Contra la crisis del euro, la peseta

 - Diez años después de que España abandonara definitivamente la peseta, tras 133 años de uso, los empresarios de Villamayor de Santiago (Cuenca) la han aceptado de nuevo en sus transacciones durante más de un mes y han podido ingresar, al menos, 1.250.000 antiguas pesetas. 'La rubia' ha puesto además en el mapa a esta pequeña localidad.

La asociación empresarial de Villamayor acordó el pasado 9 de enero poner en marcha el pasado 9 de enero la campaña y después decidió prorrogarla hasta el día de ayer, tras el éxito de la iniciativa "que ha sacado de los cajones monedas y billetes de hasta 10.000 pesetas (60 euros)", según explica su presidente, Luis Miguel Campayo.

A falta de que se haga un recuento pormenorizado (que durará varios días porque hay monedas de hasta solo 1 peseta), el valor de las operaciones realizadas en los establecimientos de la localidad que aceptaban la vieja "rubia" ha sumado 1.250.000 pesetas (7.512 euros), informa el presidente de los empresarios de Villamayor.

Dentro de unos días cambiarán las pesetas por euros en el Banco de España y entregarán a los establecimientos su dinero.

En la iniciativa han participado 29 comercios de Villamayor de Santiago, que han destacado el éxito de la propuesta que tenía como objetivo incentivar las compras y afrontar la cuesta del enero para sortear la crisis del euro.

En enero de 2002 fue cuando se empezaron a canjear billetes y monedas de pesetas por euros, mientras que el 1 de marzo de 2002, España abandonó definitivamente la peseta después de 133 años de vigencia.

Entonces, quienes poseían pesetas pudieron cambiarlas por euros en bancos y cajas hasta el 30 de junio de ese año y, a partir de entonces, los cambios sólo pueden hacerse en las oficinas del Banco de España, algo que descartan muchos vecinos "por no hacer el viaje a Madrid", indica Campayo, quien piensa que propuestas de este tipo "facilitan las cosas".

Esta campaña ha permitido sacar de los cajones la peseta en todos su valores: duros, monedas de 25, 50, 100, 500 e incluso algunos billetes muy antiguos, pero no todas se han podido recoger, señala el empresario, porque el Banco de España solo acepta el último sistema monetario.

Campayo destaca que la iniciativa ha gustado tanto que hasta han llegado compradores de toda la comarca, quienes no han dudado en recorrer "hasta 65 kilómetros para comprar en los comercios de Villamayor", al tiempo que comprobaban el encarecimiento de los precios con el nuevo sistema monetario.

Incluso se ha hecho eco la prensa internacional y en los últimos días Campayo no ha dejado de atender, gustosamente, las llamadas de Estados Unidos, Argentina, Holanda o Reino Unido.

Entre otras cuestiones, los periodistas le han preguntado que si querían volver a la peseta "para siempre", ahora que el euro no pasa por su mejor momento, pero nada más lejos de la realidad que desde este pequeño pueblo de la comarca de La Mancha conquense se quiera emprender una revolución monetaria.

"Nos ha sorprendido la importancia que se ha dado fuera de nuestras fronteras", ha comentado mientras enseña parte del dinero recaudado guardado a buen recaudo, que ha permitido "salvar el mes" a muchos empresarios de la localidad, que como en todo el país, no pasan por su mejor momento.

Entre los establecimientos que se sumaron a la propuesta hay una ferretería, una floristería, una funeraria, un autoservicio, una farmacia, una clínica dental, una droguería, una quesería, un bar, una carnicería y una peluquería, entre otros.

De todos ellos cuelga un cartel con la campaña informativa y el sistema de conversión peseta-euro para saber la equivalencia de los precios.

Por allí han pasado niños en busca de comestibles, como Lorena, que ni siquiera había nacido cuando en nuestro país empezó a utilizar el euro, pero también mayores y personas de mediana edad, a los que después de media vida con la antigua moneda ahora tienen que recurrir a la calculadora para saber, por ejemplo, cuánto equivale en pesetas un corte de pelo de 13 euros.

Villamayor de Santiago es una localidad ubicada al oeste de la provincia de Cuenca, muy cerca del límite con la provincia de Toledo, que cuenta con unos 3.000 habitantes y actualmente está gobernada por el socialista José Julián Fernández.

Fuente: elEconomista.es

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