El PP ya es el partido casi hegemónico en el poder autonómico y acumula más poder territorial que nunca. Y el PSOE ha sufrido tal debacle que se puede traducir en la pérdida de hasta cuatro comunidades autónomas: Castilla-La Mancha, Aragón, Baleares y Asturias y la salida del Gobierno de Cantabria. Solo aguanta por muy pocos votos en Extremadura, pero con la necesidad de pactar con Izquierda Unida, porque el PP le ha superado en votos y se ha quedado a un solo escaño de arrebatarle ese feudo tradicional e inexpugnable. Guillermo Fernández Vara resiste.
La oleada popular le podría llevar a gobernar con mayoría absoluta en Cantabria, Castilla-La Mancha y Baleares y con acuerdos en Aragón. Mantendría las que ya eran suyas de forma holgada, es decir, La Rioja, Murcia, Madrid, Valencia y Castilla y León. En la última conferencia de presidentes, en diciembre de 2009, el PSOE gobernaba en 9 comunidades y ahora solo lo hará en Extremadura, Andalucía y País Vasco.
Castilla-La Mancha era la medida de todas las cosas en estas elecciones, el territorio en el que se medía el alcance de la victoria del PP y la debacle del PSOE. El PP está un escaño por encima de la mayoría absoluta y Dolores de Cospedal, la gran apuesta política de Mariano Rajoy al compatibilizar la secretaría general y la candidatura autonómica, puede ofrecer a su partido el triunfo más deseado. José María Barreda, a la desesperada, planteó una campaña en solitario para que no le arrastrara la hecatombe socialista. Él encabezó a los barones que pidieron a Zapatero que anunciara su retirada antes de la campaña. Pero ni por esas, ya está amortizado y fuera de circulación como barón socialista.
En Asturias, el PP podría haber logrado una victoria significativa con mayoría absoluta, pero la presencia del Foro Asturias, el partido de Francisco Álvarez-Cascos, le ha arrebatado el triunfo y le ha amargado el resultado. Cascos es el más votado y está en condiciones de gobernar con apoyo del PP. A Mariano Rajoy le hará pasar el trago de acudir a la ventanilla del que fuera secretario general del partido.
En Baleares, los socialistas que lidera Francesc Antic han sufrido una notable derrota y el popular José Ramón Bauzá será el próximo presidente autonómico. La corrupción que afectó al PP en los últimos años parece haber sido perdonado por los electores o, al menos, han visto a Bauzá como una opción limpia. En Aragón, el mapa electoral impide que pueda haber mayorías absolutas, pero el PP ha avanzado tanto como que es la primera fuerza política y está en condiciones de gobernar si logra un acuerdo con el PAR. El PSOE tendría que sumar al PAR, al CHA y a IU para gobernar. Es decir, que Luisa Fernanda Rudi podría ser la próxima presidenta de Aragón. Los socialistas ni siquiera podrían seguir en el gobierno de Cantabria, apoyando al regionalista Miguel Ángel Revilla. El presidente mejor valorado en las encuestas y más populista parece abrasado también por el desgaste del PSOE y la subida del PP, porque el popular Ignacio de Diego gobernará con mayoría absoluta. Un éxito no previsto.
En Canarias, el PP supera a Coalición Canaria, pero queda la duda de si los nacionalistas optan por el PSOE o por los populares.
Al PSOE ya no le queda ninguna comunidad con mayoría absoluta, salvo Andalucía, pendiente de celebrar elecciones autonómicas en marzo, pero en situación complicada para los socialistas. De hecho, en datos globales de municipales el PP ganó ayer por primera vez en Andalucía.
El PP ha reforzado todas sus mayorías absolutas y ha convertido en feudos inexpugnables a comunidades como Murcia, la Rioja, Madrid, Castilla y León y la Comunidad Valenciana. Ni los casos de corrupción le afectan, ni le desgasta la actuación en esos gobiernos, porque el PP sube en todos ellos. Con victorias tan aplastantes como la de Ramón Luis Valcárcel, que llega a 33 escaños, contra los 11 de los socialistas.
En las elecciones autonómicas suben también Izquierda Unida y UPyD, como principales beneficiarios de la hecatombe del PSOE. IU, no obstante, tiene el mismo poder que tenía antes, porque deja de estar en el Gobierno de Asturias, pero se convierte en imprescindible en Extremadura. El partido de Rosa Díez irrumpe en la Asamblea de Madrid con ocho. Todo un triunfo.
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