Leyendas y mitos de las elecciones francesas

1981 fue el comienzo del sueño socialista. 1995, su fin y el inicio de una larga crisis en la izquierda francesa. En 2002 el inesperado auge del ultraderechista Jean-Marie Le Pen, que consiguió dejar fuera de juego en la segunda vuelta al candidato socialista Lionel Jospin, conmocionó las urnas, mientras que en 2007 Francia soñó con sentar a una mujer en el trono del Elíseo, aunque el anhelo se quedó en fantasía.

Grandes glorias, fracasos, sorpresas, remontadas y hasta desamores, en las últimas tres décadas las urnas han dejado poca indiferencia y muchas anécdotas en la memoria colectiva, desde la victoria de François Mitterrand en 1981 hasta la presente campaña.

1981: El reinado socialista

François Miterrand, en un mitin en 1988. | Archivo
François Miterrand, en un mitin en 1988. | Archivo
El mismo año que España vivía su fallido golpe de Estado, François Miterrand lograba acabar con su maleficio electoral y se imponía frente a su rival, Valery Giscard D’Estaing, convirtiéndose en el primer presidente socialista de la República gala.
Fue el principio del reinado socialista en Francia. En 1988, año en el que el político consiguió la reelección, la izquierda superó en votos a la derecha en la primera vuelta, como es el caso de las presentes elecciones. Con Mitterrand, la hegemonía izquierdista duró más de una década, hasta la victoria en 1995 de Jacques Chirac.

1995. La era Chirac

Jacques Chirac. | EL MUNDO
Jacques Chirac. | EL MUNDO
En 1995 las urnas demostraron que en cuestión de sufragio, no hay lógica electoral que valga. Ese año Jacques Chirac ganó al socialista Lionel Jospin en la segunda vuelta de los comicios a pesar de que en la primera ronda el socialista había quedado vencedor.
Tras tres intentos, el ex alcalde de París conseguía llevarse la victoria, eso sí, por un estrecho margen de votos. Jacques Chirac estuvo al mando del país hasta 2007. En 2002 renovó su segundo mandato tras ganar al ultraderechista Jean Marie Le Pen.

2002. El trauma Le Pen

Jean Marie Le Pen. | Reuters
Jean Marie Le Pen. | Reuters
Ha pasado ya una década, pero Francia aún recuerda entre estupor y temblores los comicios de 2002. Jean-Marie Le Pen dejó fuera de la segunda vuelta a Lionel Jospin y obligó a muchos votantes de izquierda a acudir a las urnas con la nariz tapada para apoyar a Jacques Chirac y evitar así una hipotética victoria del ultraderechista.
Le Pen obtuvo entonces el 17% de los sufragios, frente al 19% de Chirac en la primera vuelta, pero gracias a la movilización de los votantes en la segunda ronda, Chirac se impuso con el 82% de los sufragios. El ex alcalde de París se negó a debatir en directo con su rival y fue el único año que Francia se quedó sin debate televisado por primera vez desde 1974.
Ségolène Royal. | Efe
Ségolène Royal. | Efe

2007 Una candidata mujer

Las de 2007 fueron las elecciones de los desengaños, de las rupturas. La victoria de Nicolas Sarkozy dejó dos cadáveres sentimentales: François Hollande y Cecilia Sarkozy. Alto precio el de la política de primera línea. Ségolène Royal perdió frente a Sarkozy en la segunda vuelta, aunque por primera vez Francia fantaseó con la posibilidad de tener una presidenta mujer. Pero fue su rival el que se llevó el gato al agua y cinco años después, el actual dirigente quiere renovar mandato.

Lecciones del pasado

Hay pocas recetas del pasado que puedan aplicarse a la dinámica electoral presente pues, como apuntan los sociólogos, cada cita con las urnas es un caso aparte. Esta vez Hollande tiene a su favor que la izquierda está unida contra Sarkozy y ha conseguido su mejor resultado en conjunto en 20 años. Si en anteriores derrotas socialistas la división entre la izquierda había aupado a los candidatos de derecha, en esta ocasión Hollande cuenta con el bloque unido.
Sarkozy y Hollande. | AFP
Sarkozy y Hollande. | AFP
A favor del presidente saliente está el efecto sorpresa o remontada. En dos ocasiones dos candidatos socialistas que habían ganado la primera vuelta, perdieron la segunda. Fue en mayo de 1974 y en 1995. En la primera, François Miterrand, vencedor en la primera ronda, caía derrotado ante Valery Giscard D’Estaing en la segunda. Misma experiencia la de 1995, aunque con diferentes protagonistas: Lionel Jospin y Jacques Chirac.
Aunque aún no se ha escrito el final del capítulo de estas presidenciales, posiblemente Marine Le Pen, tercera fuerza más votada, tenga un espacio dedicado. Sus votos, junto con los del centrista François Bayrou, serán clave para decidir el resultado final.
Fuente:  el,undo.es

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