Hugo Chávez rechazó en su visita a Moscú las pruebas presentadas sobre el entrenamiento de etarras en Venezuela. "Se pretende convencer al mundo de que en Venezuela hay un campo de entrenamiento de terroristas y se presentan supuestas pruebas y unas declaraciones de unos supuestos terroristas arrepentidos", señaló en su discurso.
Hugo Chávez rechazó así las confesiones de los etarras Javier Atristain y Juan Carlos Besance Zugasti incluidas en el auto del juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, que les envió a prisión, y donde afirman -como informó Hechos de Hoy- que fueron instruidos en Venezuela en el verano de 2008, en unos cursos en los que participó el etarra y funcionario del Gobierno de Chávez Arturo Cubillas Fontán.
Hugo Chávez denunció además en Moscú el ataque "permanente, sistemático, bien orquestado" que, según él, recibe su Gobierno por parte de "la extrema derecha europea, y sobre todo la española", aunque también por parte de "la ultraderecha mundial y sus empresas comunicacionales". "Que si Venezuela tiene campos de entrenamiento para ETA, que si en Venezuela entrenan las FARC y no sé cuantos grupos terroristas, es parte de las agresiones del imperio", igual que las afirmaciones que sostienen que este país se ha convertido "en un paraíso para el narcotráfico", señaló Chávez.
Sus palabras en Moscú fueron el preámbulo de la decisión formal de Venezuela de no extraditar a España a Arturo Cubillas Fontán porque posee nacionalidad venezolana, aunque se investigarán sus presuntas relaciones con ETA, según aunció en Caracas la fiscal general Luisa Ortega.
Cubillas llegó a Venezuela en 1989, junto a otro grupo de once etarras, los cuales fueron recibidos como refugiados políticos en virtud de un acuerdo verbal entre los ex presidentes, Felipe González y Carlos Andrés Pérez. Cubillas entregó el lunes a la Fiscalía venezolana un documento solicitando que se le investigue, y pidió que "se realicen todas las diligencias necesarias a objeto de verificar la veracidad de las supuestas declaraciones de dos ciudadanos vascos, a los que la prensa española atribuye haber estado en Venezuela y que hacen referencia a mi persona". En este documento, Cubillas denunció un "estado de indefensión" y un "desprestigio continuo hacia mi persona y mi familia afectando de manera considerable mi dignidad y mi reputación".
Hugo Chávez rechazó así las confesiones de los etarras Javier Atristain y Juan Carlos Besance Zugasti incluidas en el auto del juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, que les envió a prisión, y donde afirman -como informó Hechos de Hoy- que fueron instruidos en Venezuela en el verano de 2008, en unos cursos en los que participó el etarra y funcionario del Gobierno de Chávez Arturo Cubillas Fontán.
Hugo Chávez denunció además en Moscú el ataque "permanente, sistemático, bien orquestado" que, según él, recibe su Gobierno por parte de "la extrema derecha europea, y sobre todo la española", aunque también por parte de "la ultraderecha mundial y sus empresas comunicacionales". "Que si Venezuela tiene campos de entrenamiento para ETA, que si en Venezuela entrenan las FARC y no sé cuantos grupos terroristas, es parte de las agresiones del imperio", igual que las afirmaciones que sostienen que este país se ha convertido "en un paraíso para el narcotráfico", señaló Chávez.
Sus palabras en Moscú fueron el preámbulo de la decisión formal de Venezuela de no extraditar a España a Arturo Cubillas Fontán porque posee nacionalidad venezolana, aunque se investigarán sus presuntas relaciones con ETA, según aunció en Caracas la fiscal general Luisa Ortega.
Cubillas llegó a Venezuela en 1989, junto a otro grupo de once etarras, los cuales fueron recibidos como refugiados políticos en virtud de un acuerdo verbal entre los ex presidentes, Felipe González y Carlos Andrés Pérez. Cubillas entregó el lunes a la Fiscalía venezolana un documento solicitando que se le investigue, y pidió que "se realicen todas las diligencias necesarias a objeto de verificar la veracidad de las supuestas declaraciones de dos ciudadanos vascos, a los que la prensa española atribuye haber estado en Venezuela y que hacen referencia a mi persona". En este documento, Cubillas denunció un "estado de indefensión" y un "desprestigio continuo hacia mi persona y mi familia afectando de manera considerable mi dignidad y mi reputación".
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