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Tras cuestionar las excesivas previsiones de crecimiento económico manejadas por el Gobierno español, el Fondo Monetario Internacional ha empezado también a plantear algunas dudas sobre la decisiva lucha contra los números rojos acumulados en las arcas públicas de nuestro país. En su último informe sobre vigilancia fiscal divulgado este martes, la institución financiera aprecia los esfuerzos realizados en España pero también advierte sobre la necesidad de mayores ajustes y adicionales sacrificios si se quiere cumplir en el 2013 con el límite de un 3% de aceptable desequilibrio presupuestario compartido por todas las economías de la zona euro bajo pena de multimillonarias multas.
De acuerdo a las mejoradas previsiones publicadas en Washington, el déficit público de España para este año se situará en el 6,2% del Producto Interior Bruto (PIB). Lo que representa una meritoria reducción de cuatro décimas con respecto al 6,6% que el FMI estimó el pasado mes de enero. Para el año que viene, el Fondo atribuye un desequilibrio presupuestario del 5,6%. Previsión que también representa una merma adicional de cuatro décimas.
Las cifras oficiales manejadas por el Gobierno de España incluyen un déficit fiscal reducido al 6% en el 2011, a un 4,4% en el 2012 y cumpliendo con el límite europeo del 3% para el 2013. Pero la institución dirigida por el francés Dominique Strauss-Kahn no comparte todo el optimismo de ajuste fiscal que viene de Madrid. Ya que en sus previsiones no contempla que España vaya a ser capaz de lograr un déficit del 4,5% por lo menos hasta el año 2017.
En la práctica, esto supondrá un prolongado incumplimiento por parte de España de los compromisos fiscales de la Unión Europea. Además, el Gobierno de España se arriesga a la apertura de un expediente por parte de Bruselas. Con el riesgo de recibir como castigo a su falta de disciplina fiscal una multa del 0,2% de su PIB, el equivalente a unos 2.000 millones. Aunque de acuerdo a las previsiones del FMI, solamente Alemania se encontraría en condiciones viables de llegar a cumplir con el acordado tope del 3% del PIB para el 2013. Seguida de un pelotón de economías europeas mucho más pequeñas pero aventajadas en materia fiscal compuesto por Austria, Luxemburgo, Finlandia, Holanda o Malta.
El FMI reconoce que España, junto con Eslovaquia, es la economía avanzada que va a conseguir una mayor reducción del déficit público durante este año. Con mención especial a los esfuerzos realizados en materia de reforma de pensiones, recortes en los presupuestos públicos y aumento de impuestos a través del IVA. Pero según ha indicado Paolo Mauro, jefe de división del departamento de Asuntos Fiscales del Fondo, todavía no se puede afirmar que España «esté fuera de peligro».
El gasto de las comunidades, clave
De acuerdo a las explicaciones ofrecidas por Mauro al presentar el Informe sobre Vigilancia Fiscal, las autoridades de España deben seguir aplicando medidas de disciplina fiscal, especialmente en el gasto vinculado a las comunidades autónomas. Según el alto cargo del FMI, los presupuestos de las regiones españoles son «clave» y «un área en la que debería haber mayores acciones en el futuro».
Ante estas divergencias, el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, ha asegurado que España se encuentra «sin lugar a dudas» en condiciones de reducir su déficit al 6% para este año y también al 3% en el 2013. Por mucho que el Fondo Monetario considere que el saldo negativo de las cuentas públicas de España se quedará en torno al 5% dentro de dos años. Según Campa, el objetivo de control del déficit es algo «prioritario e incondicional» para el Gobierno socialista.
En términos generales, el Fondo insiste en que los riesgos relacionados con la sostenibilidad fiscal permanecen «elevados». Sobre todo porque los logros alcanzados en algunas partes del mundo se ven anulados por la morosidad en materia de consolidación fiscal en otras regiones. Reconoce, además, que hay indicios de que algunos países están empleando «estratagemas contables» para evadir la implacable presión de los mercados.
Entre las economías avanzadas, el Fondo Monetario Internacional destaca los esfuerzos acometidos por el conjunto de la Unión Europea, con un déficit público estimado para la euro zona del 4,4% para este año y del 3,6% en el 2012. Sin embargo, el Fondo Monetario anticipa que los esfuerzos de ajuste por parte de Japón se vean retrasados para hacer frente a la catástrofe natural registrada en marzo. Según las apreciaciones del FMI, «el terremoto generará inevitablemente considerables costos fiscales adicionales cuya magnitud aún no se puede estimar con precisión».
Retraso de EE.UU.
Entre los factores que explican los altos riesgos a que se enfrenta la sostenibilidad fiscal en el mundo, el Fondo vuelve a destacar el retraso de EE.UU. a la hora de plantar cara a sus inviables finanzas públicas. Según las estimaciones del FMI, la mayor economía del mundo presentará este año el mayor déficit público entre los países avanzados, equivalente a un 10,8% de su Producto Interior Bruto.
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