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El diferencial entre la deuda española y la alemana se estrechó hoy al cierre del mercado hasta los 441 puntos básicos, frente a los 460 puntos de ayer, animada fundamentalmente por las nuevas compras del Banco Central Europeo.
El mercado de deuda español vivió hoy, en la última jornada de la campaña electoral, una jornada caótica, con discrepancias sobre la evolución de la prima de riesgo, que la llevaron a situarla en algunos momentos en niveles superiores a la italiana. Tras aclararse que la subida respondía a un ajuste técnico, la presión se relajó sobre la deuda española, animada por la decisión del BCE de intervenir de nuevo en los mercados para ayudar a los bonos españoles e italianos.
Al cierre, el diferencial español alcanzó los 441 puntos, con la rentabilidad del bono en el 6,38 por ciento, frente al 6,49 por ciento de ayer. En el caso italiano, la prima se situó en los 468 puntos básicos, frente a los 495 puntos de la vísper.
A esto hay que añadir que el Ibex 35 ha cerrado la semana con una subida del 0,48%, y recuperó el nivel de 8.300 puntos, animada por el alza de Wall Street y la recuperación de la deuda española. Pese a este dato, en esta semana, condicionada por el ataque a la deuda española y de otros países europeos como Francia y Austria, la bolsa bajó el 2,88%, en tanto que las pérdidas anuales se sitúan en el 15,71%. De los grandes valores subieron en esta jornada Iberdrola, el 2,07%; Banco Santander y Telefónica, el 0,83% cada uno, y BBVA, el 0,54%. Tan solo bajó Repsol, el 1,45%.
De esta forma, a dos días de las elecciones, los mercados ponen en la «picota» a España. Si Italia era
hasta ayer el «punching ball» favorito de los especuladores y todo tipo de inversores, nuestro país parece haber ocupado durante unas horas ese lugar.
La cercanía de las elecciones generales (sólo 48 horas) añade más dramatismo e incertidumbre a la situación. E incluso el ya casi extinto presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha tenido que salir a exigir al banco central -autoridad monetaria residente en Fráncfort a la que nuestro país traspasó la mayor parte de sus competencias monetarias en 2002- que ayude a nuestro país de una forma que la propia concepción del BCE prohibe, pero que hoy en día es la única posible: compra de bonos.
Jornada de infarto
Un día más, el BCE ha sacado el «bazooka» de la compra de bonos, convirtiéndose en el único garante que le queda a nuestro país y a otros para evitar un colapso financiero. Esta semana podría ser con diferencia la que más compra de bonos del banco central viva, aunque estos datos no se conocerán hasta el lunes de la semana que viene. Y no olvidemos que, de cada 10 euros que el BCE invierte en España, 3,5 son euros alemanes, porque Alemania capitaliza el BCE en más de un 30%. Con su intervención, la prima de riesgo ha bajado desde los 502 puntos hasta los 441 en torno a la 18.00 horas.
Según las pantallas de Bloomberg, el diferencial del bono español con el alemán había alcanzado a primera hora los 502 puntos básicos, una subida nada baladí pues son nada menos que 38 puntos básicos más. De esta manera el coste de la deuda española se sitúa al nivel que tenía en la jornada anterior antes de la intervención del Banco Central Europeo.
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