La huida del capital extranjero de la deuda española se acelera


El peso de los inversores internacionales en la deuda del Estado baja a su mínimo desde 2003

La balanza de pagos muestra también la fuerte salida de fondos españoles y extranjeros

España cotiza a la baja en el mercado internacional. Su deuda pública pierde adeptos extranjeros y está cada vez más concentrada en manos locales, a un nivel que no se conocía desde 2003. El saldo vivo de inversión foránea en títulos del Estado ha caído en 61.393 millones de euros en el primer trimestre del año, casi un 22%, al pasar de los 281.439 millones del cierre de 2011 a 219.601 millones en marzo, según los datos hechos públicos por el Banco de España.
Así, la participación del capital extranjero en la deuda del Estado se ha encogido 13 puntos porcentuales en solo tres meses: si en diciembre era el 50,48% del total, acabó el trimestre en el 37,54%. Hay que remontarse a 2003 para encontrar un peso inferior (36,39%).

La tenebrosas perspectivas económicas de España (en su segunda recesión en tres años y con una tasa de paro del 24%) y los recelos que despierta entre los inversores su sistema financiero, inundado de activos tóxicos del sector inmobiliario, provocan este abandono sostenido del dinero extranjero.
La fuga de capital se agravó en los meses de febrero y marzo, que concentran en realidad la mayor parte de la pérdida de inversión. Entre enero y marzo, el saldo vivo de deuda del estado en manos de no residente se hundió en 49.826 millones, un 18%.

Entre finales de 2011 y comienzos de este año, las subastas de crédito barato del Banco Central Europeo —un billón de euros a un 1% de interés— han ayudado a la banca española para invertir en bonos, aunque varios bancos desvincularon la semana pasada su apuesta por los títulos españoles de estos manguerazos de liquidez. Ahora, el efecto de esta barra libre de dinero barato se ha diluido, pero el Tesoro Público tiene ya cubierta más de la mitad de las emisiones de deuda previstas para este 2012.

Balanza de pagos
Los datos de la balanza de pagos de febrero publicados hoy por el Banco de España también muestran la intensidad de la salida de capital no solo de la deuda pública, sino también de otros activos en cartera y otras inversiones.
El saldo total del mes de febrero muestra una salida total por la cuenta financiera de 25.548 millones sin contar la actividad del Banco de España. Esa es la cuarta cifra mensual más alta, solo superada por los datos de mayo y junio de 2010 y por los de diciembre del año pasado, tres meses en que se superaron los 30.000 millones.

En inversiones de cartera, la salida de capitales fue de 6.061 millones en febrero, de los que 3.883 millones fueron disminución de inversiones de los extranjeros en España y 2.177 millones aumento de inversiones españolas en el exterior. Donde más se apreció la salida fue en el capítulo de otras inversiones (principalmente préstamos, depósitos y operaciones temporales), donde los extranjeros sacaron 13.460 millones, pero además, los inversores españoles aumentaron su inversión en el exterior en 11.349 millones.

De ese modo, en las inversiones financieras la fuga de capitales españoles fue de algo más de 13.500 millones, mientras que la de los inversores extranjeros fue de 17.340 millones. Esa fuga de más de 30.000 millones solo se vio parcialmente compensada por el incremento de la inversión directa (2.505 millones) y de la posición neta en derivados financieros (2.817 millones). El saldo final del mes es de 25.548 millones negativos para España.

Fuente: elpais.com

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