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El mapamundi económico vivirá en las próximas cuatro décadas los cambios más significativos desde principios del siglo XX, cuando Estados Unidos superó a Gran Bretaña como la primera economía mundial: la pujanza de los países emergentes llevará a que China adelante a Estados Unidos en 2018 y se convierta en la mayor economía del mundo. En el horizonte de 2050, CHina mantendrá el liderazgo, India ocupará el segundo lugar y España, pese a que liderará el crecimiento europeo, caerá hasta el puesto 18 de la lista de países más ricos.
Así se desprende del estudio El mundo en 2050, elaborado por la consultora británica PricewaterhouseCoopers (PwC), que proyecta hacia el futuro los indicadores actuales de las principales economías emergentes y desarrolladas y que ha revisado sus anteriores conclusiones para incluir los efectos de la actual crisis financiera, de la que los países emergentes se están recuperando más rápido.
De este modo, en 2020 la suma de las economías de los siete principales países emergentes (China, India, Brasil, Rusia, México, Indonesia y Turquía) superará al actual G7 (Estados Unidos, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá) y será un 64% mayor al Producto Interior Bruto (PIB) conjunto de las actuales potencias en 2050.
España, por detrás de Indonesia, Nigeria y Vietnam
En ese contexto, España va a perder terreno, igual que el resto de las economías europeas. Su crecimiento medio en las próximas décadas no llegará al 2% anual (1,9%), aunque será el más elevado de los miembros de la UE.
Eso no evitará la caída en la lista que recoge las principales economías: si en 2009, España ocupó el puesto 12, en 2050 pasará a ocupar el 18, por detrás de países como Indonesia, Corea del Sur, Turquía, Nigeria y Vietnam.
Según PwC, la Unión Europea (UE) sólo mantendrá un papel relevante en la economía mundial si actúa como una única entidad. En 2050, el tamaño de la economía de los 27 actuales miembros de la UE será comparable a la suma de las tres mayores economías del mundo en ese año: China, EEUU e India, que generarán casi la mitad de la actividad económica del planeta (frente al 40% que supusieron en 2010).
China, una anciana primera potencia mundial
El encumbramiento de China como mayor potencia económica mundial se conseguirá antes de 2020. Pero pasado ese año, su vigor de crecimiento se ralentizará progresivamente como consecuencia del envejecimiento de su población, potenciada por la política de hijo único que lleva aplicando más de 30 años.
Según el economista jefe de PwC, John Hawksworth, el gigante asiático también deberá pagar un peaje temporal en términos de crecimiento si sustituye su actual política industrial de imitación por el desarrollo de la innovación.
Así, India será el país que más se desarrolle en estas décadas, favorecido por una enorme población con una edad media muy baja.
Un poder en ascenso: India
En 2009, el PIB de India equivalía al 2% de la economía mundial, pero en 2050 podría superar el 13%, si cumple las proyecciones.
Para desarrollar completamente ese potencial de crecimiento, India deberá continuar con sus políticas de crecimiento: mantener una política presupuestaria prudente, ampliar su apertura a la inversión y el comercio extranjero, aumentar significativamente las inversiones en infraestructuras de transporte y energía e incrementar los niveles de educación, sobre todo, en lo que se refiere a las mujeres y la población rural.
El dominio mundial de las dos naciones asiáticas supone el regreso a la situación histórica previa a la Revolución Industrial de los siglos XVIII y XIX, que –tal y como destaca el informe de la consultora- supuso el deslizamiento del poder económico hacia Occidente.
El poder económico se desliza hacia el Sur
El resto de la lista también augura vuelcos interesantes de aquí a cuarenta años. Así, Brasil y Rusia adelantarán a Alemania, y México se colocará entre las 10 principales economías del planeta, superando incluso a las potencias germana y británica.
Indonesia podría colarse como décima potencia mundial, por delante de Francia. Y Rusia se asentará entre los grandes, adelantando a Alemania y Reino Unido.
Por otro lado, Argentina y Sudáfrica se caerán de la lista de las 20 mayores economías mundiales, donde se colarán Nigeria y Vietnam. Este último país será el que registre un crecimiento medio más elevado en las próximas cuatro décadas: un 8,8%.
Las tasas de crecimiento de los países desarrollados serán mucho más bajas: Australia, Canadá y EEUU continuarán creciendo entre un 2% y un 2,4% por año, mientras que países con poblaciones más envejecidas, como Alemania, Italia o Japón registrarán crecimientos de entre un 1% y un 1,9% en sus PIB.
La calidad de vida se incrementa más lentamente
Sin embargo, los emergentes no podrán igualar todavía los niveles de calidad de vida de los países ahora ricos, cuyos consumidores seguirán beneficiándose de los bajos precios de las importaciones.
Aunque en 2050 las diferencias se habrán recortado mucho, el nivel de ingresos de los chinos será todavía menos de la mitad de los que tengan los estadounidenses en ese momento. Los indios ganarán de media la cuarta parte de lo que ingresen los norteamericanos.
El estudio de la consultora británica reconoce que el deslizamiento del poder económico presenta muchos desafíos a las economías desarrolladas y sus empresas, pero destaca sobre todo las enormes oportunidades que abre.
Si se sabe aprovechar, el crecimiento de los países emergentes puede impulsar también el crecimiento de las naciones desarrolladas.
Un escenario lleno de oportunidades
Por un lado- advierte PwC-, la creciente competencia de las multinacionales de las economías emergentes incrementará el valor añadido de las manufacturas y los servicios.
Además, el crecimiento de los mercados de esos Estados en vías de desarrollo, unido a un rápido aumento de sus clases medias proporcionará nuevas oportunidades a las empresas occidentales que sean capaces de asentarse en esos países.
Ese asentamiento se realizará en un clima muy competitivo y requerirá una apuesta a largo plazo. Pero PwC asegura que si las compañías occidentales no entran en ese juego y se concentran sólo en América del Norte y Europa, “pasarán a segunda fila de la historia”.
Por último, el informe recuerda que los rápidos crecimientos de China, India y otros países emergentes presionarán de forma intensa los recursos naturales, como el agua y las fuentes de energía. Así, los precios de las materias primas se mantendrán elevados, lo que favorecerá a los exportadores de esos productos (Brasil, Rusia, Indonesia y Oriente Medio) y perjudicará a los importadores.
1 Comentarios
YO CREO QUE ESTE ARTICULO PERTENECE APROXIMADAMENTE A VARIOS AÑOS ATRAS "PORQUE CHINA YA ES LA PRIMERA ECONOMIA DEL MUNDO "
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