Fuerzas rebeldes subordinadas al autodenominado Consejo Nacional de Transición (CNT)alias OTAN, intentaban hoy reorganizarse para volver a atacar Sirte y Bani Walid, luego de un precipitado repliegue ante la resistencia de los leales a Muamar El Gadafi.
Las carreteras que conducen a Sirte, tierra natal del líder libio en la costa del mar Mediterráneo, registraron gran concentración de alzados después de una noche de reveses contínuos, pese a estar apoyados por bombardeos de aviones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Un panorama similar describieron residentes en la ciudad de Bani Walid, situada unos 150 kilómetros al sureste de Trípoli, donde la pretensión de someter a ese bastión pro-Gadafi también se vio frustrada por la postura irreductible de residentes, militares y jefes tribales.
Los sublevados habían conseguido el viernes avanzar sobre Sirte y llegaron a asegurar que tomaron el aeropuerto y parte del centro de la localidad, pero fueron obligados a replegarse ante la efectividad de la artillería y los francotiradores fieles al ahora evadido líder libio.
Reportes indicaron que a unos cinco kilómetros de Sirte se vieron hoy camionetas y otros vehículos con artillería pesada y hombres que se replanteaban la estrategia para tomar una urbe que por su posición estratégica mantiene dividido al este y oeste del país.
Los efectivos del CNT se refugiaron en las montañas aledañas a Sirte, mientras esa localidad se convirtió por unas horas en un campo de batalla urbano en el que los irregulares sufrieron numerosas bajas.
Asimismo, en Bani Walid los insurgentes también salieron a la desbandada a causa del fuego de los leales a El Gadafi, quien desde un lugar desconocido del país continúa alentando a sus seguidores a combatir la agresión extranjera y a los que tilda de traidores.
En declaraciones al canal sirio Ar-Rai, el portavoz de El Gadafi, Moussa Ibrahim, aseguró que las tropas del coronel tienen suficiente armamento y equipos para resistir exitosamente nuevos embates insurgentes, y están preparados para una "larga guerra".
"La batalla está lejos de terminar", advirtió Ibrahim al añadir que "aseguramos a todo el mundo que los frentes de Sirte y Bani Walid son fuertes, pese a los intensos, increibles y despiadados bombardeos de la OTAN sobre hospitales, familias y escuelas".
Reiteró igualmente que su jefe está en Libia, y desestimó el anuncio del primer ministro británico, David Cameron, durante su reciente visita a Trípoli, de que la OTAN apoyará al CNT en la persecución y captura del líder para someterlo a la justicia.
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