¿Habrá quien esté dispuesto a meterse en los zapatos de Antonio Brufau y asociarse al Gobierno argentino en la conducción de YPF? Pese a la desconfianza que ha generado la expropiación de las acciones de Repsol en la petrolera, la Casa Rosada asegura que no faltan candidatos.
El ministro de Planificación, Julio de Vido, deslizó el martes por la noche que la compañía china Petrochemical Corp, invertiría 10.000 millones de dólares en la "nueva YPF" donde el estado argentino –para todos los efectos, el Gobierno- pasa a ser el principal accionista y quien impone las reglas de juego. Según el diario 'Crónica', el grupo asiático Sinopec, propietario de la citada empresa petrolera, mantuvo antes negociaciones con Repsol para comprarle su participación en YPF. Citando a una fuente cercana a Sinopec, el matutino argentino que se especializa en temas económicos, señala que el grupo chino estuvo a punto de cerrar un acuerdo "no vinculante" para comprar YPF en poco más de 15.000 millones de dólares. La súbita intervención de Cristina Kirchner en escenario, habría dejado truncada la operación.
Aparte de su audacia, los inversores chinos disponen de un importante caudal de dinero para invertir en los recursos naturales de otros países. La intención de Julio De Vido es tentarlos a que lo hagan en Vaca Muerta, uno de los yacimientos de hidrocarburos más grandes del planeta, según el Departamento de Estado norteamericano. Se trata de una veta prácticamente inexplorada, cuya explotación permitiría a Argentina no sólo autoabastecerse sino vender excedentes a los países vecinos.
El grupo Sinopec ya tiene operaciones en Argentina, principalmente en la provincia sureña de Santa Cruz. Pese a pasar desapercibido por su hermetismo ante la prensa, Sinopec aporta el 6,6% de la oferta nacional de crudo y el 1,7% de la oferta de gas.
El único escollo que habría que salvar para que el gigante asiático aumente su participación en el mercado local de los hidrocarburos son las garantías jurídicas que pide para no correr la misma suerte que Repsol.
Por su reputada vocación de dialogador, Cristina Kirchner delegó en el ministro de Planificación, Julio De Vido, la misión de convencer a María Das Gracas Foster, presidenta de Petrobrás, de las buenas intenciones de la Casa Rosada.
La propia titular de la empresa brasileña reveló que el encuentro tendrá lugar el viernes próximo, en Río de Janeiro. La ejecutiva anticipó a la prensa de su país, que pedirá explicaciones a su huésped por la decisión del gobernador de la provincia de Neuquén de retirarle a Petrobrás la concesión del yacimiento conocido como Veta Escondida. "Fuimos tomados por sorpresa. Nosotros habíamos cumplido con el plan de exploraciones de 2010 y anunciamos que abriríamos otros seis pozos en el segundo semestre de este año", señaló Das Gracas Foster. En el mismo hilo de reflexión, la jefa de Petrobrás consideró que el resultado de la reunión que tiene prevista con De Vido, dependerá en gran medida de la voluntad del Gobierno argentino para deshacer ese entuerto.
En el mismo contexto, el canciller brasileño Antonio Patriota, dijo este martes al Senado de su país que no se vislumbran nuevos inconvenientes para las inversiones de la petrolera estatal en suelo argentino. "No creo que haya problemas. No tengo miedo y considero que seguiremos trabajando con normalidad", expresó Patriota. El jefe de la diplomacia brasileña explicó que no puede opinar sobre la nacionalización de YPF "por tratarse de un acto de soberanía".
Fuente: elmundo.es
El ministro de Planificación, Julio de Vido, deslizó el martes por la noche que la compañía china Petrochemical Corp, invertiría 10.000 millones de dólares en la "nueva YPF" donde el estado argentino –para todos los efectos, el Gobierno- pasa a ser el principal accionista y quien impone las reglas de juego. Según el diario 'Crónica', el grupo asiático Sinopec, propietario de la citada empresa petrolera, mantuvo antes negociaciones con Repsol para comprarle su participación en YPF. Citando a una fuente cercana a Sinopec, el matutino argentino que se especializa en temas económicos, señala que el grupo chino estuvo a punto de cerrar un acuerdo "no vinculante" para comprar YPF en poco más de 15.000 millones de dólares. La súbita intervención de Cristina Kirchner en escenario, habría dejado truncada la operación.
Aparte de su audacia, los inversores chinos disponen de un importante caudal de dinero para invertir en los recursos naturales de otros países. La intención de Julio De Vido es tentarlos a que lo hagan en Vaca Muerta, uno de los yacimientos de hidrocarburos más grandes del planeta, según el Departamento de Estado norteamericano. Se trata de una veta prácticamente inexplorada, cuya explotación permitiría a Argentina no sólo autoabastecerse sino vender excedentes a los países vecinos.
El grupo Sinopec ya tiene operaciones en Argentina, principalmente en la provincia sureña de Santa Cruz. Pese a pasar desapercibido por su hermetismo ante la prensa, Sinopec aporta el 6,6% de la oferta nacional de crudo y el 1,7% de la oferta de gas.
El único escollo que habría que salvar para que el gigante asiático aumente su participación en el mercado local de los hidrocarburos son las garantías jurídicas que pide para no correr la misma suerte que Repsol.
Brasil, sin miedo
Mientras se barajan los posibles candidatos al lugar que quedó vacante con la salida forzada de Antonio Brufau, el Gobierno se puso en campaña para aplacar el miedo de los países del vecindario, ante la capacidad que demuestra Buenos Aires para echarse a las espaldas el aluvión de advertencias, quejas y críticas que recibe del extranjero.Por su reputada vocación de dialogador, Cristina Kirchner delegó en el ministro de Planificación, Julio De Vido, la misión de convencer a María Das Gracas Foster, presidenta de Petrobrás, de las buenas intenciones de la Casa Rosada.
La propia titular de la empresa brasileña reveló que el encuentro tendrá lugar el viernes próximo, en Río de Janeiro. La ejecutiva anticipó a la prensa de su país, que pedirá explicaciones a su huésped por la decisión del gobernador de la provincia de Neuquén de retirarle a Petrobrás la concesión del yacimiento conocido como Veta Escondida. "Fuimos tomados por sorpresa. Nosotros habíamos cumplido con el plan de exploraciones de 2010 y anunciamos que abriríamos otros seis pozos en el segundo semestre de este año", señaló Das Gracas Foster. En el mismo hilo de reflexión, la jefa de Petrobrás consideró que el resultado de la reunión que tiene prevista con De Vido, dependerá en gran medida de la voluntad del Gobierno argentino para deshacer ese entuerto.
En el mismo contexto, el canciller brasileño Antonio Patriota, dijo este martes al Senado de su país que no se vislumbran nuevos inconvenientes para las inversiones de la petrolera estatal en suelo argentino. "No creo que haya problemas. No tengo miedo y considero que seguiremos trabajando con normalidad", expresó Patriota. El jefe de la diplomacia brasileña explicó que no puede opinar sobre la nacionalización de YPF "por tratarse de un acto de soberanía".
Fuente: elmundo.es
0 Comentarios
DEJA UN COMENTARIO