Fondos europeos para miles de los 'golpeados' por la crisis


elmundo.es
La Unión Europea, que se enfrenta a la cota más elevada de desempleo de la última década, usa la imaginación para adaptarse a la difícil coyuntura. Desde hace unos meses ha ampliado una herramienta creada originalmente para afrontar las consecuencias negativas de la globalización para acoger a los desempleados por la crisis financiera.

Se trata del Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización (FEAG) cuyos presupuestos se destinan ahora a impulsar a los parados por la crisis, sobre todo, en la búsqueda de un nuevo empleo. "La Comisión Europea (CE) necesitaba un instrumento eficaz para hacer frente a la crisis financiera y económica. Se decidió que el FEAG era el mejor medio para hacerlo", explicaba a elmundo.es Dennis Abbott, portavoz de la CE.

El FEAG sólo se extendía a aquellos trabajadores que hubieran perdido su puesto porque el sector había sido afectado directamente por la globalización. "Se determinaba su uso de acuerdo con criterios basados en estadísticas comerciales como las pérdidas en las cuotas del mercado o los aumentos en las importaciones a la Unión Europea, pero con la llegada de la crisis económica global se decidió reambientar el programa para intentar paliar sus efectos en Europa", aclaraba Abbott.

No obstante, según subrayaba el portavoz comunitario, esta no es una herramienta "independiente", sino complementaria a todas las demás acciones que la Comisión está adoptando para fomentar el empleo, especialmente a través de la financiación canalizada a través del Fondo Social Europeo y Fondo Europeo de Desarrollo Regional".
Énfasis en formación y reincorporación rápida

En su intento de reincorporar a los trabajadores cesados lo más pronto posible, el FEAG les asiste en la búsqueda de empleo, proporciona orientación profesional, y suministra clases de formación y readaptación profesional.

"Ponemos mucho énfasis sobre las labores de formación, pero no nos limitamos a ello. Damos mucho apoyo para la creación de empresas, también", añadía Abbott. "También ofrecemos ayudas a la movilidad, porque sabemos que los trabajadores despedidos tienen que viajar a entrevistas o cursos de formación, y que también pueden conseguir trabajo si se desplazan a otras regiones menos afectadas por la crisis".

Los fondos del FEAG son, en gran parte, repartidos directamente por los Estados miembros de la Unión. "Las solicitudes son presentadas por los Estados miembros en nombre propio, y ellos deciden como administrar los fondos, estableciendo los procedimientos pertinentes. Tienen que desarrollar todos estos ante la Comisión en su solicitud, y se responsabilizan de que la aplicación de los fondos aprobados siempre este de acuerdo con los usos propuestos en la solicitud".

Desde la reforma en mayo se han recibido solicitudes de Bélgica (concretamente de las provincias de Flandes Occidental y Flandes Oriental, así como de Limburgo), Italia, Suecia, Irlanda, Austria, Lituania y los Países Bajos. Abbot dice que las ayudas pueden llegar a miles de europeos.

"Todo depende del número de solicitudes presentadas por los Estados miembro, así como de la evolución del mercado de trabajo en los próximos años, pero según la media actual anticipamos llegar a más de 110.000 trabajadores, quienes podrán beneficiarse de unos 4.500 euros por persona".

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