Los opositores más duros al presidente aspiraban a removerlo tras el triunfo en las elecciones, pero la Constitución no otorga esa potestad al Parlamento. Prioridades y desafíos de los vencedores
Dario Mizrahi Por: Dario Mizrahi dmizrahi@infobae.com
La oposición era muy optimista antes de las elecciones que el pasado 6 de diciembre designaron a los 167 integrantes de la Asamblea Nacional (AN). A pesar de que las reglas estaban muy volcadas en favor del oficialismo, las encuestas mostraban el hartazgo de la población con el chavismo. Pero ni los más soñadores de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) esperaban quedarse con 112 diputados, uno más de los necesarios para tener una mayoría calificada de dos tercios.
¿Cómo administrar un poder y una responsabilidad muy superiores a las que proyectaban? El contexto podría favorecer las divisiones en la heterogénea coalición, en la que conviven en tensión los que quieren acelerar los cambios, y los que prefieren ir más despacio.
“QUÉ HACER CON NICOLÁS MADURO ES UN DEBATE INTERNO EN LA OPOSICIÓN”
“Qué hacer con Nicolás Maduro es un debate interno en la oposición, que no ha salido a la luz porque los dos sectores en disputa saben que no les conviene plantearlo abiertamente. Los más radicales quieren ir por su salida, porque creen tener lo votos para hacerlo. Pero los moderados dicen que la gente pretende rectificaciones económicas, no el fin del régimen. Además piensan que le podrían dar a Maduro la excusa para decir que hay un golpe de Estado”, explicó Luis Gómez Calcaño, profesor emérito del Centro de Estudios del Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela, consultado por Infobae.
En caso de que se propusiera acortar el mandato de Maduro, ¿qué alternativas tendría la MUD? No muchas.
La oposición obtuvo 112 diputados, uno más de los dos tercios de la Asamblea Nacional
“El Presidente no puede ser destituido por la AN, ni la Constitución prevé juicio político alguno. Sólo regula la posibilidad de que se revoque el mandato mediante un referendo revocatorio, con una votación a favor igual o mayor a los votos que lo eligieron. Además, establece que puede ser destituido de su cargo por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), pero en caso de incapacidad física o mental certificada por una junta médica que nombre, y con la aprobación de la AN”, dijo aInfobae Allan Brewer-Carías, doctor en derecho y socio de la firma de abogados Baumeiseter & Brewer, con sede en Caracas.
En los últimos días, circuló en algunos medios la versión de que, con los dos tercios, la oposición podría convocar un referendo para destituir a Maduro. Pero es falso. Sólo se puede hacer el llamado a través de una iniciativa popular que consiga reunir las firmas de al menos el 20% de los electores inscritos en el Registro Electoral. Es un camino largo y tortuoso, que aún en el caso de que termine saliendo como pretenden los opositores, podría tener efectos no buscados.
“EL PRESIDENTE NO PUEDE SER DESTITUIDO POR LA AN, NI LA CONSTITUCIÓN PREVÉ EL JUICIO POLÍTICO”
“El revocatorio se puede hacer a partir de abril de 2016, cuando Maduro cumpla la mitad de su mandato —dijo Gómez Calcaño—. Pero la Constitución dice que si el referendo se hace en los dos últimos años del período, que serían 2017 y 2018, no se elige un nuevo presidente, sino que lo reemplaza el vice. Para el Gobierno sería sumamente fácil retrasar la votación hasta 2017, cuando ya no tendría el efecto político buscado”.
Además es una estrategia que podría exacerbar las diferencias internas en la oposición, en un momento en que necesita mantenerse unida. “En la medida en que algunos crean que se puede hacer el revocatorio en el corto plazo, obviamente las aspiraciones presidenciales van a pasar al primer plano. Todo el mundo sabe que habría dos posibles candidatos: Henrique Capriles y Leopoldo López, que si no se sanciona la amnistía no podría postularse. Hay un peligro en eso”, sostuvo el académico.
“Pero dado que la oposición ha estado en situaciones mucho más difíciles, y ahora logró esto que realmente es una hazaña en contra de todo el aparato del Estado, yo sería optimista en que le conviene mantenerse unida, porque es lo que le ha permitido llegar hasta aquí. Y creo que esa unidad será en torno a posturas más moderadas. En una visión retrospectiva, la estrategia de buscar la salida de Maduro en 2014 fue contraproducente. Pero ir acumulando fuerzas y votos a nivel popular tuvo más éxito, y lo lógico es que siga predominando eso”, agregó.
AFP
Los nuevos desafíos de la oposición
Los dos tercios de la AN dan un enorme poder al partido que los detenta. Si bien durante los 16 años en los que el chavismo tuvo el control pasó a un segundo plano, ya que siempre delegó responsabilidades en el presidente, la MUD podría cambiar las cosas.
“La AN tiene la función de control político sobre el Ejecutivo y la Administración Pública, que ha renunciado a ejercer en los últimos 15 años, no habiendo nunca controlado a los otros órganos del Estado. Además es un cuerpo elector de segundo grado, que elige al Fiscal General, al Contralor general, al Defensor del Pueblo, a los rectores del Consejo Nacional Electoral, y a los magistrados del TSJ, en estos casos con el voto de las dos terceras partes de sus miembros”, contó Brewer-Carías.
Incluso podría convocar a una Asamblea Constituyente para modificar la Constitución sancionada por el chavismo en 1999. Pero todo indica que irá en otra dirección.
