Los defensores de la Democracia Líquida, plantean que para conseguir la democracia participativa y la plena integración de la ciudadanía en la toma de decisiones basta con implementar un sistema de voto a través de una plataforma de Internet que ellos llaman: el Partido de Internet (que buscarían fomentar hasta conseguir la aprobación de leyes gubernamentales por las que sus decisiones sean vinculantes). De esta manera, se acabaría, según los defensores de esta idea, con las contradicciones sociales generadas por la dictadura del “mercado” (el capitalismo financiero o gran capital).
Centran el problema en la cuestión de la democracia participativa vía internet, pero no se fijan en la tendencia que existe bajo este sistema a la apropiación indebida de capital por parte de un puñado de grandes propietarios, dueños de grandes Sociedades Anónimas (multinacionales privadas y bancos) y grandes accionistas. Nos presentan la idea, de que basta con que un conjunto de ciudadanos se presenten sin programa como portavoces de sus asambleas y sean votados por internet, y que se voten, vía referéndum, las diferentes propuestas que vayan saliendo a la luz, pero no se centran en la necesidad de un programa político que se plantee desde el principio eliminar las políticas pro-mercado, nacionalizando los sectores estratégicos y planificando la economía.
En su ideario político, estos defensores de la Democracia Líquida no tocan la necesidad de la nacionalización de la banca, el transporte, el tendido eléctrico, el suministro de aguas, las carreteras, las telecomunicaciones o la alta industria. Tampoco plantean el control obrero en la producción en las distintas empresas y ramas de la economía. No plantean el control popular sobre los medios de prensa. Simplemente, plantean que toda esta cuestión se resolvería facilitando la tarea del voto ciudadano a través de redes de internet, mediante DNI electrónico.Centran el problema en la cuestión de la democracia participativa vía internet, pero no se fijan en la tendencia que existe bajo este sistema a la apropiación indebida de capital por parte de un puñado de grandes propietarios, dueños de grandes Sociedades Anónimas (multinacionales privadas y bancos) y grandes accionistas. Nos presentan la idea, de que basta con que un conjunto de ciudadanos se presenten sin programa como portavoces de sus asambleas y sean votados por internet, y que se voten, vía referéndum, las diferentes propuestas que vayan saliendo a la luz, pero no se centran en la necesidad de un programa político que se plantee desde el principio eliminar las políticas pro-mercado, nacionalizando los sectores estratégicos y planificando la economía.
Desde la Coordinadora por la Unión por el Reparto del Trabajo, pensamos que esta premisa constituye un error de fondo:
1. Sabemos a ciencia cierta que no es posible alcanzar un sistema político y social plenamente participativo que involucre al pueblo, y mucho menos acabar con las contradicciones sociales, mientras siga habiendo capitalismo, mientras sigamos sometidos a la actual dictadura de los “mercados”, que no es más que la dictadura del gran capital. [*]
a) Cualquier intento de resolver esta contradicción, por la que un puñado de ricos se apropia de la mayor parte de las riquezas que producimos con nuestro trabajo diario los trabajadores, que no busque acabar al mismo tiempo con la actual dictadura del gran capital (de grandes empresas multinacionales, bancos privados, y élites políticas pro-capitalistas [**] ), conducirá al fracaso.
2. No se pueden resolver la mayoría de los problemas sociales ni se puede alcanzar un sistema participativo únicamente implementando un sistema de voto a través de internet, si no quitamos antes del poder a los que lo ostentan: las élites políticas vendidas al capital financiero, que promueven leyes y aplican recortes sociales y medidas destinadas a favorecer a estos últimos; y mientras no acabemos con un sistema económico donde los 200 tiburones aprox. que controlan las grandes operaciones de bolsa a nivel mundial deciden el rumbo de la economía, y condenan al hambre, al desempleo, a la miseria o la explotación diaria a millones de personas.
Queremos sacar de nuevo a la palestra pública este debate, con motivo del lanzamiento del Partido X, apoyado y aireado por varios medios de prensa neoliberales, y que se caracteriza por una carencia total de programa, por la vacuedad ideológica, por una mera declaración de buenas intenciones como que "perseguiremos la democracia" en abstracto, sin concretar qué es para ellos la democracia y cómo se concretaría en la práctica, es decir, por qué tipo de sistema democrático luchan, qué tipo de democracia defienden, y por ingenuidades del tipo "no somos ni de izquierdas ni de derechas", "hemos superado la política", por reducir la crítica del orden establecido a la élite política, al régimen político, sin hablar en ningún momento de la estructura económica, evadiendo el problema de las clases sociales, de las dos maneras de hacer política, la capitalista (en favor de los capitalistas) y la obrerista (en favor de la clase obrera) y sin tocar en ningún momento pilares básicos del sistema económico que nos oprime, el capitalismo.
