,Opinión, expansion.com
La crisis de deuda de la eurozona ha reducido la lista de países cuya deuda obtiene una calificación de triple A. España e Irlanda son un ejemplo.
La crisis se encamina inexorablemente hacia el núcleo del sistema financiero, lo que ha despertado los rumores de que más países pueden sufrir sus consecuencias. ¿Pueden los Cuatro Grandes (EEUU, Reino Unido, Francia y Alemania, estar seguros de sus calificaciones? Para EEUU, la principal preocupación en la política fiscal. Los déficits trillonarios de 2011 y 2012 pueden pasar factura a los ciclos de deuda. Se calcula que la Administración tendrá que pagar unos intereses del 17,6% en 2020 (en 2010 recaudó un 8,6%), entrando en una zona de riesgo para un país con alta calificación. Moody’s ha alertado de que, si no se hacen reformas, se correrá el riesgo de un escenario negativo de cara a las calificaciones de deuda durante los próximos dos años.
Para Alemania y Francia, una de sus preocupaciones es las políticas fiscales de otros países de la eurozona y los eventuales mecanismos de contingencia, bien mediante planes de rescate o retenciones de deuda de los bancos franceses y germanos. Puede que los crecientes fondos de rescate no supongan una directa amenaza a los calificaciones de los países con triple A siempre y cuando no se pongan en práctica. Eso ayuda a explicar el esfuerzo que supone que en el futuro se compartan los costes de la deuda soberana, ya que contribuiría a que los países limitasen su propia exposición a la vez que les permitiría ofrecer un mayor apoyo.
El Reino Unido ya ha sufrido un toque de atención tras la valoración negativa comunicada por Standard & Poor’s en 2009 y la posterior rebaja en 2010. Pero aún existen riesgos derivados de la implementación de medidas de austeridad y del desgaste político. Más allá de los problemas inmediatos que plantea la crisis, existen retos urgentes respecto al gasto en pensiones y las prestaciones sanitarias. Si no se reformase esta política de gastos, lo que es una hipótesis muy poco probable, S&P avanzó el año pasado que EEUU obtendría una calificación de A en 2020, BBB en 2025 y ‘basura’ en 2035.
El gran peligro es que los mercados de deuda pública son los primeros que ejercen una presión al respecto, en lugar de las agencias de calificación. Puede que una ampliación de la red de seguridad de la eurozona dependa de los bonos alemanes y franceses. Contra toda lógica, incluso una solución a la crisis podría resultar dañina, ya que podría animar al Banco Central Europeo a elevar los tipos de interés, un escenario que desde el martes parece más plausible dados los comentarios del presidente del organismo, Jean-Claude Trichet. En EEUU, los vigilantes del mercado de bonos podrían empujar a una consolidación fiscal mediante la fijación de tipos considerablemente más altos. El destino de los calificaciones de la triple A de los Cuatro Grandes está en manos de los políticos.
0 Comentarios
DEJA UN COMENTARIO