Los golpistas también han amenazado con «cortar» los servicios de internet y telefonía celular para evitar que el pueblo hondureño se informe de lo que pasa y pueda organizarse
Correo: digital@jrebelde.cip.cu
Las redes sociales se convirtieron en pocas horas en objeto de protestas contra el golpe de Estado protagonizado por los militares hondureños
N.B. no tiene rostro en Twitter. Dos círculos azules y un guión en el medio es su única identificación desde hace tres días. La madrugada del domingo 28 de junio su presidente fue secuestrado y llevado a Costa Rica. N.B. cuenta a través de esta red social lo que ocurre en su ciudad y nos pide que no develemos su nombre. Tiene miedo. ¿Por qué?, le pregunto. «Pueden averiguar quién soy. No quiero seguir hablando».
Cuando el pasado domingo se dio a conocer la noticia del secuestro del presidente de Honduras, Manuel Zelaya, y su posterior trasladado a Costa Rica, un nuevo tópico asaltó la agenda de los medios sociales en Internet: el golpe de Estado en Honduras.
Twitter, una red social creada por los norteamericanos Jack Dorsey y Biz Stone en marzo de 2006, permite a los usuarios responder en tiempo real y a través de 140 caracteres a la pregunta ¿Qué estás haciendo ahora? Aunque su público es mayoritariamente angloparlante esta nueva herramienta ha sido acogida con simpatía en el mundo hispano, especialmente en España.
En América Latina dos sucesos marcaron el debut en el uso masivo de Twitter: el referéndum revocatorio del 15 de febrero en Venezuela y la expansión en México del virus A (H1N1). En ambos casos las actualizaciones en el sitio rebasaban las cien entradas por segundo.
Tegucigalpa a oscuras
«Sin luz estuvimos seis horas el domingo, día en que empezó la crisis, con el objetivo de desinformar a la población», nos cuenta otro usuario de esta red social desde Tegucigalpa.
Pero no fue solo el apagón eléctrico el que sacudió a la capital hondureña, ni las afectaciones al suministro de agua o a los servicios de Internet. Mientras en los principales medios a nivel mundial circulaba la noticia del destino incierto de Manuel Zelaya, los canales locales optaban por transmitir dibujos animados, deportes y telenovelas dándole la espalda a la demanda informativa de los ciudadanos.
Ante el silencio de los medios oficiales, algunos hondureños, fundamentalmente de Tegucigalpa y San Pedro Sula, volcaron su frustración en las redes sociales. Detractores y seguidores del presidente Zelaya explicaban la manipulación de la que estaban siendo objeto y la completa falta de información.
«Durante todos estos días, desde el domingo, cuando perpetraron el golpe de Estado, fueron intervenidos por el ejército todos los canales: 8, 66, y 36», cuenta N.B. «Teníamos TeleSur en el canal 13 y lo quitaron, así como cualquier otro que transmitiera acerca de la situación real del país».
Ante una situación tan desesperada, Internet y fundamentalmente los blogs y redes sociales se convirtieron en el espacio idóneo para recibir y brindar información. Sin embargo, esta realidad no pasó inadvertida para los golpistas. «Ahora recibimos imágenes de TeleSur por medio de Internet, pero ayer amenazaron con quitarlo. Incluso los que ofrecen Internet por empresas y celular ayer suspendieron el servicio».
A los 140 caracteres de Twitter se sumó su similar hondureño: Blipea. Esta iniciativa de los hondureños Roberto Brevé y Alejandro Corpeño prevé convertirse en una alternativa nacional al fenómeno del microblogging. Sus realizadores señalan como una de sus fortalezas la presencia de una red de seguidores presentes físicamente en este territorio, a los cuales les interesa promover y compartir informaciones básicamente en español y relacionadas con su país.
La posibilidad de «blipear» mediante mensajes de chat (SMS) permitió que esta red social se convirtiera en otro de los espacios alternativos utilizados luego de los sucesos del domingo 28 de junio.
