El desplome del mercado laboral continúa. Desde octubre acumula hitos históricos negativos que muestran la cara más dramática de la crisis. Febrero -como diciembre y enero- se ha cerrado con el mayor número de parados conocido en España, casi 3,5 millones de personas, según el Ministerio de Trabajo. Un dato contundente que deja tras de sí otros tan preocupantes o más: la Seguridad Social ha perdido 1.139.514 afiliados, hasta quedar en 18.112.611 (un 5,92% menos en un año); y el número de desempleados que no perciben prestación ni subsidio alguno ya es de 891.057.
La factura de las ayudas al desempleo superó en enero los 2.500 millones
Y lo peor es que todavía queda. "No hemos tocado fondo aún", afirma Ángel Laborda, de Funcas. Los datos de la Seguridad Social podrían indicar lo contrario, o al menos anunciarlo, si se observa sólo la caída de la afiliación media entre enero y febrero (69.132). Pero el mismo Laborda aclara que si se analiza la cifra desestacionalizada (unos 159.400, según apunta) la conclusión no es nada halagüeña.
Tampoco Agett, la patronal de las agencias de trabajo temporal, es más optimista: "Para llegar a los cuatro millones de parados a final de año bastará con un incremento de 50.000 más cada mes, algo que se da por descontado". De momento, en febrero creció en 154.058 personas, con lo que el aumento del paro en 12 meses es de 1,167 millones, un 50%.
A la vista de la situación, al Gobierno y al PSOE no les queda más remedio que asumir la evidencia, y aparcar su promesa electoral de pleno empleo. "No es positivo", afirmó ayer el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, sobre el paro registrado. "Negativo", describió el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero. "Es un mal dato", declaró el vicesecretario general socialista, José Blanco. Para revertir la situación, el Ejecutivo confía en las medidas que ya ha puesto en marcha, y en las que va a implantar.
Mucho más contundentes fueron los responsables del Partido Popular. Su secretaria general, María Dolores de Cospedal, definió los datos como "catastróficos", y llamó la atención sobre los desempleados que no perciben ninguna prestación, más de un millón, según sus cálculos, no refrendados por las estadísticas.
La escalada del paro ha traído consigo el aumento de los perceptores de prestaciones o subsidios. En enero había 2,4 millones (un 51,5% más en un año), y su factura total ascendió a 2.503 millones. Pero estos datos, no son suficientes para evitar que el número de parados sin prestación o subsidio crezca rápidamente. Los 891.057 que había en enero son casi 200.000 más que en el mismo mes de 2008.
En el análisis por sectores, el Gobierno quiso ver un rayo de optimismo. El secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, llamó la atención sobre la menor caída de afiliación en el régimen general en la construcción (8.935) respecto a meses anteriores (sólo en enero, más de 78.000). No quiso sacar conclusiones, pero dejó el dato sobre la mesa.
Pero Valeriano Gómez no se muestra tan optimista. Señala el antiguo secretario general de Empleo que febrero suele ser un buen mes para la construcción, y, por tanto, una caída en este mes indica que el deterioro de la situación continuará. No estará sólo la construcción, industria y servicios (sobre todo el comercio) le escoltarán. Ambos sectores contabilizaron 22.343 y 88.654 nuevos parados, respectivamente.
Tras conocer los datos, Cándido Méndez, secretario general de UGT, reclamó una intensificación del diálogo social, del que dijo que "no peligra". Comisiones Obreras, por su parte, aprovechó para reclamar más medidas al Gobierno, pues las presentadas hasta ahora "no son suficientes".
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