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La relación entre el Ejecutivo y los sindicatos se ha tensado hoy un poco más. El documento que prepara el Gobierno para la reforma laboral, según adelanta RNE, se centraría en varias medidas para abaratar el despido e incluiría el fomento del contrato de 33 días de indemnización por despido, el desarrollo del despido procedente si la empresa alega una mala situación económica y la adopción del modelo alemán de reducción de jornada y el modelo austriaco. El responsable de Comunicación de CCOO, Fernando Lezcano, ha advertido de que si se concretan estas filtraciones, habrá huelga general.
Según explica Radio Nacional de España en su página web, para que un despido sea procedente (de 20 días por año de indemnización, en vez de 45 días por año trabajado), al empresario le bastaría con alegar una mala situación económica para prescindir de trabajadores de manera justificada.
La medida estrella sería el contrato de fomento del empleo con 33 días de indemnización por despido frente a los 45 de los contratos indefinidos actuales. En estos momentos, el contrato de 33 no se puede efectuar para hombres de 30 a 45 años con menos de medio año en el paro. Si esta reforma saliese adelante, se podría extender a este colectivo a partir de los 3 meses sin empleo. Algo que ya había anunciado el Gobierno en sus propuestas anteriores de febrero y de abril.
Además, incluiría el modelo alemán de reducción de jornada. Si una empresa va mal, en lugar de despedir tendría la opción de reducir las horas de trabajo de sus empleados en lugar de despedirles. El menor salario que se recibe se compensaría con prestaciones.
El documento también recogería el modelo austriaco de indemnización por despido, es decir, un fondo constituido con las aportaciones de las empresas y del que saldría el pago de 8 de los 33 días de indemnización por despido.
Junto a estas medidas de abaratamiento del despido, el documento que prepara el Gobierno incluiría iniciativas para penalizar la temporalidad en la contratación: el contrato por obra sólo podría ser de dos años y se aumentaría la indemnización por despido en subcontratas para desincentivar su uso. También apostaría por políticas para los jóvenes (muy afectados por el desempleo), la revisión de las bonificaciones y se eliminarían algunas limitaciones a las ETT.
Sin embargo, la secretaria general de Empleo, Maravillas Rojo, ha señalado esta mañana que no existe todavía ningún documento por escrito con los términos de la reforma.
Los sindicatos ven más cerca la huelga
El responsable de Comunicación de CCOO, Fernando Lezcano, ha acusado al Gobierno de "escuchar más por el oído derecho que por el izquierdo" al no atender las reivindicaciones sindicales de evitar el abaratamiento del despido y hacer caso de lo que demandan los empresarios para la reforma del mercado laboral.
En declaraciones a Europa Press, advirtió de que si se sustancia en un decreto lo que se está conociendo "a través de filtraciones" (extensión del contrato de fomento del empleo de 33 días por indemnización y debilitamiento de la tutela judicial), "se puede decir que habrá huelga general en España". Avisó además de que el hecho de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, haya puesto una fecha para la aprobación de la reforma laboral, el próximo 16 de junio, "desincentiva" las negociaciones que aún mantienen abiertas los sindicatos y los empresarios.
Toni Ferrer: huelga si lesiona
Por su parte, el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, indicó previamente que si la reforma laboral que apruebe el Gobierno el 16 de junio "lesiona el derecho de los trabajadores y no actúa sobre los problemas centrales", tanto este sindicato como CCOO "tenemos el mandato" para convocar una huelga general.
Ferrer, en unas declaraciones a Onda Cero, señaló esta mañana que esa situación se puede dar si la reforma laboral no ataca el desempleo, ni da oportunidades, o tampoco reduce la temporalidad, y "a su vez abarata el despido". A su juicio, hay una especie de "conjunción internacional" en la que confluyen el Fondo Monetario Internacional, la OCDE y la Unión Europea sobre la situación en España que "está dando aliento a las posiciones radicales de la patronal".
Para Ferrer, desde fuera se habla de la situación como de un "problema del mercado de trabajo, de la regulación", cuando "todo el mundo ve que el problema es la demanda, la falta de liquidez de las empresas y la caída de la actividad".
No obstante, el sindicalista de UGT confía en que antes del próximo día 16 se produzca un proceso de "reflexión" que ayude a la negociación, y se alcance un acuerdo sobre lo que el país necesita "realmente", que no es otra cosa que "dar oportunidad a las personas desempleadas y encontrar una fórmula de reducir la temporalidad en el empleo".
Ferrer mostró su confianza en que antes del 16 de junio, "la próxima semana", el Gobierno presente unas propuestas concretas, anteriores al Consejo de Ministros que celebrará ese día, porque "es tiempo de negociación". No obstante, añadió que son conscientes de que las posiciones que mantiene la patronal "debilitan" la regulación laboral, tanto en "la entrada como en la salida", a la vez que introduce "verdaderas dificultades para llegar a un acuerdo".
El secretario general de UGT, Cándido Méndez, también advirtió esta mañana de que sería un "destrozo sin vuelta atrás" aprobar una reforma del mercado laboral enfocada exclusivamente a "contentar a los famosos mercados financieros", que además seguirían manteniendo sus exigencias.
Méndez, en una charla con internautas en la web del diario 'El País' recogida por Europa Press, afirmó que los sindicatos persiguen un acuerdo de reforma laboral "equilibrado", que preserve los derechos de los trabajadores y mejore la productividad de las empresas, e insistió en que la reforma laboral no creará empleo ni reducirá el paro, pues eso depende de la actividad económica y de que el crédito llegue a familias y empresas. "Una reforma laboral puede ayudar si da calidad a las relaciones del trabajo y puede perjudicar si las deteriora, pero ninguna de las dos resuelve el problema del paro", insistió.
El Gobierno
La reacción del Gobierno ha llegado en voz de la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, que ha reconocido una huelga general "no es una buena noticia", aunque indicó que el Ejecutivo no teme el paro. Por su parte, la secretaria general de Empleo, Maravillas Rojo, se ha mostrado confiada en la posibilidad de llegar todavía a un acuerdo después de los "avances técnicos" que se produjeron ayer y que considera "importantes".
Frente a estas opiniones se ha situado el presidente del Círculo de Economía, Salvador Alemany, que ha instado hoy al Gobierno central a no supeditar la reforma del mercado laboral a un consenso entre los agentes sociales si este acuerdo continúa sin producirse, aunque ha abogado por mantener el diálogo social "antes y después" de la reforma.
El próximo día 9 se volverán a reunir los agentes sociales y el Gobierno. Eso sí, haya o no acuerdo (que se lleva debatiendo más de un año), el 16 el Consejo de Ministros aprobará la reforma, según dijo ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
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