San Pedro Sula, 3 de julio. A unas horas de la llegada de José Miguel Insulza, secretario general de la OEA, la represión de las fuerzas golpistas en Honduras se hizo sentir de nuevo el jueves en otra jornada de resistencia del pueblo, en particular en San Pedro Sula (segunda ciudad del país y polo industrial), donde el alcalde, Rodolfo Farías, fue sacado a rastras por los militares, que impusieron en el cargo a un sobrino de Micheletti, William Franklin Hall.
Cientos de personas que protestaron por esta acción fueron detenidas, según la Agencia Cubana de Noticias.
José Guardado, dirigente popular en esa importante región industrial, denunció el nuevo atropello y reiteró que el alcalde, Rodolfo Farías y otros dirigentes cercanos a él, se encuentran desaparecidos. “Esto confirma que dieron un verdadero golpe de Estado”, agregó en declaraciones a Telesur.
Guardado relató que fuerzas militares continúan reprimiendo con balas de goma y bombas lacrimógenas. De igual forma se manifestó Maritza Somoza Martínez, de la Federación de Trabajadores, quien en declaraciones a la televisión cubana condenó la represión contra el pueblo hondureño y destacó la resistencia de la gente de San Pedro Sula.
Por su parte, el líder sindical Porfirio Ponce afirmó que más de 125 dirigentes sociales fueron encarcelados ilegalmente en Honduras por el gobierno golpista, y detalló que las ciudades con mayor número de detenidos son San Pedro Sula y Progreso, aunque “en Tegucigalpa también hay detenciones”, según reportes de la estatal Agencia Bolivariana de Noticias.
Ponce informó que durante la mañana del jueves se llevó a cabo “una movilización desde el Parque El Obelisco hacia el Congreso Nacional, que después se trasladó a la sede de la Organización de las Naciones Unidas” en Tegucigalpa.
El dirigente sindical expuso diferentes acciones de protesta protagonizadas por la población, como el cierre de rutas y “la búsqueda, por todas las vías, de los medios alternativos de comunicación”, para que la población pueda estar al tanto de la realidad del país.
Insulza no llega a negociar
José Miguel Insulza aclaró el jueves, un día antes de volar a Tegucigalpa, que no viajará a Honduras para negociar con el gobierno de facto, sino para presentar el documento de la resolución que aprobó la OEA en donde se condena el golpe de Estado contra el presidente, Manuel Zelaya, y exige su restitución en el poder en un plazo máximo de 72 horas.
Agencias
Cientos de personas que protestaron por esta acción fueron detenidas, según la Agencia Cubana de Noticias.
José Guardado, dirigente popular en esa importante región industrial, denunció el nuevo atropello y reiteró que el alcalde, Rodolfo Farías y otros dirigentes cercanos a él, se encuentran desaparecidos. “Esto confirma que dieron un verdadero golpe de Estado”, agregó en declaraciones a Telesur.
Guardado relató que fuerzas militares continúan reprimiendo con balas de goma y bombas lacrimógenas. De igual forma se manifestó Maritza Somoza Martínez, de la Federación de Trabajadores, quien en declaraciones a la televisión cubana condenó la represión contra el pueblo hondureño y destacó la resistencia de la gente de San Pedro Sula.
Por su parte, el líder sindical Porfirio Ponce afirmó que más de 125 dirigentes sociales fueron encarcelados ilegalmente en Honduras por el gobierno golpista, y detalló que las ciudades con mayor número de detenidos son San Pedro Sula y Progreso, aunque “en Tegucigalpa también hay detenciones”, según reportes de la estatal Agencia Bolivariana de Noticias.
Ponce informó que durante la mañana del jueves se llevó a cabo “una movilización desde el Parque El Obelisco hacia el Congreso Nacional, que después se trasladó a la sede de la Organización de las Naciones Unidas” en Tegucigalpa.
El dirigente sindical expuso diferentes acciones de protesta protagonizadas por la población, como el cierre de rutas y “la búsqueda, por todas las vías, de los medios alternativos de comunicación”, para que la población pueda estar al tanto de la realidad del país.
Insulza no llega a negociar
José Miguel Insulza aclaró el jueves, un día antes de volar a Tegucigalpa, que no viajará a Honduras para negociar con el gobierno de facto, sino para presentar el documento de la resolución que aprobó la OEA en donde se condena el golpe de Estado contra el presidente, Manuel Zelaya, y exige su restitución en el poder en un plazo máximo de 72 horas.
Agencias
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