Si bien los 140 caracteres de Twitter y Blipea permitieron contar en tiempo real qué estaba pasando, fue en la red social Facebook donde se logró un mayor nivel de organización. Grupos como «Yo repudio el Golpe de Estado en Honduras», con casi 3 000 miembros de diferentes naciones, «Manuel Zelaya, presidente» y «Estudiantes apoyando al Presidente» tipifican algunos de los más de 60 grupos virtuales que han sido creados durante estos cuatro días.
¿Qué vamos a hacer ahora?, preguntaba un internauta en los foros de discusión que permiten los grupos virtuales de Facebook. Gracias a las posibilidades comunicativas de esta plataforma su pregunta no fue desoída.
En ese mismo espacio, la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) hizo pública su convocatoria a todas las organizaciones de base y militares para una marcha en repudio al golpe de Estado este jueves en Córdoba y Callao. «Desde allí se caminará hasta la sede de la Embajada de Honduras en la Argentina», afirma uno de los simpatizantes.
Mil palabras, una imagen
«El precio de Internet en Honduras es relativamente barato», nos cuenta un hondureño. Pero según cifras de la Organización de Naciones Unidas, el uso de la red de redes es exclusivo de un cinco por ciento de la población aproximadamente.
No obstante, según el creador de Blipea, Roberto Brevé, existe un promedio de seis millones de personas con celulares y muchos de estos dispositivos tienen cámara incorporada.
Sabedores del poder de las imágenes, muchos de los usuarios de Internet que cuentan la situación de Honduras a través de la red han salido a las calles a tomar fotografías y videos que ilustren lo que está sucediendo.
«Tomo el celular y voy a la calle; espero que todo esté bien», avisa un joven de Tegucigalpa que ha subido varias imágenes de las manifestaciones contra los golpistas en sitios como Picassa, Flickr y Twittpic, todos utilizados para compartir fotografías de forma libre en la red.
YouTube, el exitoso sitio de Google donde cada ciudadano puede incorporar sus archivos de video, también ha sido usado para difundir imágenes de las manifestaciones ante el silencio de los medios tradicionales.
«Los pro Micheletti estuvieron en TV; todo lo que huele a Zelaya es baneado (bloqueado)», cuenta un usuario de Twitter desde la capital hondureña, y otro responde: «Hay otra manifestación en Tegucigalpa que los medios locales no están cubriendo; el único medio es TeleSur”.
Desde otros países, reporteros, fotógrafos y ciudadanos han denunciado la censura a la que han sido sometidos los medios a través de sus blogs. La bitácora Mimalapalabra, realizada desde Honduras, agrupa las principales informaciones publicadas por cadenas de noticias internacionales y les suma las vivencias de su realizador sobre el asunto. «Los únicos manifestantes “legales” y no reprimidos son los que están a favor del golpe de Estado; pocos comparados con toda la población hondureña de manifestantes». A esta afirmación su autor añade una docena de imágenes y varios videos.
El blog Por Honduras libre, realizado por el Movimiento Social Nicaragüense Otro mundo es posible, difunde videos de la resistencia popular al golpe, así como informaciones sobre el gobernante de facto, Micheletti, bajo el lema «¡Contra el golpe militar: contragolpe popular!».
Si bien han sido fundamentales las manifestaciones en las calles de Honduras condenando el golpe de Estado, el eco internacional propiciado por el uso de las redes sociales permitió la creación de un espacio de solidaridad que rebasa las fronteras geográficas del país afectado.
Honduras ganó la atención de los cibernautas. Para los latinoamericanos las viejas heridas de dictaduras y oleadas golpistas permanecen demasiado cercanas aún. N.B. no revelará su fotografía hasta tanto no retorne su legítimo presidente. Seguirá siendo otro número IP anónimo. Pero su voz ha sido escuchada y sus mensajes reproducidos por personas a las que, de no ser por la red de redes, no habría conocido jamás.
