- Las autoridades policiales y militares de Florida se aprestan a blindar una zona del oeste del estado para transportar uno de los mayores tesoros recuperados del mar: el de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes.
Se trata de un área de 100 kilómetros de largo por unos 50 de ancho, entre la aldea de Sarasota, dónde se encuentran las casi 600.000 monedas de oro y plata, y la ciudad de Tampa, donde está la base aérea de McDill, sede del Comando Centro, a cargo de las guerras en Iraq y Afganistán.
A principios de semana llegaron allí seis técnicos del Museo Arqueológico Nacional, del de Arqueología Subacuática de Cartagena y representantes de la Subdirección General de Protección del Patrimonio Histórico, quienes desde entonces cuentan, una a una, las monedas del tesoro, acuñadas en Lima en 1796 con la efigie del rey Carlos IV.
Las monedas se perdieron a lo largo de la costa sur de Portugal, en una batalla contra la flota británica en 1804. En el 2007, los caza tesoros de la empresa estadounidense Odyssey localizaron las monedas y las trasladaron en secreto a Estados Unidos.
Comenzó entonces una larga batalla de cinco años contra el Estado español, que reclamó la devolución del tesoro, hasta que el viernes pasado un juez de Tampa ordenó su regreso a España. La operación de traslado se desarrolla en total secretismo. Las autoridades sacaran a la calle todo lo que puedan en materia de seguridad y nadie abre la boca.
Lo poco que se ha filtrado proviene más de las especulaciones de la prensa local que de la boca de los portavoces civiles y militares. Lo único que se sabe es que la entrega del tesoro es una de las mayores operaciones de seguridad que ha realizado la apacible ciudad de la costa oeste de Florida. Si acaso, solo superada por una visita presidencial o el enorme sistema de vigilancia y alarmas que cuidan el museo Salvador Dalí en la vecina St. Petersbourg.
“Aunque tenemos una base militar en la ciudad, no es normal ver operaciones de esta envergadura. Lo más probable es que nadie vea nada, porque todo será por la noche. Además, la gente no está muy al tanto de eso, ni le interesa”, dijo a ELMUNDO.es un conocido abogado de la ciudad, que pidió discreción sobre su identidad. Ahora, “que no quepa dudas de que van a blindar el área. Si pasa algo no creo que quedará una sola autoridad militar, civil y, quizá, eclesiástica en pie”, agrega la fuente.
En un caso raro de oportuna 'amnesia', ni los portavoces de la policía de la ciudad, del condado de Hillsbouroug (donde está enclavada la ciudad), o de la Base Aérea de McDill, tienen la más mínima idea de como se hará el traslado de las monedas. Al menos eso dicen.
Y del tesoro, ni verlo. Se encuentra actualmente en Sarasota, una localidad de 50.000 habitantes a unos 100 kilómetros al sur de Tampa, y a cargo de la Numismatic Guaranty Corporation, la empresa a que Odyssey confió su resguardo. “Hemos empezado a inspeccionar los materiales y hemos alcanzado a cerca de un 30% del total del cargamento", dijo a Efe la subdirectora del Museo Arqueológico Nacional, Carmen Moreno, que lidera ese equipo de expertos. El embarque se procesará durante el fin de semana, pero los tampeños poca cuenta se darán. Si acaso, les quedará el recuerdo de que alguna vez pasó por su tierra uno de los más fabulosos tesoros del mundo.
Fuente: elmundo.es
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