En una entrevista concedida al diario paquistaní 'Dawn' después de que el presidente estadounidense, Barack Obama, anunciase su nueva estrategia para Afganistán y Pakistán, Jones no sólo defendió la eficacia de los bombardeos sino que dijo que están causando pocos daños colaterales.
"Están teniendo un efecto, pero si continuarán o no es algo que corresponde decidir al Gobierno paquistaní y a nuestro Gobierno trabajando codo con codo y en colaboración", explicó el general. "Los ataques han hecho dos cosas: primero, se han dirigido muy específicamente contra Al Qaeda; y segundo, producen muy pocos daños colaterales", agregó.
Ésta es la primera vez que un alto cargo del Gobierno estadounidense habla 'on the record' sobre esta cuestión. Las autoridades estadounidenses normalmente no admiten su implicación en estos ataques y lo que suelen hacer es decir a los periodistas que contacten con las autoridades paquistaníes para que les aclaren si realmente ocurrieron.
Los bombardeos fueron ordenados en un principio por el ex presidente George W. Bush, pero la Administración Obama ha seguido llevando a cabo esta estrategia y además algunos altos cargos han indicado recientemente que los aviones no tripulados podrían ampliar sus operaciones a la provincia de Baluchistán, en el oeste del país.
El consejero de Seguridad Nacional explicó que la nueva política de Estados Unidos hace más hincapié en Pakistán que el que se hacía en el pasado, algo que consideró "normal" porque "es un problema más nuevo".
Jones destacó que las relaciones entre Washington y Pakistán están en un "modo de reinicio". "Quiere decir que estamos teniendo un diálogo muy intenso. Estamos construyendo una confianza entre las Fuerzas Armadas" de ambos países, añadió.
NO HABRÁ TROPAS DE EEUU EN PAKISTÁN
No obstante, lo que ya ha quedado claro es que Estados Unidos no tiene intención de enviar tropas a Pakistán, y así lo ha confirmado el secretario de Estado adjunto para Asuntos del Sur y el Centro de Asia, Richard Boucher, quien indicó que los paquistaníes, un "aliado de Estados Unidos en la guerra contra el terrorismo", están actuando en su territorio.
"Nosotros operamos de forma diferente al otro lado de la frontera", dijo en referencia a Afganistán. Boucher afirmó que Estados Unidos entiende y "respeta" que los paquistaníes no quieren que las fuerzas estadounidenses se desplieguen en su país. "Pero, al mismo tiempo, queremos asegurarnos de que les apoyamos adecuadamente", agregó.
Por su parte, el representante especial de Estados Unidos para Afganistán y Pakistán, Richard Holbrooke, subrayó que la lucha para llevar la estabilidad a las zonas fronterizas de Pakistán es "el desafío de mayores proporciones" al que se enfrenta el nuevo plan de Obama porque Islamabad ha impuesto un límite. "La línea roja es inequívoca y el Gobierno la ha expresado públicamente: no a las tropas extranjeras en nuestro territorio", dijo.
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