«Lo siento, te borraré de mis contactos; pero gracias por decirle a tu pueblo», dijo antes de salir para siempre del chat.
Correo: digital@jrebelde.cip.cu
Las redes sociales se convirtieron en pocas horas en objeto de protestas contra el golpe de Estado protagonizado por los militares hondureños
N.B. no tiene rostro en Twitter. Dos círculos azules y un guión en el medio es su única identificación desde hace tres días. La madrugada del domingo 28 de junio su presidente fue secuestrado y llevado a Costa Rica. N.B. cuenta a través de esta red social lo que ocurre en su ciudad y nos pide que no develemos su nombre. Tiene miedo. ¿Por qué?, le pregunto. «Pueden averiguar quién soy. No quiero seguir hablando».
Cuando el pasado domingo se dio a conocer la noticia del secuestro del presidente de Honduras, Manuel Zelaya, y su posterior trasladado a Costa Rica, un nuevo tópico asaltó la agenda de los medios sociales en Internet: el golpe de Estado en Honduras.
Twitter, una red social creada por los norteamericanos Jack Dorsey y Biz Stone en marzo de 2006, permite a los usuarios responder en tiempo real y a través de 140 caracteres a la pregunta ¿Qué estás haciendo ahora? Aunque su público es mayoritariamente angloparlante esta nueva herramienta ha sido acogida con simpatía en el mundo hispano, especialmente en España.
En América Latina dos sucesos marcaron el debut en el uso masivo de Twitter: el referéndum revocatorio del 15 de febrero en Venezuela y la expansión en México del virus A (H1N1). En ambos casos las actualizaciones en el sitio rebasaban las cien entradas por segundo.
Tegucigalpa a oscuras
«Sin luz estuvimos seis horas el domingo, día en que empezó la crisis, con el objetivo de desinformar a la población», nos cuenta otro usuario de esta red social desde Tegucigalpa.
Pero no fue solo el apagón eléctrico el que sacudió a la capital hondureña, ni las afectaciones al suministro de agua o a los servicios de Internet. Mientras en los principales medios a nivel mundial circulaba la noticia del destino incierto de Manuel Zelaya, los canales locales optaban por transmitir dibujos animados, deportes y telenovelas dándole la espalda a la demanda informativa de los ciudadanos.
Ante el silencio de los medios oficiales, algunos hondureños, fundamentalmente de Tegucigalpa y San Pedro Sula, volcaron su frustración en las redes sociales. Detractores y seguidores del presidente Zelaya explicaban la manipulación de la que estaban siendo objeto y la completa falta de información.
«Durante todos estos días, desde el domingo, cuando perpetraron el golpe de Estado, fueron intervenidos por el ejército todos los canales: 8, 66, y 36», cuenta N.B. «Teníamos TeleSur en el canal 13 y lo quitaron, así como cualquier otro que transmitiera acerca de la situación real del país».
Ante una situación tan desesperada, Internet y fundamentalmente los blogs y redes sociales se convirtieron en el espacio idóneo para recibir y brindar información. Sin embargo, esta realidad no pasó inadvertida para los golpistas. «Ahora recibimos imágenes de TeleSur por medio de Internet, pero ayer amenazaron con quitarlo. Incluso los que ofrecen Internet por empresas y celular ayer suspendieron el servicio».
A los 140 caracteres de Twitter se sumó su similar hondureño: Blipea. Esta iniciativa de los hondureños Roberto Brevé y Alejandro Corpeño prevé convertirse en una alternativa nacional al fenómeno del microblogging. Sus realizadores señalan como una de sus fortalezas la presencia de una red de seguidores presentes físicamente en este territorio, a los cuales les interesa promover y compartir informaciones básicamente en español y relacionadas con su país.
La posibilidad de «blipear» mediante mensajes de chat (SMS) permitió que esta red social se convirtiera en otro de los espacios alternativos utilizados luego de los sucesos del domingo 28 de junio.
