Así lo concreta el real decreto ley publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), en el que se exige a la banca un saneamiento adicional de 30.000 millones de euros por su crédito no problemático ligado al 'ladrillo'.
Transcurrido este plazo, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), a través del que el Estado suscribe los 'cocos', dispondrá de un máximo de seis meses para ejecutar lo que en la práctica supondría la nacionalización de la entidad.
De todas formas, la norma faculta al Banco de España a proceder a la conversión de acciones con anterioridad a esos cinco años si considera "improbable" que un determinado banco pueda afrontar el pago de esta ayuda.
Y si la entidad incumple con la devolución de la ayuda, el organismo regulador podrá además sustituir de forma provisional los órganos de administración o dirección de la entidad, lo que acabaría suponiendo su intervención.
Las nuevas exigencias a la banca se suman a las provisiones de alrededor 54.000 millones por el crédito ya problemático, con lo que la cobertura total del riesgo inmobiliario se eleva al 45%.
En concreto, se obligará a la banca a provisionar el 52% de los 25.000 millones de préstamos destinados a financiar suelo y otro tanto del crédito sin garantía real (18.000 millones). También se exigirá una cobertura de un 29% para los 16.000 millones en promociones en curso y el 14% para aquellas terminadas, que alcanzan un importe de 61.000 millones Ahora bien, el BOE apunta que el Banco de España podrá modificar dichas coberturas a partir del 31 de diciembre de este año.
La banca mediana, abocada a recibir ayudas
La reforma del Gobierno obligará a la banca a realizar dotaciones millonarias, especialmente a las entidades de menor tamaño, que deberán pedir ayudas públicas para evitar un fuerte deterioro de su solvencia.Según las estimaciones realizadas por expertos del sector, BFA -la matriz nacionalizada de Bankia- será la entidad que sufrirá un mayor impacto en sus cuentas, 4.524 millones de euros, en tanto que la que menos será Bankinter, sólo 186 millones, gracias a su mínima exposición al 'ladrillo'.
Fuentes financieras creen que las tres grandes entidades del sector, Santander, BBVA y Caixabank, serán capaces de asumir la nueva carga sin necesidad de ayudas, en tanto que el impacto en el resto del sector es, de momento, incierto.
Entre las entidades mejor situadas están las que se encuentran en un proceso de fusión, porque contarán con un calendario más laxo para acometerlo. El Sabadell, que se encuentra en fase de integración con la CAM, ya ha reconocido que, aunque las medidas son "desproporcionadas", cumplirá "con estas nuevas exigencias en el presente ejercicio sin incurrir en perdidas".
No obstante, el Gobierno da por supuesto que varias entidades se verán obligadas a pedir la ayuda financiera del Fondo de Reestructuración Bancaria Ordenada (FROB) para evitar que estos nuevos saneamientos les provoquen un déficit de capital, con lo verían mermada su solvencia.
Fuente: elmundo.es
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