Obiter dictum


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Cuando los tribunales resuelven un tema que no necesariamente tiene que ver con el caso que conocen, sus sentencias incluyen los llamados obiter (de pasada) dictum. Es lo que de facto ha escrito el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco en su auto sobre las acciones coordinadas de las organizaciones terroristas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y ETA.

Aunque está incluida en la resolución, el obiter dicta del magistrado no forma parte de sus decisiones como tales. Veamos. El auto del juez Velasco sobre las relaciones de FARC y ETA menciona en su parte dispositiva que "obran en el procedimiento diligencias que ponen de manifiesto la cooperación gubernamental venezolana en la ilícita colaboración entre la FARC y ETA, y en especial de Arturo Cubillas Fontán, que tiene o ha tenido cargo público en ese país".

Rajoy ha hecho con este asunto una campaña contra el Gobierno


La afirmación es gravísima pero el magistrado ni presenta "las diligencias", que no indicios, y mucho menos pruebas, ni imputa a Venezuela.

La querella

Conviene reconstruir la secuencia de los hechos. La instrucción se inicia por una querella de la Fiscalía de la Audiencia Nacional en noviembre de 2008. Antes de presentarla, el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, viaja a Bogotá, donde se entrevista con el entonces fiscal general, Mario Iguarán.

El magistrado no ha mostrado indicios, ni mucho menos pruebas


En su querella, la fiscalía no habla de la presunta cooperación del Gobierno venezolano con las FARC y ETA. En su texto describe que los cursos de adiestramiento terrorista se han llevado a cabo en Colombia, la selva colombiana, la "selva venezolano-colombiana" o en España.

Tampoco menciona presencia alguna de miembros del ejército o de los servicios de inteligencia de Venezuela en alguna de los encuentros. El juez Eloy Velasco sitúa esas localizaciones en la "selva venezolana" o Venezuela y señala un encuentro donde están presentes esos servicios.

El auto ha sido utilizado por el Partido Popular para presionar al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero contra el Ejecutivo de Hugo Chávez, una línea de acción de vieja data. Zapatero ha picado y se ha puesto de hecho a la cabeza de la manifestación exigiendo "explicaciones" al gobierno de Venezuela.

En EEUU ha faltado tiempo para demonizar de nuevo a Chávez


En realidad, lo que el ministro Miguel Ángel Moratinos hizo fue explicar por teléfono a Chávez, el pasado lunes, la existencia del auto del juez y sugerir que quizá un funcionario del gobierno venezolano, Arturo Cubillas Fontán, etarra que fue acogido en Caracas como parte de un acuerdo venezolano-español en el año 1989, pudiera haber realizado alguna acción al margen y sin conocimiento del Gobierno venezolano. Mariano Rajoy ha hecho de este asunto un tema de campaña contra el Gobierno. El periódico norteamericano The Wall Street Journal, que siempre ha atacado las actuaciones del juez Garzón, ha encontrado en el auto del juez Velasco un motivo de regocijo con la Audiencia Nacional.

"La verdadera noticia es la afirmación del señor Velasco de que hay pruebas que muestran la cooperación del gobierno venezolano con la colaboración ilegal entre FARC y ETA".

En EEUU ha faltado tiempo para poner en marcha una campaña a fin de poner a Venezuela entre los estados del mundo que patrocinan el terrorismo.



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