En agosto los trabajadores municipales de Barbate (Cádiz) fueron a la huelga reclamando los salarios que les debían desde junio. Otro tanto hicieron los trabajadores de la basura en Alicante ante los atrasos en el pago de las nóminas. El 2 de septiembre, los trabajadores de la recogida de basuras, jardinería y limpieza viaria de Navalcarnero comenzaron una huelga indefinida porque no han cobrado la nómina de agosto.
Los trabajadores/as municipales, de subcontratas, guarderías infantiles... están siendo despedidos mientras crece la amenaza de miles de despidos y cierres patronales ante los recortes en los servicios y la morosidad de los Ayuntamientos. Así mismo miles de trabajadores autónomos son empujados a la ruina porque los Ayuntamientos tardan una media de 296 días en pagarles las facturas, ¡si se las pagan!
La crisis económica tiene una de sus expresiones sangrantes en los Ayuntamientos. A finales de agosto 2.514 municipios no habían liquidado el ejercicio fiscal 2010, y el Gobierno les ha retenido los ingresos de la recaudación de impuestos municipales. Si esto no se soluciona, esos Ayuntamientos no abonarán las nóminas en octubre y se cierne sobre muchos de ellos la quiebra completa.
En los años de “vacas gordas” los Ayuntamientos privatizaban los servicios públicos y se endeudaban hasta las trancas acometiendo obras faraónicas, planes urbanísticos, recalificaciones de terrenos (robo del suelo)… para deleite de las constructoras, banqueros y especuladores. No en vano la mayor parte de casos de corrupción política tienen como telón de fondo los Ayuntamientos. Mientras tanto se bajaban los salarios y se precarizaban las condiciones de los trabajadores, vía las subcontrataciones. Cuando estalló la burbuja financiera no dudaron en recortar servicios sociales al tiempo que se subían los impuestos, las tasas de basura y especialmente el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), subida que en algunas ciudades se ha aproximado al 30%. Un impuesto, dicho sea de paso, del que están exentos los inmuebles de la Iglesia.
Para que los trabajadores cobren, para defender los puestos de trabajo municipales y de subcontratas, para pagar a los trabajadores autónomos, para preservar los servicios sociales municipales hay que empezar por NO PAGAR LA DEUDA a los banqueros, a las grandes constructoras, que son además las dueñas de los servicios municipales, y a todos las empresas que se lucraron con el expolio del suelo en los años de la burbuja. Y que los trabajadores/as de las subcontratas sean reincorporados a la plantilla municipal.
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