Los republicanos conquistan la 'Cámara' pero no el Senado

elmundo.es

El Partido Republicano ha conquistado la mayoría en la Cámara de Representantes de EEUU y ha arrebatado a los demócratas al menos 50 escaños (sólo necesitaba 39). Catapultados por varios candidatos del Tea Party, como Marco Rubio o Rand Paul, los conservadores han acariciado el doblete histórico en las dos cámaras del Congreso, pero el Senado seguirá bajo el control de los demócratas.

El presidente Obama, pese a los intentos de última hora para movilizar a los votantes demócratas, había anticipado el batacazo electoral en declaraciones a una emisora de Chicago: "Mi esperanza es poder cooperar con los republicanos".

"Ha sido una noche dura", admitió el presidente del Comité Nacional del Partido Demócrata Tim Kaine. "Vamos a acabar probablemente con un demócrata en la Casa Blanca, con una mayoría de gobernadores republicanos, un Senado probablemente demócrata y una Cámara de Representantes también republicana".

La primera victoria de la noche fue precisamente en el marcador del Tea Party: Rand Paul, hijo aventajado del congresista libertario Ron Paul y 'protegido' de Sarah Palin, se impuso en Kentucky al demócrata Jack Conway por 11 puntos y llevará hasta el Senado la misma receta implacable de los conservadores, "menos impuestos y menos Gobierno".

Marco Rubio superó por una amplia ventaja al independiente Charlie Crist en la contienda por un escaño del Senado por el estado de Florida. Rubio obtiene hasta ahora el 50,49% de los votos escrutados y Crist el 28,81%, según las primeras cifras del Departamento de Elecciones del estado. En la tercera posición se ubica el demócrata Kendrick Meek con el 19,47%.

Los tres competían por el escaño al Senado federal que dejó vacante el año pasado el cubanoamericano Mel Martínez. Rubio, hijo de exiliados cubanos, logró imponerse durante la campaña electoral con el apoyo del movimiento conservador Tea Party y los electores tradicionales del Partido Republicano.

El 'pinchazo' de Christine O'Donnell frente al demócrata Chris Coons en el estado de Delaware ha aplacado el ímpetu inicial del Tea Party, aunque el movimiento ultraconservador espera desquitarse con el pulso entre Sharron Angle y el portavoz demócrata en la Cámara Alta Harry Reid.

Los demócratas han arrojado ya la toalla por el control de la Cámara de Representantes. "Mucha gente ha hecho las paces con estas elecciones de antemano", confesaban fuentes del partido de Obama a la CNN. Su único consuelo es que la 'masacre' demócrata no será mayor, al menos, que la que presidió Bill Clinton en 1994, cuando perdió la mayoría en las dos cámaras.
Sin posibilidades republicanas en el Senado

Aunque los conservadores ganaban provisionalmente por 17 a 5 en el marcador provisional del Senado –con 37 de los 100 escaños en liza-, el sueño republicano de conquistar las dos cámaras del Congreso se han esfumado. Los demócratas han logrado victorias en Connecticut, Virginia Occidental —donde el Partido Republicano había realizado un enorme esfuerzo para hacerse con un escaño rural y minero que, en buna lógica, debería pertenecerle— y Delaware.

En Delaware ha sido significativa la dura derrota sufrida por Christine O'Donnell, la candidata del Tea Party, propulsada a la primera línea política por Sarah Palin y a la que Karl Rove, el estratega electoral de George W. Bush, ha criticado desde el primer momento.

Con esas tres derrotas, el Partido Republicano debería conquistar los escaños de Nevada, Colorado, Illinois, Washington, Wisconsin, Pennsylvania y California. Por ahora, no es posible decidir un vencedor claro en esos estados, pero en Colorado, Illinois y Pennsylvania los demócratas van por delante. Aunque se da por hecha una derrota del partido de Obama en Wisconsin, no es menos cierto que todos los sondeos anotan firmemente California y, en menor medida, Washington, en la columna demócrata.

Así pues, y para sorpresa de muchos, la 'marea republicana' de la Cámara de Representantes no se está extendiendo al Senado, donde la oposición está realizando avances, pero menos de los esperados.

La jornada electoral en EEUU se desarrolla sin incidentes, con buen tiempo generalizado y, a juzgar por los primeros datos facilitados por responsables de colegios electorales, con una alta participación.

En el centro de votación más importante de Miami Beach, en el sur de Florida, se ha visto menos movimiento de lo esperado. La mayoría de los votantes que acudieron por la mañana eran ancianos, aunque también ha habido representación de casi todos los grupos sociales de la ciudad.

El hecho de que las elecciones en Estados Unidos sean siempre en día laborable, hace que la mayoría de la gente acuda a votar a la salida del trabajo. Según comentaba uno de los votantes, "es mejor que no haya tanta gente ahora porque se votan muchas cosas, y si hubiera más gente habría unas colas enormes".

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