Si bien los 140 caracteres de Twitter y Blipea permitieron contar en tiempo real qué estaba pasando, fue en la red social Facebook donde se logró un mayor nivel de organización. Grupos como «Yo repudio el Golpe de Estado en Honduras», con casi 3 000 miembros de diferentes naciones, «Manuel Zelaya, presidente» y «Estudiantes apoyando al Presidente» tipifican algunos de los más de 60 grupos virtuales que han sido creados durante estos cuatro días.
¿Qué vamos a hacer ahora?, preguntaba un internauta en los foros de discusión que permiten los grupos virtuales de Facebook. Gracias a las posibilidades comunicativas de esta plataforma su pregunta no fue desoída.
En ese mismo espacio, la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) hizo pública su convocatoria a todas las organizaciones de base y militares para una marcha en repudio al golpe de Estado este jueves en Córdoba y Callao. «Desde allí se caminará hasta la sede de la Embajada de Honduras en la Argentina», afirma uno de los simpatizantes.
Mil palabras, una imagen
«El precio de Internet en Honduras es relativamente barato», nos cuenta un hondureño. Pero según cifras de la Organización de Naciones Unidas, el uso de la red de redes es exclusivo de un cinco por ciento de la población aproximadamente.
No obstante, según el creador de Blipea, Roberto Brevé, existe un promedio de seis millones de personas con celulares y muchos de estos dispositivos tienen cámara incorporada.
Sabedores del poder de las imágenes, muchos de los usuarios de Internet que cuentan la situación de Honduras a través de la red han salido a las calles a tomar fotografías y videos que ilustren lo que está sucediendo.
«Tomo el celular y voy a la calle; espero que todo esté bien», avisa un joven de Tegucigalpa que ha subido varias imágenes de las manifestaciones contra los golpistas en sitios como Picassa, Flickr y Twittpic, todos utilizados para compartir fotografías de forma libre en la red.
YouTube, el exitoso sitio de Google donde cada ciudadano puede incorporar sus archivos de video, también ha sido usado para difundir imágenes de las manifestaciones ante el silencio de los medios tradicionales.
«Los pro Micheletti estuvieron en TV; todo lo que huele a Zelaya es baneado (bloqueado)», cuenta un usuario de Twitter desde la capital hondureña, y otro responde: «Hay otra manifestación en Tegucigalpa que los medios locales no están cubriendo; el único medio es TeleSur”.
Desde otros países, reporteros, fotógrafos y ciudadanos han denunciado la censura a la que han sido sometidos los medios a través de sus blogs. La bitácora Mimalapalabra, realizada desde Honduras, agrupa las principales informaciones publicadas por cadenas de noticias internacionales y les suma las vivencias de su realizador sobre el asunto. «Los únicos manifestantes “legales” y no reprimidos son los que están a favor del golpe de Estado; pocos comparados con toda la población hondureña de manifestantes». A esta afirmación su autor añade una docena de imágenes y varios videos.
El blog Por Honduras libre, realizado por el Movimiento Social Nicaragüense Otro mundo es posible, difunde videos de la resistencia popular al golpe, así como informaciones sobre el gobernante de facto, Micheletti, bajo el lema «¡Contra el golpe militar: contragolpe popular!».
Si bien han sido fundamentales las manifestaciones en las calles de Honduras condenando el golpe de Estado, el eco internacional propiciado por el uso de las redes sociales permitió la creación de un espacio de solidaridad que rebasa las fronteras geográficas del país afectado.
Honduras ganó la atención de los cibernautas. Para los latinoamericanos las viejas heridas de dictaduras y oleadas golpistas permanecen demasiado cercanas aún. N.B. no revelará su fotografía hasta tanto no retorne su legítimo presidente. Seguirá siendo otro número IP anónimo. Pero su voz ha sido escuchada y sus mensajes reproducidos por personas a las que, de no ser por la red de redes, no habría conocido jamás.
«Lo siento, te borraré de mis contactos; pero gracias por decirle a tu pueblo», dijo antes de salir para siempre del chat.
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