El Imparcial
La enfermedad que padece Hugo Chávez —que según se ha publicado podría ser cáncer de colon- puede tener consecuencias en Oriente Medio si conduce a una debilidad o incluso a una cesión del poder que ahora tiene el Presidente venezolano. Durante los últimos años, el chavismo ha sido el gran aliado de Siria, Irán y Libia en Hispanoamérica y uno de sus principales apoyos diplomáticos en los foros internacionales. Los acontecimientos en Oriente Medio y en Libia pueden quedar condicionados por un cambio en el liderato bolivariano.
Por ahora, el escenario es francamente preocupante en los tres países, que sufren gravísimos conflictos —uno de ellos armado- entre el aparato del Estado y las fuerzas opositoras.
En Siria, el régimen de los Assad disuelve a tiros a los manifestantes. Por todo el país, las manifestaciones y revueltas se van sucediendo: Idlib, Deraa, Deir al Zor, Homs, Hama, y en la capital, Damasco, los reporteros cuentas que se escuchan gritos como "el pueblo quiere la caída del régimen". La Unión Europea —primer socio comercial de Siria- ha impuesto sanciones económicas al mayor aliado de Irán en la región. Sin embargo, el régimen y el aparato de inteligencia siguen leales al presidente Assad y, por lo tanto, los opositores se pueden ir preparando porque el régimen tiene aguante para rato.
Mientras tanto, Irán ha desplegado 5.000 militares en la frontera con el Kurdistán iraquí en unas maniobras tendentes a estabilizar la zona y combatir a grupos insurgentes. El régimen de Teherán acusa al presidente del Kurdistán iraquí, Masoud Barzani, de permitir en su territorio la actividad del Partido por una Vida Libre en Kurdistán (PJAK). Según los ayatollahs, el partido utilizaría el Kurdistán iraquí como base de operaciones contra el Ejército de la República Islámica de Irán. Los iraníes han dado a entender que los Estados Unidos están detrás de la decisión iraquí de prestar apoyo al PJAK. Esta acusación se agrava por las recientes declaraciones del Ministro de Inteligencia iraní, Heidar Moslehi, ha lanzado una advertencia: Irán está "totalmente preparado" para "frustrar" todos los planes de los servicios de Inteligencia enemigos.
Por otra parte, sigue la guerra en Libia y Zapatero piensa avanzar en el reconocimiento del Consejo Nacional de Transición libio (CNT) como representante legítimo del país. Su Presidente Mahmud Jibri, se entrevistará el próximo jueves con Zapatero, y con Trinidad Jiménez. ¡Qué lejos quedan los años en que tantos socialistas veían en Libia un modelo! Los británicos van a desplegar más aviones en la zona para seguir ayudando a los rebeldes mediante bombardeos. Baltasar Garzón, que participa como asesor en el equipo de juristas de la Corte Penal Internacional (CPI) en La Haya que investiga al régimen libio por presuntos crímenes de guerra y lesa humanidad cometidos en Libia, ha asegurado que Gadafi será detenido y puesto a disposición de la Justicia.
Con este panorama, a los regímenes de Damasco, Teherán y Trípoli les ha surgido un problema serio con la enfermedad de Hugo Chávez. El Presidente venezolano venía brindando a poyo económico, político y diplomático a través de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y era su más firme aliado en el Continente. En el caso de Irán, la cooperación se extendía al plano militar: el nuevo Herald publicaba hace algunas semanas que el régimen de Teherán ha construido instalaciones militares, mantiene material bélico y avanza en sus planes de instalar misiles balísticos de mediano alcance en Venezuela.
Ahora bien, si la enfermedad de Hugo Chávez se agrava, el presidente tendrá que afrontar un problema de sucesión para el que podría no estar preparado. Dado el secreto que ha rodeado las sucesivas visitas del presidente a Cuba y a Brasil, es difícil hacer pronósticos, pero el peruano Humala ya ha hecho la visita de rigor a manifestar al venezolano su apoyo en esta lucha. En principio, el sucesor podría ser Adán Chávez Frías, el Gobernador del Estado de Barinas, fiel continuador de la línea de su hermano y supuesto garante de la línea chavista sin concesiones. El precedente de Castro en Cuba juega a favor de este posible reemplazo. Otros candidatos que se barajan son Elías Jaua - el hombre sobre quien han recaído las responsabilidades de mayor importancia en ausencia de Chávez- y Nicolás Maduro, que conoce bien los apoyos internacionales del chavismo.
Con el clima de inestabilidad que se puede crear con la sucesión de Chávez —incierta como lo es su enfermedad- es difícil predecir si Assad, Ahmadineyad y Gadafi seguirán gozando del mismo apoyo. Los conflictos internos de Venezuela —cuya oposición ve la enfermedad del Presidente como una oportunidad de cambiar las cosas y poner fin al régimen chavista- exigirán concentrar las energías y los esfuerzos en la política interna y no tanto en las alianzas con regímenes inestables que están o en guerra civil o a las puertas de tenerla. Sin este apoyo, la posición de los tres regímenes —sobre todo los de Irán y Siria- quedaría debilitada frente a ofensivas diplomáticas en Naciones Unidas y otras instancias internacionales.
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