Una delegación del FMI llega a Madrid para analizar la economía española

Rebelion.

La presión sobre la economía española no cesa. La próxima semana llegará a Madrid la misión del Fondo Monetario Internacional para elaborar el informe de primavera que, según algunos analistas, deberá plantear cuestiones graves a solucionar.

Hace unos días la Comisión Europea planteaba que, si bien la economía española está haciendo los deberes, no puede dejar de vigilar que no haya desviaciones sobre lo previsto y, sobre todo, proponía, una rebaja de las cotizaciones sociales y una subida en paralelo del IVA y de los impuestos sobre el consumo de energía para, en su opinión, facilitar el empleo.

La próxima semana los expertos del Fondo Monetario Internacional acudirán a Madrid para celebrar reuniones con el Gobierno, la oposición y expertos independientes con la intención de elaborar el informe de primavera sobre la economía española. Y parece fuera de toda duda que el documento del FMI no va a discrepar en absoluto del de la Unión Europea e incluso se considera que puede ser más duro en cuanto a la profundidad de las reformas que deberían instrumentarse.

Los expertos el fondo se reunirán con el Gobierno, el Banco de España, la oposición, entidades financieras y sus patronales, al tiempo que también amplían su red de contactos con expertos independientes. Se trata de una visita habitual, no extraordinaria, de la que sale el informe sobre las perspectivas de la economía española en el corto y el medio plazo.

La delegación del FMI permanecerá en España una semana y al término de su visita hará público su informe. Unas horas antes de darlo a conocer se lo adelantan al Gobierno de forma que éste pueda intentar matizar algún aspecto concreto si lo considera necesario. Ello no implica necesariamente que las sugerencias que el Ejecutivo pueda hacer sean recogidas.

Habitualmente, y si la situación de la economía no es grave, suele haber una razonable coincidencia entre los expertos del FMI y los responsables políticos del Gobierno de turno. Pero en momentos de bajo crecimiento y de tensiones en los mercados como los actuales es bastante probable que se produzcan diferencias notables entre ambas partes.

Igual que ha ocurrido con el documento de la Comisión Europea. Esas recomendaciones fueron cuestionadas por el Gobierno y la propia vicepresidenta económica declaró inmediatamente que la Administración no iba a tomar a corto plazo ninguna de las medidas que señalaba la UE.

Algunas de las personas que van a mantener contactos con la misión del FMI entienden que ésta pondrá el acento en la necesidad de acelerar la reforma del sistema financiero español, en controlar la evolución del déficit público, especialmente el de las comunidades autónomas y las entidades locales, y en la profundización de la reforma de la negociación colectiva que, según todos los indicios, puede ser considerada insuficiente la que el Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes.

Para estos expertos, la presión que el FMI puede ejercer sobre el ejecutivo español puede en estos momentos ser más fuerte y efectiva que en anteriores ocasiones. Lloverá sobre mojado tras el informe de la UE y lo que está ocurriendo en estos días en los que se ha levantado una fuerte polémica política importante sobre el volumen real de déficit público en las comunidades autónomas y el problema de la financiación del sistema sanitario.

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