- Libertad Digital
No hay dirigente político que salga invicto de la hemeroteca, y menos aún en el caso de José Luis Rodríguez Zapatero. En el debate monográfico sobre la situación del empleo en España celebrado en el Congreso, el jefe de la oposición ha hecho una labor de recopilatorio para concluir que el presidente "no inspira confianza porque ni dice la verdad, ni reconoce los hechos, ni facilita las soluciones".
Mariano Rajoy ha sido demoledor, pero más aún las frases textuales que ha recordado y que fueron pronunciadas por el jefe del Ejecutivo. "¿Qué pensaría usted de un gobernante que hubiera dicho hace poco más de dos años y medio, y a sabiendas de que era imposible porque la crisis ya estaba inaugurada, ‘prometo crear dos millones de nuevos empleos’?", arrancó el líder de los populares.
No tardó en poner ejemplos de las mentiras de un presidente que "con la crisis golpeando en la puerta, prometía el pleno empleo":
* Abril de 2008, en el debate de investidura: "Superando este paréntesis, reanudaremos con vigor la generación de empleo".
* Junio de 2008: "Más allá de baches como el de ahora, España tiene condiciones para llegar a los niveles de empleo de la media europea".
* Diciembre de 2008: "En marzo o abril de 2009 se generará un volumen muy estimable de empleo".
* Primavera de 2009: "La tierra pertenece a nadie salvo al viento (...) El deterioro está tocando fondo (...) Podremos ver síntomas positivos en el segundo trimestre de 2010".
* Navidad de 2009: "2010 será el año de la recuperación económica".
* Abril de 2010: "La tasa de paro ha tocado techo y comenzará a bajar en mayo"
* Octubre de 2010: "Este gobierno es el de la recuperación definitiva".
Una retahíla de falsedades que lleva a Rajoy a preguntarse "¿qué pensaría usted del gobernante que hubiera estado cortejando con estos camelos el oído de los españoles?" para a renglón seguido contestarse: "improvisa usted con el mismo desenfado del enfermo que se auto-receta sin encomendarse a nadie. Con la misma ligereza".
El gran problema, arguye el jefe de los populares, es que a consecuencia de tales disfraces de la realidad el presidente del Gobierno ya no genera confianza, y de ahí que España siempre esté en la picota a nivel internacional. "Un gobernante debe ser tan previsible como el sol, de modo que sepamos ya hoy a qué hora nos hemos de levantar pasado mañana", defendió.
Por el contrario, continuó Rajoy, "un gobernante imprevisible es un fabricante de sospechas, un campanario de alarmas, que obliga a los ciudadanos a vivir en estado de guardia permanente". Y remató: "usted -Zapatero- es imprevisible, en parte por la volatilidad de sus palabras, en parte por sus políticas erráticas, y en parte porque se niega a adoptar una estrategia económica definida, comprensible y estable".
Vuelve a pedir elecciones anticipadas
Sin embargo, ya avanza que "la cosa es tan seria que, aunque usted se propusiera a rectificar en todos los frentes, nadie le creería". Y por ello, el único camino que ve Rajoy para que la patria recupere el crédito "es hacerlo nuevo y eso, aquí y en cualquier lugar del mundo, pasa por unas elecciones generales".
"Un gobernante que fracasa tiene la obligación moral de renuncia a seguir imponiendo sus errores. Un gobernante democrático sabe que, cuando se equivoca tanto como usted lo ha hecho y con tan graves consecuencias, debe retirarse aunque la ley no le obligue. Cuanto antes penetre esa sencilla idea en su cabeza, será mejor para todos", concluyó, ante la ovación de los suyos.
Precisamente, tras el rifirrafe con Zapatero, los populares ponían el énfasis en que, una vez más, el discurso de Rajoy había levantado muchas más pasiones que el del presidente. "Bostezos y ningún entusiasmo entre los nuevos ministros" frente a un líder de la oposición "aplaudido más de una docena de veces".
La réplica de Rajoy, más floja
Una vez se produjo la intervención del resto de portavoces, llegó el turno de la réplica del presidente, que no dudó en despacharse a gusto contra Rajoy aprovechando que no estuviera en su escaño cuando comenzó su alocución.
Zapatero estuvo muy duro en su intervención, unos decibelios a los que no llegó el jefe de la oposición cuando volvió a tomar la palabra. "Gracias por el paquete de elogios que me ha dedicado", ironizó, para recatar esa hemeroteca que tan buenos resultados le dio al inicio del debate: "Fue usted quien dijo que la peor previsión de paro sería mejor que la del PP", apuntó.
Rajoy zanjó su réplica reiterando su particular 'Váyase señor Zapatero' en forma de petición de elecciones anticipadas; sólo así España recuperará lo que, a sus ojos, nunca debió perder: la confianza del mercado internacional.
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