Las energías alternativas y las mejoras en la eficiencia ganan peso. El fin del conflicto en Irak y Libia hace prever que la oferta aumente. La revolución del shale en EEUU ha incrementado la competencia
El precio del petróleo aún podría caer mucho más y alcanzar precios históricamente bajos. Los 20 dólares serían el nuevo suelo del crudo, las mejoras tecnológicas y en la competencia por el lado de la oferta (producción de petróleo) podrían llevar al barril de oro negro hasta precios no vistos desde hace años.
Además, los 50 dólares se establecerían como techo o máximo del precio del barril. Los riesgos para España por la crisis del crudo
El economista y periodista británico Anatole Kaletsky explica en Reuters que los avances tecnológicos en la industria y la debilidad de la futura demanda de crudo por la mayor preocupación por el medio ambiente y las continuas mejoras en la eficiencia amenaza la vuelta del 'petróleo caro'.
Kaletsky explica que entre 1974 y 1985, el barril de West Texas (petróleo de referencia en EEUU) fluctuó en la banda 48 y 120 dólares. Entre 1986 y 2004 el precio osciló entre 21 y 48 dólares (sin contar los periodos singulares entre la crisis rusa de 1998 y la guerra de Irak de 1991). A partir de 2005 el precio ha oscilado entre los 50 y los 120 dólares, sin tener en cuenta de los picos producto de la crisis financiera entre 2008-09. Ahora se podría inicia una nueva era, con precios más bajos a los vividos en los últimos años.
Una nueva era
Hay varias razones que hacen prever que el precio del crudo vaya a caer hasta los 20 dólares por barril. La búsqueda de energías alternativas y más limpias pueden limitar la demanda de petróleo tanto por la mejora de la eficiencia en el uso del crudo como por la menor demanda producto de un mayor uso de otras energías.
Además, el fin del conflicto en Irak y Libia hace prever que la oferta de crudo siga aumentando, a la vez que Arabia Saudí mantiene constante su producción, al igual que el resto de miembros de la OPEP.
Por otro lado, la revolución del shale en EEUU. Este es otro argumento de fuerza, un aumento de la competencia que ha destrozado el monopolio que ejercía la OPEP. Aunque el shale oil es relativamente costoso, la producción se puede detener (en periodos de bajos precios y escasa rentabilidad) y volver a poner en marcha con un coste muy inferior al de las infraestructuras utilizadas para extraer el petróleo convencional.
Los precios que necesita el 'fracking' y el shale oil para ser rentables oscilan entre los 40 y los 50 dólares por barril. Esta horquilla, según Anatole Kaletsky, será el el techo del precio del petróleo en el futuro, es decir, salvo extrañas excepciones el barril de West Texas nunca superará los 50 dólares. En cuanto el precio supere esta resistencia la maquinaria del 'fracking' se pondrá manos a la obra para producir más crudo y los precios volverán a caer ante el aumento de la oferta.
Kaletsky explica que si sus argumentos e hipótesis son correctos y se cumplen entraremos en una nueva era en la que la horquilla del precio del petróleo se moverá entre los 20 y los 50 dólares por barril durante años.
elEconomista
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