El presidente de la República, Juan Manuel Santos Calderón, otorgó el pasado 1 de diciembre la nacionalidad colombiana al ex presidente del Gobierno de España, Felipe González, en una discreta ceremonia celebrada en el Salón Protocolario de la Casa de Nariño. “Creo que no hay presidente que no pueda decir que en momento de angustia o de duda, ahí estaba Felipe González listo a dar sus consejos, a ayudar, a poner su granito de arena en forma muy efectiva, además; siempre en forma desinteresada por su cariño con Colombia, con los colombianos”, dijo Santos Calderón. Y no le faltaba razón: sus lazos con Colombia se centran sobre todo con dos parejas, según han descrito ellas mismas. Y con muchos políticos del régimen.
Virginia Vallejo, amante de Pablo Escobar, conoce bien a Felipe González. De hecho confiesa que “yo creo en el socialismo, en un socialismo a la manera de Felipe González”. Ella es periodista, llegó a entrevistar al dirigente español del PSOE y ha contado en su libro “Amando a Pablo, odiando a Escobar” hasta donde se remonta su relación con su ahora compatriota: “Pocos meses antes de conocernos, Escobar y Santofimio habían asistido con otros congresistas colombianos a la posesión del presidente de Gobierno español, el socialista Felipe González, cuyo hombre de confianza, Enrique Sarasola, está casado con la colombiana Cecilia Marulanda“.
“A Felipe González lo había entrevistado yo para televisión en 1981 y a Sarasola lo había conocido en Madrid durante mi primer viaje de luna de miel. Con expresión terriblemente seria, Pablo me ha descrito la escena en la que los otros parlamentarios de la comitiva le pedían cocaína de regalo en una discoteca madrileña y él reaccionaba insultado. Y yo he confirmado lo que ya sabía: que el Rey de la Coca parece detestar, casi tanto como yo, el producto de exportación sobre el cual está construyendo un auténtico imperio libre de impuestos. La única persona a quien Pablo Escobar ha regalado rocas de cocaína sin que tuviera siquiera que pedirlas es el anterior novio de su novia. Y no lo ha hecho precisamente por razones humanitarias o filantrópicas”.
En otra ocasión, el cuñado de Sarasola intentó venderle a Escobar una fastuosa finca: “El polvorín en la hacienda del cuñado de Enrique Sarasola estallaría en 1996, siendo Carlos Arturo Marulanda embajador ante la Unión Europea durante el gobierno de Ernesto Samper Pizano. Por acción de escuadrones como los de aquellos chulavitas utilizados por su padre medio siglo atrás, casi cuatro centenares de familias campesinas serían obligadas a huir de Bellacruz tras el incendio de sus casas y la tortura y asesinato de sus líderes en presencia del Ejército”.
“Marulanda, acusado de conformación de grupos paramilitares y violaciones de los derechos humanos, sería arrestado en España en 2001 y extraditado a Colombia en 2002. Dos semanas después sería liberado sobre la base de que los delitos habían sido cometidos por los grupos paramilitares que esperaban en el César y no por el millonario amigo del presidente. Para Amnistía Internacional, lo ocurrido en la hacienda Bellacruz constituye uno de los episodios de impunidad más aberrantes en la historia reciente de Colombia. Diego Londoño White, como su hermano Santiago, sería posteriormente asesinado. Y casi todos los demás beneficiarios de la rapiña del Metro y de los crímenes de Bellacruz, o sus descendientes, disfrutan hoy de los más dorados retiros en Madrid y París”. La operación de compraventa finalmente se frustró por la negativa del “narco”:
“Marulanda es el cuñado de Enrique Sarasola. Dile al emisario que yo sé que Bellacruz es la hacienda más grande del país después de unas que tiene el Mexicano en los Llanos, donde la tierra no vale nada, pero que no le doy ni un millón de dólares por ella porque yo no soy un desalmado como el padre del ministro. ¡Y claro que va a valer el doble, mi amor! Pero primero tiene que buscarse a otro tipo sin escrúpulos, como él y su hermano, para que saque de ahí a los descendientes de toda esa pobre gente a quien su padre expulsó de sus parcelas a sangre y fuego aprovechándose del caos de La Violencia.”
