Jaque del lobby empresarial a José Luis Rodríguez Zapatero. Después de una legislatura de complicidad con el Gobierno socialista, el poder económico le ha dado la espalda y exige la convocatoria de elecciones anticipadas. Los grandes empresarios, reunidos en el Consejo Empresarial para la Competitividad y el Instituto de Empresa Familiar, consideran que la única salida a la crisis pasa por las urnas, por lo que figuras como Emilio Botín, Francisco González o César Alierta buscan el modo de persuadir a Zapatero para que disuelva las Cortes.
El encuentro decisivo tuvo lugar el pasado martes. Según ha averiguado El Confidencial, el Consejo para la Competitividad, el grupo de presión integrado por los 17 presidentes de las principales compañías de España, se reunió en secreto para analizar el actual escenario político y económico. El lobby concluyó que es necesario un anticipo de las elecciones generales para reforzar la confianza en la economía española, y para que un nuevo Ejecutivo acometa reformas de calado.
Sin embargo, no hubo acuerdo sobre cómo transmitir a Zapatero esta petición. Se barajó que Alierta, presidente de Telefónica y del citado foro, acudiera a Moncloa para presentar el acuerdo de las 17 corporaciones, pero esta opción parece descartada. “No son las formas adecuadas, los empresarios no pueden ir a Presidencia del Gobierno a reclamar elecciones”, señalaron fuentes conocedoras de la reunión. Además, se decidió esperar al resultado de la cumbre que los países del euro mantuvieron ayer en Bruselas para abordar la crisis de deuda. La intención de los empresarios era modular su discurso sobre el Gobierno en función de la estabilidad de los mercados internacionales.
El Consejo para la Competitividad se constituyó en febrero para impulsar la economía española y mejorar su imagen en el exterior. Además de Telefónica, está conformado por Banco Santander, BBVA, El Corte Inglés, Mango, Grupo Barceló, Repsol, Acciona, La Caixa, Inditex, Grupo Planeta, Mapfre, ACS, Ferrovial, Havas Media Group, Mercadona, Iberdrola y el Instituto de Empresa Familiar (IEF). No obstante, el martes solo se reunió un grupo reducido, comandado entre otros por Botín, González, Alierta y Fernando Casado, ex director general del IEF y ahora a la cabeza de este foro. Nombres como José Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola) o Isidro Fainé (La Caixa) no acudieron a la cita aduciendo otros compromisos.
El divorcio entre el poder económico y el Ejecutivo se ha hecho evidente en las últimas semanas, estrechando la presión sobre Zapatero y el candidato Alfredo Pérez Rubalcaba. La posibilidad de un anticipo electoral también fue debatida hace un mes en el seno del IEF, donde están representadas compañías como Barceló, March Gestión de Fondos, Vips, Nutrexpa, Pikolín, Osborne o Timón, presidida por Ignacio Polanco. Pese al consenso alcanzado sobre la necesidad de que haya elecciones cuanto antes, el Instituto decidió no reflejar esta conclusión en el comunicado que emitió el 21 de junio para evitar las críticas de “politización”. En todo caso, la nota reclamaba “reformas urgentes” y que los tiempos de la clase política se ajustaran a los de la sociedad, “sin depender del calendario electoral”.
Elecciones en otoño
Con este cambio de actitud de los grandes empresarios, Zapatero pierde uno de sus principales asideros. Cabe recordar que en marzo, un mes después de que se creara el Consejo para la Competitividad, Botín animó al presidente en Moncloa a que agotara la legislatura. Fue durante el encuentro con 41 presidentes de compañías españolas que el líder socialista organizó para explicar sus reformas y los compromisos adquiridos ante la Unión Europea. Entonces, la mayoría respaldó el impulso reformista de Zapatero, quien logró salir reforzado para seguir al frente del Ejecutivo.
Pero el clima político y económico ha cambiado radicalmente en las últimas fechas. La convicción inicial del presidente de aguantar hasta marzo se ha ido deshaciendo al tiempo que se ha instalado el clamor para que convoque elecciones en el seno del PSOE, la oposición parlamentaria, los medios de comunicación y el ámbito empresarial. Por ello, cada vez parece más evidente que los comicios serán en otoño. “El Presidente del Gobierno decidirá el momento de las elecciones, fundamentalmente, en función de la situación económica”, admitió ayer Rubalcaba.
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