Aun cuando el candidato de la derecha venezolana para las próximas elecciones presidenciales, Henrique Capriles Radonski, se ha declarado de centro izquierda -afirmación solo apta para ingenuos tanto en Venezuela como en el resto del mundo- sus partidarios no han tardado en quitarle la máscara con sus propias declaraciones.
Tras afirmar que aspiraban a una “economía abierta” (esto es, privatización sin límites) y a “negociaciones con el FMI”, ahora aseguran que, en caso de llegar al poder, privarían a la empresa PDVSA de su actual papel como promotora de la inversión social. La llamada Mesa de la Unidad Democrática, conocida por el pueblo chavista como Mesa de la Ultra Derecha, emitió este viernes un comunicado en el que precisó su oferta presidencial, entre las cuales destacó suspender las transferencias de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) al Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden).
Según la encargada de unir a la derecha venezolana para los próximos comicios electorales, el Fonden, que financia parte de las políticas públicas nacionales, tales como las misiones sociales, infraestructura, vivienda, salud, energía eléctrica y escuelas, etc., dejará de percibir recursos de la estatal petrolera, así como de otras instituciones a las que denominó “parafiscales”.
Además, pretenden revisar “todos los proyectos de inversión en curso y los futuros”, tales como las empresas mixtas que se instalan en la Faja Petrolífera del Orinoco.
En el texto, sugirió cumplir con los compromisos laborales legalmente adquiridos por la empresa, incluyendo los “derechos” de trabajadores que en 2002 y 2003 participaron en el golpe de Estado y el sabotaje petrolero organizado por la llamada “Gente del Petróleo”, entre otros actores políticos y económicos de la derecha venezolana.
De acuerdo con la propuesta, divisiones de PDVSA como la Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos (Pdval) desaparecerían o se transferirían a ministerios que los opositores no mencionaron.
0 Comentarios
DEJA UN COMENTARIO