“Las prioridades parlamentarias de la MUD han sido dichas muy claramente —dijo Gómez Calcaño—: la ley de amnistía para liberar a los presos políticos, y el intento de medidas de política económica, para resolver los problemas de escasez, inflación y desabastecimiento. La oposición se da cuenta de que tiene que convertir el triunfo en un impulso que lleve a un cambio en el régimen. No necesariamente obligar a Maduro a renunciar, pero sí aprovechar las disidencias internas para que haya un mínimo de apertura”.
Leopoldo López, preso desde hace más de un año, lidera la facción más radicalizada de la MUD
Si el primer desafío de la MUD es mantenerse unida, el segundo es hacer valer su flamante control de la AN para empezar a cambiar la situación políticoeconómica del país. Todos saben que la administración del país está a cargo del Gobierno, no del parlamento. Pero esto no significa que no podrá intervenir en la toma de decisiones.
“No es responsabilidad absoluta de la AN enderezar al país, pero podrá hacer algunas cosas. Una de ellas es mejorar la transparencia administrativa, a través de la revisión de las cuentas. Se ha dilapidado mucho dinero, y si hay más orden fiscal, la economía venezolana tendrá otra dinámica. Unido a esto, podrá abrir los medios de comunicación, al menos el canal de la AN. Van a poder revisar quiénes están trabajando allí, cuál es su presupuesto y por qué se invisibilizaba a los diputados opositores”, dijo Yorelis Acosta, psicóloga social y doctora en ciencia política de la Universidad Central, en diálogo con Infobae.
“NO ES RESPONSABILIDAD ABSOLUTA DE LA AN ENDEREZAR AL PAÍS, PERO PODRÁ HACER ALGUNAS COSAS”
“En enero Maduro tendrá que presentar su memoria y cuenta, el informe de gestión de 2015. Los ministros van a ser interpelados para rendir cuentas, y no será algo teórico como en los tiempos de Chávez, que podía hablar durante nueve horas y cantar delante de la AN sin decir nada. Tendrán que presentar soportes administrativos de lo que hicieron”, agregó.
El tercer desafío que se le presenta a la MUD, y probablemente el más difícil de todos, es vencer la dura resistencia que va a ejercer el Gobierno frente a cualquier iniciativa que impulse.
La primera herramienta que tiene Maduro para neutralizar a la oposición es el veto presidencial. Su efecto será mínimo, porque con la amplia mayoría que tiene, la MUD no tendrá ningún problema en revocar los vetos. El segundo recurso sería sancionar, antes de que asuman los nuevos diputados, una Ley Habilitante que otorgue poderes legislativos al presidente. Tampoco tendría demasiadas consecuencias.
“Si se llegase a sancionar por la AN moribunda alguna Ley Habilitante o de delegación legislativa antes de la instalación de la nueva Asamblea el 5 de enero próximo —dijo Brewer-Carías—, la AN puede reformarla o derogarla. Las leyes se derogan o se reforman por otras leyes, dice la Constitución, y ello no tiene límite alguno. El trámite no es nada complejo, y menos cuando se controlan los dos tercios”.
Pero a Maduro le quedaría otra arma, la más poderosa de todas: el TSJ. “Está absolutamente en manos del chavismo, por tanto, puede anular cualquier ley que apruebe la AN, declarándola inconstitucional. Obviamente va a bloquear la amnistía, y los diputados salientes van a atornillar a nuevos magistrados chavistas para que durante los próximos años frenen todo lo que pueda hacer la oposición. Eso va a llevar a un conflicto de poderes”, dijo Gómez Calcaño.
“LOS DIPUTADOS SALIENTES VAN A ATORNILLAR A NUEVOS JUECES CHAVISTAS”
Luis Herrera, abogado de la Universidad Central, resumió cómo sería esa colisión. “El Presidente puede negarse a publicar una ley sancionada por la AN, pero ésta igual la puede publicar en la Gaceta Legislativa y convertirla en ley de la República. El problema es si el Ejecutivo pide que la Sala Constitucional del TSJ revise la constitucionalidad de la ley sancionada, y la actual SC, que está completamente politizada, y que no es independiente del Gobierno nacional, dice que es inconstitucional sólo por complacer al Presidente”, contó en diálogo con Infobae.
A su favor, la oposición sabe que con los dos tercios de la cámara puede nombrar y destituir a los jueces del tribunal. “De hecho, los designados en diciembre de 2014 podrían ser revocados, al igual que los que se designen en este diciembre de 2015, pues se están siendo nombrados por una mayoría inferior a las dos terceras partes. Además son en general del partido de Gobierno, juzgaron casos políticos a favor del Gobierno o fueron funcionarios”, dijo Herrera.
De todos modos, el mensaje de las urnas fue muy fuerte y hay quienes creen que los organismos estatales que hasta el momento obedecían sin reservas las órdenes que venían del Palacio de Miraflores quizás empiecen a actuar de otra manera.
“Creo que esa fidelidad que han demostrado todos los poderes no será la misma. Cuando los miembros del TSJ entiendan que la sociedad se pronunció tan contundentemente en contra de la corrupción, tendrán que insertarse en el carril. Un número importante de jueces ya pidieron su jubilación adelantada porque saben que con una AN que garantice transparencia tienen los pies de barro. Basta revisar sus curriculum para verificar que muchos de ellos no tienen los requisitos mínimos para estar ahí. Solamente eso va a ayudar a que actúen con apego a la ley”, concluyó Acosta.
0 Comentarios
DEJA UN COMENTARIO