El Mars Science Laboratory, un vehículo robotizado destinado a evaluar si Marte pudo albergar vida en algún momento de su historia, ya se encuentra en la plataforma de lanzamiento en Cabo Cañaveral (Florida), desde donde se prepara su despegue para el próximo 25 de noviembre. Se espera que llegue a Marte en agosto de 2012.
La nave, que tiene el tamaño de un coche pequeño y está valorada en más de 1.500 millones de euros, tiene que ser izada en primer lugar con una grúa al compartimento de carga en la parte superior del cohete Atlas 5 que la llevará al espacio.
Propulsado por el calor generado por la desintegración del plutonio radiactivo, se espera que el rover, bautizado como 'Curiosity', pase un año marciano - 687 días terrestres - explorando un enorme cráter situado en lo alto de una montaña de 5.000 metros de altitud desde su base. Los científicos no saben cómo se formó la montaña, pero puede ser el remanente erosionado de sedimento que una vez llenó el cráter.
Con sus 10 instrumentos científicos, incluyendo dos herramientas que pueden analizar químicamente roca pulverizada, esta misión está diseñado para determinar si el lugar de aterrizaje, conocido como el cráter Gale, tiene o ha tenido alguna vez la materia orgánica necesaria para la vida.
Curiosity se unirá al más pequeño Opportunity, que ha estado explorando otra región de Marte desde 2004, y varios orbitadores en torno al plenta rojo. Pero los científicos están preocupados de que los Estados Unidos no sigan adelante con la financiación de misiones de seguimiento en Marte.
FALTA DE FONDOS
"La NASA ha tenido una serie de misiones con éxito desde 1996 y acabar con el programa no tiene ningún sentido", dijo Robert Zubrin, ingeniero aeroespacial y fundador de la Mars Society, un grupo de defensa de la exploración espacial. "Esta es una situación muy alarmante", dijo Zubrin.
Preocupa en particular la falta de fondos para las misiones a Marte a partir de 2013, cuando está programado el lanzamiento de un satélite para analizar la atmósfera de Marte.
Los científicos han estado contando con las misiones en 2016 y 2018 para sentar las bases para un vuelo no tripulado de ida y vuelta que permita traer muestras de Marte a la Tierra, un paso que se considera importante para discernir si Marte en la actualidad alberga vida o alguna vez la tuvo. Las misiones debían llevarse a cabo en forma conjunta con Europa.
"Teníamos un acuerdo", dijo Zubrin. "Nos están traicionando a nuestro compromiso y ahora Europa está en busca de colaboradores rusos para tomar nuestro lugar."
Rusia, que no ha puesto en marcha una misión planetaria en 15 años, volverá a escena la semana próxima con el lanzamiento de una nave espacial que aterrizará en la luna marciana Fobos. La misión también incluye la primera sonda planetaria de China, un orbitador de Marte.
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