las debilidades del euro a los mercados. "El primer paso fue dado por Alemania cuando, después de la bancarrota de Lehman Brothers en 2008, Angela Merkel declaró que la extensión de la protección virtual a otras entidades financieras debía venir de la actuación de cada país por separado, no por una Europa actuando conjuntamente".
En su opinión, el tratado de Maastricht "estableció una unión monetaria sin una unión política". Los países cedieron sus políticas monetarias y el Banco Central Europeo aceptaba todos los bonos soberanos con la misma garantía. Ahora están "como un país del Tercer Mundo fuertemente endeudado en una divisa que no controla".
Asimismo, el Nobel Joseph Stiglitz afirmó esta semana en una entrevista de EL MUNDO que el rescate "es un paliativo temporal" porque Europa "es hoy una casa a medio hacer". "Las medidas de integración como el Tesoro y los eurobonos no se están discutiendo de verdad", añadió.
Tiempo perdido
"Por desgracia, apenas se ha avanzado hasta ahora para hacer frente a estas deficiencias y los mercados están perdiendo cada vez más la paciencia y la confianza", añade Morgan Stanley, que apunta al breve impacto positivo que tuvo el rescate bancario de España como una prueba de esto."Una unión bancaria es una condición necesaria para una unión fiscal viable, que a su vez es requerida para una unión monetaria viable. Sin embargo una unión bancaria no puede sustituir a una unión fiscal -las dos son necesarias-", advierte el gigante financiero estadounidense.
Precisamente la canciller alemana, Angela Merkel, ha reclamado ante el Bundestag que el Banco Central Europeo tenga más poder de supervisión sobre los bancos de los países socios, pues ahora es "demasiado dependiente de los reguladores nacionales".
Los analistas de la entidad consideran necesario que Europa deje de aplicar medidas "paliativas" para resolver la crisis de deuda y ponga en marcha una solución "duradera" en la que el Banco Central Europeo pueda actuar como prestamista de último recurso.
En su informe 'Euro 2012: El final', Morgan Stanley explica que la unión monetaria necesita la fiscal para que los gobiernos solventes sean capaces de financiarse a sí mismos a tasas asequibles, mientras que la unión fiscal necesita la bancaria porque la mutualización de deuda implica la mutualización de pasivos contingentes derivados de los sistemas bancarios nacionales.
Al mismo tiempo, para prevenir el "riesgo moral", ve necesario establecer un único código normativo y un único regulador para todos los bancos de la unión monetaria, algo que también exige el que exista una moneda única y un mercado único de servicios bancarios.
Por su parte, tanto una unión bancaria como fiscal requieren que el Banco Central Europeo pueda actuar como prestamista de último recurso, porque tanto bancos como gobiernos tienen pasivos en una moneda que no imprimen ellos mismos, haciéndoles más vulnerables.
Precisamente el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha defendido "en las horas en las que se juega el destino de la Unión Europea" que la solución a corto plazo es que el BCE compre deuda de los países más acosados por los mercados mientras los Estados miembros dan un "paso de gigante" en su "integración política".
Fuente: | elmundo.es
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