Los mercados colocan a España en el punto de mira tras el rescate irlandés

 - ABC.es

El rescate de Irlanda, lejos de calmar a los mercados y alejar el temor al efecto contagio, ha intensificado sus dudas y sus furias. Ayer los inversores concentraron sus ataques en la Bolsa española —en especial en la cotización de los grandes bancos—, mientras la prima de riesgo de la deuda soberana de nuestro país también rebotaba superando de nuevo los 210 puntos básicos.

El principal indicador del mercado de valores español, el Ibex-35, se apuntaba las caídas más abultadas de los parqués del Viejo Continente, un 2,68%, el mayor retroceso desde agosto, y perdía la cota de los 10.000 puntos, arrastrado fundamentalmente por el sector financiero. Los títulos del Santander, de Bankinter y del Banco Popular cayeron más del 4%, los del BBVA, un 3,87% y los de Banesto un 3,67%. Y es que, a juicio de los inversores internacionales, la banca española, pese a haber soportado la crisis en mejores condiciones que sus homólogas europeas, sigue un siendo un eslabón frágil. La sensación que domina en los mercados es que el proceso de reestructuración del sector va más despacio de lo que debería y además, parece insuficiente. Existe también la sospecha de que la banca no ha aflorado todas las pérdidas ligadas al a burbuja inmobiliaria. Si a esto se une que la banca es la principal tenedora de bonos de otros países —como Portugal— que, tras la caída de Irlanda, está en el punto de mira de inversores y mercados, como la próxima víctima de la crisis.

Falta de credibilidad
En el fondo, el hecho de que países como España, Portugal e incluso ayer Italia, se hayan convertido en el centro de los ataques de los inversores,es un problema de credibilidad. Lo apuntó el viernes el consejero del BCE José Manuel González Páramo, y ayer insistía en este argumento el comisario de Competencia de la CE, Joaquín Almunia. Durante su intervención en el acto de apertura del curso 2010-2011 de la Barcelona Graduate School of Economics, Almunia aseguró que ahora de lo que se trata es de «evitar el contagio a otros países», y dio sus recetas además para aquellos países, como España, que se ven más presionados por los mercados. Lo que tienen que hacer es «restablecer su credibilidad». Y eso, como apuntó González Páramo, solo se consigue cumpliendo lo que se promete, y poniendo en marcha las reformas tal y como se anuncian.
Y aunque la Bolsa española fue la más castigada, el resto de mercados europeos también vivieron ayer una jornada en la que predominaron las ventas y los números rojos. Algunas analistas apuntan que aunque el anuncio del rescate de Irlanda despeja algunas incertidumbres, no deja de ser una solución parcial, ya que el sistema previsto para los rescates solo estará vigente hasta 2013, y ¿después qué? ¿Tendrán los tenedores de deuda que asumir parte de la quita en caso de posibles quiebras, como quieren Alemania y Francia? Las dudas siguen ahí.


Tras el Ibex-35, las mayores pérdidas se las apuntó la Bolsa de Milán, con un retroceso del 1,93% en el FTSEMIB; le siguieron la de Irlanda, que no acogió demasiado bien las noticias del rescate, y su indicador principal retrocedió un 1,49%. Los títulos de Bank of Ireland bajó un 19,13% y los del Allied Irish Bank, un 6,21%. El CAC 40 de París retrocedió un 1,1%; el FTSE 100 del Reino Unido, un 0,9%, mientras el DAX alemán fue el que mejor resistió la embestida, con unas pérdidas mínimas del 0,3%.

Máximo histórico
Junto a las Bolsas, los inversores también castigaron la deuda de algunos países periféricos, entre ellos España. El diferencial de rentabilidad entre el bono español y el alemán, ambos a diez años, tras caer por debajo de los doscientos puntos básicos a primera hora de la mañana, volvió a subir hasta el 2,10%. El interés del bono español escaló hasta el 4,78%, el nivel más alto de la actual crisis irlandesa, aunque todavía lejos del máximo del 4,88% al que llegó con la crisis griega. También aumentaron las primas de riesgo de Irlanda y Grecia, aunque no la de Portugal. Otro dato preocupante respecto a España fue la cotización de los CDS o seguros contra el impago de nuestro país, que marcaron un nuevo máximo histórico en los 282,292 puntos. Y hoy España emite deuda a corto plazo.

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