Deberán entender los facciosos de la oposición, en la que dudamos exista alguna excepción, que la victoria será del pueblo este 26 de septiembre, por su masivo apoyo a la propuesta socialista del presidente Chávez.
Dos maldiciones penden como hojillas de una guillotina sobre las cabezas de los opositores: su historia o antecedentes plagados de maldad, corrupción, asesinatos y robos y la otra, su actual verbo cabillero y negativo, grosero y calumnioso.
La oposición que es más bien un estorbo, no le dan al pueblo una propuesta seria y decente, ya que lo consideran frívolo e ignorante, al decir de uno de los representantes del periodismo inmoral, Rafael Poleo.
La propuesta de sociedad que nos propone la oposición tiene todas las características de su locura. Locura que viene padeciendo desde que se vio sin el poder político, ya que los mensajes que trasmite destilan desespero, miedo y anarquía. Una oposición con estos síntomas no puede volver a gobernar el país.
Bolívar decía: “La espada de los libertadores no debe emplearse sino para hacer resaltar los derechos del pueblo”. Hoy esa espada la empuña el pueblo, esa gran mayoría que estuvo excluida durante años bajo los rabipelados de AD y Copei y demás que se han deslizado hacia su impura sombra.
No han entendido estos apátridas que mientras más usen su verborrea venenosa, la espada libertaria, en manos del pueblo, se hunde más en la ciénaga en que se ha convertido su corazón. No hay absolutamente nada bueno en la oposición, porque su visión del país es de minusvalía.
A partir del 26 de septiembre los días de la oposición serán más negros, como su alma. A cambio habrá más claridad en el pueblo y en su líder. Hay que estar alerta por la locura que les pueda dar, porque vivirán su septiembre negro.
josearach@hotmail.com
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