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La tensión sobre el mercado de deuda nacional sigue en aumento. La prima de riesgo ofrecida a los inversores por los bonos españoles, italianos y franceses a diez años respecto a los alemanes volvía a repuntar a primera hora de la tarde después de haberse relajado notablemente en las primeras horas de la sesión, según los datos de los mercados secundarios recopilados por Europa Press.
Así, la prima de riesgo española también volvía a subir, aunque de manera algo más moderada, y se acercaba de nuevo a los 460 puntos básicos, ya que se situaba en los 458 enteros, con una rentabilidad del 6,387%. Mientras, los seguros de impago de deuda (credit default swap o CDS) relativos a los bonos a diez años de España para cubrir la posibilidad de impago de 10 millones de dólares se cambiaban a 469.150 dólares anuales, por encima de los 462.350 del cierre anterior.
Todo ello indica que los inversores perciben un mayor riesgo hacia los bonos españoles, tras los máximos alcanzados el martes. Y es que, la deuda española sigue a un paso del denominado punto de no retorno, momento a partir del cual resultará muy complicado evitar un rescate internacional. Así, aunque la rentabilidad de la deuda aún no ha alcanzado el umbral del 7% -barrera crítica, según la mayoría de analistas-, su prima de riesgo rebasó el martes los 450 puntos básicos. Se trata de una situación crítica, ya que la cámara de compensación independiente LCH.Clearnet podría exigir en cualquier momento mayores garantías sobre la deuda española.
LCH.Clearnet es una cámara de contrapartida dedicada a garantizar los préstamos entre entidades a cambio de un aval (incluida deuda pública); los bancos han acudido de forma masiva a este mecanismo para poder financiarse en los mercados ante las tensiones que desde hace meses vive el interbancario europeo; si LCH exige más garantías para obtener financiación utilizando como colateral deuda española (más bonos para obtener el mismo crédito), ésta quedaría penalizada en el mercado frente a bonos más seguros (deuda estadounidense o alemana), con lo que su demanda caería de forma sustancial, disparando aún más el coste de su emisión (el Estado tendría que ofrecer un mayor tipo de interés para colocarla); la credibilidad del emisor (Estado español) se deterioraría más y las ventas de este tipo de activos aumentarían (los bancos se deshacen de más deuda española).
Éste es el particular ciclo que ha atravesado Italia y en el que está a punto de entrar España en caso de que la citada cámara decida hacer lo mismo con los bonos nacionales. El mercado empieza a descontar este escenario: una vez superado el temido punto de no retorno, es muy probable que España acabe precisando ayuda. También resulta una clara señal de alarma que a primera hora de este miércoles, el bono español a 5 años superara el 5,8% de rentabilidad, nuevo máximo en la era euro.
Por su parte, el diferencial entre los bonos italianos y los alemanes se situaba de nuevo por encima de los 500 puntos básicos, con una rentabilidad del 7%, después de descender hasta los 495 enteros. Así, la prima de riesgo alcanzaba los 531,6 puntos básicos, con un rendimiento del 7,116%, y se acercaba al máximo intradiario de 550,4 puntos básicos.
En el caso de los bonos de Francia, rozan a primer hora de la tarde el récord de 193,3 puntos básicos marcado por la mañana, ya que el diferencial, que ha llegado a estar por debajo de los 180 puntos básicos, subía hasta los 187 puntos básicos, con una rentabilidad del 3,679%. El bono germano, por su parte, caía hasta el 1,768%.
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