Y sobre todo, la campaña mediática lanzada por la "súbita" aparición del Partido X, se caracteriza por una cosa: por no cuestionar las bases de los grandes grupos de poder económico establecidos: la banca privada, la propiedad privada sobre los medios de producción y los sectores estratégicos (telecomunicaciones, metalurgia, minería, energético), constituye para nosotros una ocasión excelente para empezar a sacar y generalizar este debate a través de las redes sociales, y de ahí exportarlo al resto de la población: sobre si es posible o no acabar con las contradicciones sociales bajo la dictadura actual del mercado sin echar del poder a la clase dirigente que lo ostenta (élites políticas, grandes empresarios y banqueros). Sobre si el problema se reduce a votar por internet, a "hacer click" por internet, sobre reivindicar la "democracia" en abstracto con una carencia de programa total y absoluta, o a expropiar a la clase capitalista y colectivizar los medios de industria, servicios sociales, y toma de decisiones políticas. Sobre si esa alternativa es posible dentro del sistema económico en curso, o si además, tenemos que luchar por una alternativa económica al sistema, basada en el socialismo.
Es una ocasión excelente para empezar a esclarecer una serie de conceptos políticos básicos, que han sido tergiversados o manipulados desde ciertos sectores ideológicos (a nuestro entender interesados), tales como:
¿qué es izquierda y qué es derecha?
¿qué son realmente y para qué sirven los sindicatos? ¿cuántos tipos de sindicatos hay? ¿están todos los sindicatos vendidos? ¿dentro de los sindicatos que podemos considerar “vendidos”, están vendidos todos sus miembros, determinados representantes, o solamente las “cúpulas”?
¿qué son las clases sociales? ¿sigue existiendo clases sociales en el siglo XXI?
¿qué es la clase trabajadora y qué es la clase capitalista?
¿qué es y qué defiende la democracia líquida? ¿qué es y qué defiende el partido de internet?
¿qué es el anarcocapitalismo que una parte de sus ideólogos han llegado a suscribir o defender?
¿existe posibilidad o no de una democracia por internet en plena coexistencia con el mercado?
¿qué es la dictadura del mercado?
¿qué es la partitocracia?
¿qué es un partido y cuántos tipos de partidos hay? ¿qué es un partido con políticas obreras y en qué se diferencia de los actuales partidos con políticas pro-capitalistas (PP, PSOE, CiU, PNV, UPyD)?
¿por qué para hacer política, se necesitan programas políticos? ¿se cumplen en la actualidad los programas políticos de los grandes partidos; contienen partes que no se dan a conocer entre el gran público hasta que están en el poder, o no se cuentan?
¿qué significa CAMBIAR DE SISTEMA? ¿Qué es el socialismo y qué es el comunismo?
¿Se puede reformar el capitalismo sin acabar con él?
A todas estas preguntas y más responderemos en una próxima publicación en nuestra web (y periódico de tirada aproximadamente bimensual en papel) Reparto del Trabajo: http://repartodeltrabajo.blogspot.com.es
Notas al pie:
[*] No todos los explotadores son partidarios de la especulación. Lo que muchos interpretan como dictadura de los mercados, es la dictadura de los grandes centros de economía especulativa, como las bolsas. Esto plantea la idea errónea de que el “problema del capitalismo” se reduce al problema de la especulación.
Para nosotros, existe un segundo problema, dentro de él, primordial y que sienta las bases sobre las que se sustentan dichos flujos especulativos: el problema de la apropiación indebida de plusvalía, por parte de un puñado de propietarios del gran capital y de los medios de producción. Representan a un segundo sector no menos bárbaro, aunque sí con frecuencia menos dominante, o sea, más dependiente de otros sectores de la banca y de los grandes capitales: esta ligazón, que en la época actual se ejerce entre un puñado de monopolios y grandes empresas multinacionales con la banca, que a su vez reinvierte el capital en grandes operaciones de bolsa y en préstamos a empresarios de menor envergadura y capitalistas de poca monta, pequeños, grandes y medianos, se denomina:capitalismo financiero.
Estos capitalistas, que explotan a gran escala pero que, sin embargo, no llegan a ser grandes especuladores financieros, son los que ejecutan directamente una parte importante de la extracción directa de plusvalía al trabajador (beneficio del capitalista, extraído de la parte del trabajo no remunerado en salario).
De hecho, este sector de capitalistas, cuanto más atrasado y dependiente es del gran capital financiero, más se afana por explotar y sangrar directamente al trabajador, aumentando jornadas, ritmos y reduciendo salarios, condiciones y prestaciones.
[**] Sus fieles representantes, que conforman grandes mayorías parlamentarias y configuran anti-democráticos organismos internacionales como la U.E., el B.C.E., la Comisión Europea, el F.M.I., la O.M.C., la O.T.A.N., el Consejo de Seguridad de la ONU, el G-8…
Via: kaosenlared
0 Comentarios
DEJA UN COMENTARIO