Las elecciones de este domingo en Brasil serán históricas. Marcadas por las mayores expectativas, los ojos del mundo están puestos en nuestro país. Después de cuatro años de gobierno reaccionario de Bolsonaro, tenemos la oportunidad de poner fin a la pesadilla que se ha instalado en el Palacio de Gobierno: Sacar a un presidente reconocido en el mundo como uno de los principales exponentes de la onda autoritaria neofascista. La candidatura de Lula expresa la necesidad de defender y recuperar las libertades democráticas establecidas en la constitución de 1988 votada luego de la caída de la dictadura de 1964. Un triunfo de Bolsonaro expresaría, bajo otro contexto y con formas diferentes, un paso atrás en dirección a esa larga noche negra que ya vivimos. Sería una derrota grave para los trabajadores y el pueblo de Brasil y un fortalecimiento de la derecha autoritaria en todo el mundo.
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