Tal como sucedió en el Golpe de Estado contra Chávez en el 2002, las empresas infocomunicacionales hegemónicas globales forman parte del plan desestabilizador contra el Gobierno bolivariano que se expresó el miércoles pasado en la violencia en Caracas.
“Hay una campaña mundial que no permite que se entienda qué pasa en Venezuela y lo importante de lo que hacemos. En el mundo han hecho creer que aquí hay una guerra civil interna”, había denunciado tres meses atrás el presidente Maduro. Por su parte, el canciller Elías Jaua señaló que los medios son una arma más del imperialismo estadounidense que también financia a la oposición venezolana a través de organismos como la USAID.
Uno de los principales discursos de las corporaciones mediáticas globales sobre Venezuela, fue la conformación de una agenda político-informativa que se sustentó en sistemáticos augurios de violencia y caos que buscaban crear un piso de argumentación con el cual justificar los posteriores ataques de la derecha. Pueden citarse como ejemplo los casos de la BBC, CNN, NBC, Reuters, Al Jazeera y France Presse. A su vez, algunos medios locales hacen su aporte a través de la desinformación intencionada: El Nacional y El Universal, difunden amplios especiales informativos titulados como “Protestas estudiantiles”.
“Seguramente cuando el Estado venezolano tome las medidas que tiene que tomar, se desatará sobre Venezuela, a través de los medios, como CNN y otras cadenas transnacionales, una campaña para decir que en Venezuela hay una dictadura y que estamos violando los DDHH de quienes han ejercido la violencia”, anticipó el canciller Elías Jaua en una entrevista con Telesur.
El terrorismo mediático en Venezuela forma parte de los planes destabilizadores de la derecha que se articula con sabotajes económicos, injerencia golpista de corporaciones y políticos nacionales e internacionales, planes de magnicidio e intentos de aislamiento internacional, tal como denunció sistemáticamente el Gobierno bolivariano.
Uno de los agravantes respecto al Golpe del 2002, es el poder que les otorgan internet y las redes sociales en la difusión a escala global. Telesur comenzó a divulgar el mismo miércoles una serie de portales en los que había fotos y videos manipulados en su contenido, en las fechas, o en la ausencia total de referencia con la realidad –ejemplo: una fotografía que mostraba supuestos disturbios en Caracas, había sido utilizada años antes para informar acerca deEgipto-. En el informe se muestran ejemplos de terrorismo mediático propiciado por ABC y Al Jazeera.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, puntualizó en el caso de la Agencia France Press (AFP), ”porque está a la cabeza de la manipulación”. A su vez, le hizo frente a las acusaciones por haber regulado a la señal NTN24 que opera a nivel internacional como difusora de la desestabilización. “Sacarla del aire fue una decisión de Estado”, enfatizó, según reseñó Correo del Orinoco. Aún hoy, en el portal web de ese medio se citan declaraciones del golpista Leopoldo López y de representantes del Gobierno de Estados Unidos.
No es casual que el miércoles por la noche, los mismos grupos de derecha atacasen con piedras las sedes de Venezolana Televisión y de la Comisión de Responsabilidad Social en Radio y Televisón (Conatel). Así lo describió el director general del organismo William Castillo, funcionario que se trasnfomó en uno de los nuevos blancos de ataque de la prensa internacional.
Por ejemplo, en el Grupo Clarín – de Argentina- se reprodujo un artículo en que se sostiene que Castillo cerrará los medios que “cubran las protestas”, y se menosprecian las declaraciones que repudian la difusión de la violencia como estrategia golpista. Se trata del mismo multimedio que a diario construye noticias que sitúan al Gobierno Bolivariano como una Dictadura.
Las empresas infocomunicacionales hegemónicas, son actores clave de la Guerra de Cuarta Generación que privilegia el uso de los medios de comunicación y las Tecnologías de la Información y Comunicación. “Esta estrategia actúa sobre los tres pilares fundamentales para el funcionamiento del Estado; la gobernabilidad política-institucional, la estabilidad económica, y la paz social. Cuando se altera el funcionamiento del sistema mediante el ataque desestabilizador a alguno de estos pilares la oligarquía y el fascismo comienzan a presionar nacional e internacionalmente para el restablecimiento del “orden” y eso no es otra cosa que el llamado a un golpe de Estado o una intervención extranjera”, puntualizó el periodista residente en Venezuela, Oscar Rotundo.
El ministro de Relaciones Exteriores Jaua señaló también que las corporaciones mediáticas operan a nivel mundial en contra de las democracias, y lo vinculó al caso de Irán. “En la República Islámica de Irán existe una democracia legítima al igual que la que hay en Venezuela, pero en el mundo se cree otra cosa. Sin embargo, hay países con verdadera dictadura pero el mundo no lo sabe porque son encubiertos por los grandes medios de comunicación”, indicó en un acto por el 35º Aniversario de la Revolución Islámica.
Tensión en VENEZUELA: minuto a minuto
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