Siguiendo esta trayectoria, las previsiones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), apuntan a que el gasto global en compra de petróleo podría ascender al 3,4% del PIB mundial frente al 3,1% del año anterior.
Un ascenso que los bolsillos notan en muchos rincones del mundo. Según Fatih Birol, economista jefe de la AIE, “este año los hogares europeos gastarán casi el 11% de sus ingresos en calefacción, luz, cocinar y transporte, frente al porcentaje histórico del 6-7%, ó el 9% del año pasado”.
No sólo Europa sufre. Según la Asociación estadounidense de automovilistas, el precio medio de la gasolina ha aumentado en este último mes un 5,7% y en el año, un 8,8%. Su precio ya ha llegado a los 0,88 euros/litro.
Las tensiones geopolíticas que han provocado la subida de precios (Irán, además de los problemas internos de Siria y Yemen) se prolongan, y algunos países ya piensan en medidas de ‘emergencia’. Un petróleo por las nubes frena la recuperación económica, es más puede empujar a la recesión, y eso es un lujo que ya no se pueden permitir.
En Estados Unidos , Reino Unido y Francia, ya se baraja la posibilidad de recurrir a las reservas estratégicas de crudo para atenuar la subida.
Hace unos días, Barak Obama y David Cameron ya hablaron de realizar una “acción coordinada” para bajar el precio del oro negro en el mercado. Francia también se ha mostrado favorable a la iniciativa. Se trataría de liberar las reservas de estos países para surtir al mercado de más petróleo y así atenuar su escalada. De momento, Italia y Alemania son contrarias a esta solución. La AIE tampoco se encuentra entre los partidarios de esta opción porque “no existe ninguna interrupción del suministro”.
Sin embargo el encarecimiento del combustible no tiene la misma dimensión en todas partes. La consultora alemana “Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit” (GIZ) realiza un sondeo cada dos años para recabar el precio de la gasolina en cerca de 170 países. En las últimas semanas ha actualizado parcialmente el estudio realizado entre 2010 y 2011.
En cuestión de precios, únicamente Turquía (1,91 euros/litro) y Eritrea (1,93 euros/litro) superan de media al precio de las gasolineras de la Unión Europea.
En el otro extremo, el de los más baratos, se encontrarían Venezuela e Irán. El precio del litro de gasolina allí es de 0,017 euros. Más barato que un vaso de agua.
Una distancia abismal con respecto a los precios que apuntan las estaciones de la Unión Europea. Conforman otra de las categorías en la clasificación del GIZ, la de los países cuyos presupuestos dependen en una medida importante de los impuestos a los carburantes. La debilidad actual del euro que encarece todavía más la compra del petróleo (cotiza en dólares), unida a un importante segmento fiscal; castiga a los conductores.
Actualmente, Italia con un precio medio de 1,80 euros/litro, despunta, y sigue de cerca a los cabezas de lista (Turquía y Eritrea). Entre un extremo y otro se encuentra la mayoría de países como como China, Rusia, Estados Unidos, India ó Brasil, donde los precios oscilan dependiendo del gravamen.
Fuente: tnrelaciones.com
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