Guerra de divisas: nuevo capítulo de la crisis

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La guerra de divisas que se viene generando en los últimos años enfrenta en la actualidad a cuatro de las grandes monedas (dólar, yuan, euro y yen) y desacelera todavía más la recuperación económica en los países desarrollados.

El conflicto se resume en una lucha entre EE UU y China por mantener sus monedas devaluadas, mientras que Europa opta por apartarse del juego de la depreciación, encareciendo todavía más su moneda única.

¿Qué es la 'guerra de divisas'?

El término 'guerra de divisas', utilizado por el propio director del FMI en un discurso del pasado 8 de octubre, surge del enfrentamiento entre países emergentes y desarrollados por mantener devaluada su moneda.

La depreciación de la moneda china (el yuan o renminbi) hace que sus exportaciones sean más baratas, lo que incentiva a otros países a querer comprar sus productos. De este modo, China aumentaría sus reservas de dinero.

¿Cuándo surgió todo?


El conflicto se remonta al inicio de la crisis global en 2008, cuando el Gobierno chino decidió mantener su moneda artificialmente baja para abaratar sus exportaciones. Este es el motivo por el que los países emergentes asiáticos han sorteado perfectamente el temporal de la crisis: manteniendo un tipo de cambio débil, favoreciendo sus exportaciones y acumulando un superávit comercial.

¿Por qué se han desatado fuertes tensiones en el mercado de divisas?

Países desarrollados como EE UU o Japón, incapaces de competir con los gigantes asiáticos, han optado por aplicar la tendencia proteccionista de China tratando de devaluar su moneda.

La UE ha intentado mantenerse al margen de las devaluaciones, lo que afecta gravemente a Alemania, un país principalmente exportador. De ahí que tanto EE UU como la UE presionen al gigante asiático para que revalúe el yuan. En resumen, se trata de un círculo vicioso por la competencia que dificulta gravemente la recuperación económica.

¿Cuál es la postura de EE UU en el conflicto?

EE UU no se ha quedado quieto ante la política proteccionista de China. Es más, ha optado por imitar a China y devaluar 'artificialmente' el dólar para no perjudicar la venta de sus productos en el exterior.

¿Cómo ha reaccionado China ante la presión internacional?

En junio, el Gobierno chino anunció una apreciación del yuan que solo se tradujo en una revalorización de un 2%. Mientras la presión internacional sobre el país asiático va en aumento, China hace oídos sordos. El pasado 12 de octubre, el portavoz oficial del ministerio de Asuntos Exteriores, Ma Zhaoxu, declaraba que "la revaluación del yuan no es la cura para el déficit comercial de EE UU y no ayudaría a resolver los desequilibrios de la economía global".

El Nobel de Economía Paul Krugman calificó como una "tomadura de pelo" la jugada de China por revaluar el yuan en un artículo del New York Times publicado en El País. "China tiene que dejar de darnos largas e imponer un cambio de verdad. Y si se niega a hacerlo, habrá llegado la hora de hablar de sanciones comerciales", sentenció Krugman.

China anunció este martes incrementar en un 0,25% los tipos de interés, la primera subida ordenada desde 2007, antes de la crisis, y destinada a enfriar la inflación y la inmobiliaria. Sin embargo, profesionales de la banca internacional en Pekín ha interpretado que esta subida tendrá un impacto "limitado" en la revaluación del yuan y EE UU se ha planteado acusar formalmente a Pekín de manipular su moneda.

En medio de la guerra EE UU-China, ¿qué papel juega Europa?

La UE ha querido permanecer en todo momento a un lado de la disputa. Esto está afectando al euro, que cada vez está más caro frente a las demás monedas (está en su nivel más alto del año y se cambia a 1,40 dólares), causando un efecto negativo para las exportaciones europeas.

Alemania, una de las economías más sólidas de Europa y de carácter exportadora, ve con preocupación este encarecimiento del euro, que lastra la competitividad de sus productos en el exterior.

¿Por qué China es reticente a revaluar su moneda?


La revaluación o apreciación del yuan, consiste en su fortalecimiento frente al dólar. Para un país exportador como China es un verdadero problema, puesto que sus exportaciones se encarecerían.

¿Cómo afecta esta 'guerra de divisas' a España?


Según datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, el 44% de las exportaciones españolas (las dirigidas a países ajenos a la Eurozona) se verían afectadas directamente por esta guerra de divisas. El 56% restante, dirigido a Europa, especialmente a Francia, se vería indirectamente implicado en el conflicto.

¿Qué están haciendo el FMI y el BM al respecto?


Hace una semana en Washington, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) fracasaron en lograr avances para convencer a China de la apreciación de su moneda e instaron fuertemente a todos los países a evitar el proteccionismo comercial, según han dicho en un comunicado conjunto.

Este lunes, el director del FMI, Dominique Strauss-Kahn, abordó en Shanghái con el gobernador del banco central de China, Zhou Xiaochuan, la búsqueda de soluciones a la crisis financiera para la estabilidad global. Sin embargo, el Banco Central Europeo (BCE), el Banco de Inglaterra y el Banco de Canadá no estuvieron presentes en la cita.

El primer subdirector gerente del FMI, John Lipsky, habló tras la reunión y negó la existencia de una guerra de divisas. "A pesar de los muy bajos tipos de interés en las economías más avanzadas del planeta, son medidas orientadas a la situación doméstica", dijo Lipsky.

¿Qué solución dan los expertos a la 'guerra de divisas'?

Ashraf Laidi, jefe de estrategia de mercados de CMC Markets, apunta que la paz en las divisas "llegará cuando los países con superávit comiencen a gastar más, pues eso equilibrará los mercados" opina en una entrevista al diario económico Expansión.

¿Qué opina la Unión Europea de todo esto?


Por otro lado, el comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, ha alertado recientemente de que la llamada 'guerra de divisas' con los países emergentes podría llevar a una nueva crisis "de naturaleza diferente, pero no necesariamente más suave".

De mantenerse esta guerra, ha dicho el español, puede haber "problemas grandes" que degeneren en "tendencias proteccionistas" por parte de países afectados por sus problemas para competir con las exportaciones de países como China, y otros que han seguido su política cambiaria como Brasil y Corea del Sur.

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