Si cabía alguna duda sobre el alcance de la tortura que ejecuta la
CIA y el gobierno de los Estados Unidos sobre el mundo, ya está
aclarada. Un mapa revela todos sus lugares no tan secretos… Varios
medios internacionales publicaron un informe del Instituto Open Society,
titulado Globalizando la Tortura: detenciones secretas y rendiciones
extraordinarias de la Agencia Central de Inteligencia. El documento
revela un mapa de dónde la CIA realiza actividades relacionadas con la
tortura. El mapa cuenta una historia , ilustra en cuántos lugares tiene
algún tipo de instalación o servicio, como cárceles secretas o permiso
para realizar vuelos secretos. La polémica no se hizo esperar.
Otro medio digital muy leído en Estados Unidos, The Huffington Post, publicó un comentario
del profesor Greg Grandin, de la Universidad de Nueva York… Dice el
autor que 54 países participaron de varias maneras en el sistema de
tortura que Estados Unidos impone al planeta. Casi ninguna parte del
mundo se salva de tener en sus fronteras lugares donde se practica la
tortura o se encarcela sin juicio. Ni norteamérica, donde está ubicado
esta especie de comando central de la tortura, ni Europa, ni Medio
Oriente, ni África ni Asia. Casi el mundo entero, sin embargo hay una
parte que no alberga la tortura ejercida por Estados Unidos. El mapa lo
dice con claridad: el horror de la tortura no se acepta en
Latinoamérica. Grandin titula su artículo: La excepción latinoamericana.
Ni un solo país de la región, que antes Wahington llamaba su traspatio,
participa en el abuso y el terrorismo de estado ejercido por el gigante
del norte. Ni siquiera Colombia, un país tan cerca políticamente de
Estados Unidos, y quien tiene en su territorio varias bases militares,
tiene entre sus territorios, según afirma el mapa, lugares donde se
practique la tortura. El análisis de este historiados norteamericano
resulta muy interesante cuando refiere, que solo hay una gran mancha en
el mapa de nuestra región: la Base Naval de Guantánamo, un territorio
ilegalmente ocupado por Estados Unidos en Cuba, donde mantienen un
centro de tortura, pero el autor no se queda callado con respecto a este
tema el caso de la ilegal Base Naval de Guantánamo subraya el punto,
“ya que Teddy Roosevelt se adjudicó ese territorio en perpetuidad a
principios del siglo XX”. Un lugar que ocupan ilegalmente, y que además
usan para actividades ilegales, donde mantienen detenidas a personas sin
juicio.
Llama la atención que Latinoamérica quede libre de este flagelo,
teniendo en cuenta que la historia reciente demuestra que fue el centro
de operaciones para ensayar lo que ejecutan ahora, ya que en los años
60, 70 y 80 se aplicaron probablemente las más férreas dictaduras de la
historia, debido a la aplicación del plan Cóndor, diseñado desde
Washington. Cientos de miles de personas en Latinoamérica fueron
torturadas, asesinadas, desaparecidas o encarceladas sin juicio, debido
en gran parte a la organización y el apoyo proveído por Estados Unidos a
los regímenos totalitarios de aquel momento. Grandin recuerda que tres
de los actuales presidentes de la región fueron víctimas de esta
barbarie: el uruguayo José Mujica, la brasileña Dilma Roussef y el
nicaraguense Daniel Ortega.
Cuando el principal conflicto de la guerra fría terminó en 1991,
organizaciones derechos humanos comenzaron a desmantelar todos estos
hechos. Pero, a pesar de la cercanía a Estados Unidos y al pasado
reciente de tortura y crimen, hoy Latinoamérica y el Caribe no albergan,
ni promueven, ni realizan tortura bajo los auspicios de Estados Unidos
ni de nadie… Pocos años después de 1991 una generación de gobiernos de
izquierda tomaron poder, y limitaron la influencia de Washington en la
región. Cuando los ataques del 11 de septiembre, momento en el que
comenzó la guerra contra el terror, y la nueva excusa de Washington para
llevar la guerra y la tortura a donde quisieran, ya en América Latina
presidía Hugo Chávez, más tarde ganó la presidencia de Brasil, Luis
Inacio Lula da Silva, y después en Argentina fue elegido Néstor
Kirchner. Luego en Ecuador ganó Rafael Correa, quien sin miedo y con
absoluta firmeza expulsó a los militares estadounidenses de la base
aérea de Manta.
Habrá quien piense que el hecho de que ese mapa publicado por el
Instituto del Open Society, no incluya a Latinoamérica, es porque
Estados Unidos no quiere tener en la región centros de tortura. No
obstante, las evidencias cuenta algo distinto. Washington lo necesita e
incluso lo ha pedido. Se sabe por cables de Wikileaks, que el
Departamento de Estado norteamericano intentó que Brasil acogiera a
prisioneros de la Base Naval de Guantánamo, a lo que Lula se negó muchas
veces.
Cabe preguntarse: ¿Por qué en tantos lugares y no en Latinoamérica?
Es el resultado del logro de gobiernos democráticos que defienden la
soberanía por encima de todo, hasta por encima de las presiones
económicas del país más rico del mundo. Es también una muestra de
coherencia entre todos los países que integran la región, que ahora está
más unida que nunca. Es una excelente noticia que al menos en esta
parte del mundo, Estados Unidos no imponga su reino del terror, y es aún
una mejor noticia, que esa parte del mundo sea nuestra América Latina.
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