Cuando Virginia Vallejo y Pablo Escobar hablaban de la “rapiña del Metro” de Medellín se refieren a una historia que corría por España como leyenda urbana pero que hoy tiene nombres y apellidos: “Me explica que en Bellacruz se está gestando un polvorín que tarde o temprano terminará en una masacre. El padre del ministro, Alberto Marulanda Grillo, compró las primeras 6000 hectáreas en los años cuarenta y fue doblando el tamaño del latifundio con la ayuda de chulavitas, policías que incendiaban ranchos, violaban, torturaban y asesinaban por encargo de quien contratara sus servicios. La hermana de Carlos Arturo Marulanda está casada con Enrique Sarasola, vinculado a la sociedad española Ateinsa de Alberto Cortina, Alberto Alcocer y José Entrecanales“.
“Sarasola, amigo cercano de Felipe González, ganó $19.6 millones de dólares de comisión y gestionó la adjudicación del llamado «Contrato de ingeniería del siglo», el Metro de Medellín, al Consorcio Hispano-Alemán Metromed y a sus socios, entre ellos Ateinsa. Diego Londoño White, gerente del proyecto del Metro, gran amigo de Pablo y dueño, con su hermano Santiago, de las mansiones que él y Gustavo utilizan como oficinas, fue el encargado de negociar el contrato y tramitar las jugosas comisiones. Según un testigo de la rapiña y la voracidad del grupo encabezado por Sarasola, la adjudicación del Metro — en la que recibirían honorarios extravagantes desde unos abogados colombianos de apellido Puyo Vasco hasta el espía alemán Werner Mauss —, «más que una licitación por un contrato de ingeniería civil, parecía una película de gángsters», concepto que otro socialdemócrata como Pablo Escobar parece compartir plenamente”.
“Casi al mismo tiempo que Felipe González en Madrid, llega al gobierno en Colombia su amigo Belisario Betancur gracias al dinero del narcotráfico, que le pagó su campaña electoral. Betancur nombra alcalde de Medellín a Álvaro Uribe cuando la ciudad es un feudo de Pablo Escobar. Uribe se reúne con los capos del cártel de Medellín y a los cuatro meses de su nombramiento, Betancur lo tiene que destituir de la alcaldía a causa de ello. En Medellín Betancur lanza el proyecto multimillonario de construcción de un metro, cuyas obras adjudica a Sarasola, quien se lleva un pellizco de 20 millones de dólares, que se reparte con Felipe González“.
En el negocio reaparece el espía alemán Werner Mauss, implicado en el intento de asesinato de Cubillo en Argel en 1978, quien también se lleva su pellizco correspondiente. Luego el propio Betancur tuvo que nombrar una comisión especial para “investigar” el chanchullo. El primer gerente del metro de Medellín es Diego Londoño White, quien acabó condenado por sus vínculos con Pablo Escobar, así como secuestro, siendo finalmente asesinado en 2002 en un ajuste de cuentas”.
Quien así se expresa es la web “Amnistía Presos”, que ha conseguido un documento gráfico que atestigua lo que dice Virginia Vallejo: Pablo Escobar en el Hotel Palace durante la cena de celebración de la victoria del PSOE en 1982. Además revela 13 vínculos entre Felipe González y las élites socialdemócratas de Colombia: Belisario Betancur (embajador en Madrid y luego presidente); el matrimonio Enrique Sarasola Lertxundi-Cristina Marulanda, hija de Alberto Marulanda Grillo, latifundista agrícola y accionista de la compañía aérea Avianca“.
También Alberto Santofimio Botero, ministro de Justicia, senador, presidente de la Cámara de Representantes, dos veces candidato presidencial y condenado en 2006 como autor del asesinato del también candidato presidencial Luis Carlos Galán, cometido en 1989, en complicidad con el capo del narcotráfico Pablo Escobar; Virginia Vallejo, la pareja de Escobar y periodista que llega a entrevistar a Felipe González. La presencia de Escobar, Santofimio y y Jairo Ortega Ramírez, otro narcopolítico colombiano, está documentada incluso en la sentencia contra Santofimio por asesinato. Existen imágenes en la fiesta del PSOE celebrando la victoria de 1982 de los tres narcopolíticos colombianos, que se sentaron juntos en la mesa del hotel, junto al torero Luis Miguel Dominguín.
“El periodista colombiano Gonzalo Guillén, presente en aquel acto, afirma que fue Pablo Escobar quien le presentó a Felipe González para que le pudiera entrevistar. Luego fueron a una discoteca, donde siguieron celebrándolo toda la noche. La policía española, que tenía fichado a Escobar, supo con antelación que iba a viajar a Madrid y el hotel en el que se hospedaba. Los antidisturbios rodearon el edificio y detuvieron a varios congresistas del Partido Conservador colombiano que se acostaron temprano. Vestidos con sus pijamas, fueron cacheados, junto con sus equipajes”, concluye esta web.
via espía en el congreso
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