D’Escoto instó ayer a la organización de 192 países a evaluar medios de restaurar pacíficamente en la presidencia hondureña a Zelaya, depuesto el domingo en un golpe de Estado.
D’Escoto dijo previamente que había invitado a Nueva York a Zelaya, a quien los militares hondureños exiliaron por la fuerza en Costa Rica, para que informe directamente a los miembros de la Asamblea General acerca de la situación en su país.
El presidente de la Asamblea General dijo también durante una sesión especial ayer que la expulsión de Zelaya fue un ataque indignante a la democracia hondureña y que la Asamblea General debería condenarla.
“Es con el corazón triste e indignado que abro esta sesión plenaria para tratar el golpe de Estado que interrumpió el orden democrático y constitucional del presidente José Manuel Zelaya en la República de Honduras”, dijo D'Escoto, al inicio del acto.
El ex canciller sandinista afirmó que convocó la reunión tras recibir numerosas peticiones de países miembros del organismo para que se discutiera en ese foro multilateral “este atroz atentado contra la democracia hondureña”.
“Tenemos que asegurarnos de que este acto infame en Honduras termine siendo un fracaso”, agregó.
El embajador hondureño ante la ONU, Jorge Arturo Reyna, agradeció en su intervención la solidaridad de la comunidad internacional con su Gobierno y destacó el rechazo internacional generalizado al golpe militar.
“Era una historia que pensábamos terminada, pero de nuevo fuerzas que se oponen a la voluntad popular y la democracia han reaparecido”, señaló.
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