El Ministerio de Asuntos Exteriores convocó al encargado de negocios de Venezuela, en ausencia del embajador, para "pedirle explicaciones" sobre las "inaceptables declaraciones realizadas por el presidente de la República Bolivariana de Venezuela".
Moncloa también difundió un comunicado en las que lamentaba "las declaraciones" de Maduro y daba "su total apoyo y solidaridad" a Aznar.
"Este tipo de descalificaciones, falsedades y calumnias sobre autoridades y líderes políticos españoles son, desgraciadamente, demasiado frecuentes por parte del Gobierno de Venezuela. Son injustificadas, carentes de fundamento e impropias de los profundos lazos de amistad que han unido a nuestros países", añadía.
Venezuela acusa de “injerencia” al presidente del Gobierno español.
Hace un mes, Maduro llamó a consultas a su embajador en Madrid, después de que el presidente conservador Mariano Rajoy se reuniera, en calidad de líder del Partido Popular, con la esposa del dirigente opositor Leopoldo López, encarcelado desde el 18 de febrero.
Maduro mostró personalmente su indignación horas después de que la cancillería venezolana tachase de "injerencista, irresponsable e irrespetuosa" las declaraciones de Rajoy, quien reiteró su "preocupación y la de la Unión Europea" por el juicio del opositor venezolano.
Pero hoy Maduro volvió a tensar las relaciones al atacar en un discurso en el palacio de Miraflores de Caracas directamente a Aznar.
"Ya no les basta haber destruido Irak, 1.200.000 muertos en Irak por culpa de Aznar, el asesino de España, sangriento asesino de España, el expresidente español Aznar", dijo.
"Asesino, le digo, porque él es responsable de la muerte de 1.200.000 iraquíes, porque él promovió la guerra con [el entonces presidente estadounidense George W. Bush", clamó.
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