Las rentas de trabajo se desploman y las de capital se disparan con la crisis

 - elConfidencial.com

La encuesta la acaba de publicar el INE y no deja lugar a dudas. La crisis económica ha afectado de manera muy diferente al gasto de de los hogares en función de la fuente de sus ingresos. Mientras que el gasto en el caso de las rentas procedentes del capital y de la propiedad se ha disparado desde 2006, el gasto derivado del trabajo por cuenta ajena (asalariados) no ha dejado de caer.

O dicho en términos más precisos, mientras que el gasto de las familias cuya principal fuente de renta es el trabajo ha caído un 3,5% en el último quinquenio, en el caso de los hogares cuya fuente principal de ingresos es el capital (acciones o propiedades) ha crecido un 16,7%. O lo que es lo mismo. En el primer caso se ha pasado de 34.252 euros a 33.079, mientras que en el segundo ha evolucionado de los 27.587 euros poco antes de la crisis a los actuales 32.209 euros.


Los datos proceden de la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF), uno de los trabajos de mayor solera de los que hace el INE, y reflejan nítidamente a quién ha afectado la crisis de manera fundamental. Y el resultado es que claramente los perjudicados han sido los asalariados en términos de gasto por unidad familiar. Básicamente por la intensa pérdida de empleos (2,3 millones de puestos de trabajo), lo que ha provocado un descenso importante en el gasto por hogar Y que en términos reales (descontada la inflación) se acerca al 18% desde que asomará la crisis económica.

No sólo las rentas de la propiedad han tenido un mejor comportamiento que los salarios durante la crisis. También las familias cuya fuente principal de ingresos son las pensiones (contributivas y no contributivas) han visto crecer su gasto. Al menos en términos nominales, porque en términos reales también se ha producido un descenso. Se ha pasado de los 21.533 euros por hogar en 2006 a 23.929 euros en 2010, según el INE, lo que supone un aumento del 11%.

El ocaso de los autónomos

En el caso de las familias cuya principal fuente de renta es el trabajo por cuenta propia (autónomos), el resultado es muy distinto. Se ha producido una caída del 7,2%, lo que da idea de la intensidad de la crisis entre este colectivo. El más perjudicado en términos de gasto por unidad familiar.

La EPF es una encuesta verdaderamente relevante toda vez que sirve, entre otra cosas, para conocer la composición de la cesta familiar, y a partir de esa información se elaboran las distintas ponderaciones del Índice de Precios de Consumo (IPC). Y el resultado para 2010 es que el gasto medio por hogar -sin tener en cuenta la fuente de renta- fue de 29.782 euros, un 2,1% inferior al de 2009.

Pues bien, de ese dinero, los hogares destinaron el 30% de su presupuesto a gastos relacionados con la vivienda, un 14,4% a alimentos y bebidas no alcohólicas y un 12,4% a transportes.

El caso de la vivienda es el más sorprendente. En 2006, representaba el 24,8% y hoy es cinco puntos superior, lo que refleja hasta qué punto el gasto en vivienda determinada la capacidad de compra de los hogares. Las familias gastan el doble en el mantenimiento de la vivienda (hipotecas sobre todo) que en alimentación, cuyo peso en la cesta de la compra apenas ha variado en el último quinquenio.

El gasto en restaurantes, bares y hoteles también ha bajado en términos relativos, pero aún así supone nada menos que el 9,2% del total. Muy por encima del 6,6% de lo que se gastan las familias en ocio y cultura y el triple que en salud.

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