Marta Harnecker: 'Debemos convencer'
“El proyecto bolivariano que promueve el presidente Chávez es un proyecto que favorece a más del 80% de la población venezolana, ¿por qué entonces hubo tanta gente que no votó por él?”, se preguntó Marta Harnecker ante un público entusiasta de militantes y simpatizantes del proceso, reunidos en el Palacio Municipal de Barquisimeto el pasado 29 de julio. “Lo que ocurre —manifestó— es que cientos de miles de venezolanos no conocen dicho proyecto.” Recordó que Fidel le había dicho a Chávez que los 4 millones de personas que no votaron por él no podían ser consideradas fascistas. “Pero esto no puede atribuirse sólo a la actuación de la prensa opositora, que se dedica a tergiversarlo y a desinformar acerca de él —expresó la escritora chilena—, una gran parte de la responsabilidad es de los propios partidarios del presidente venezolano.”
Según la escritora chilena —que vive hace ya seis años en Venezuela colaborando de diversas maneras con nuestro proceso— muchas veces no hemos sido capaces de explicarle al pueblo en qué consiste el sueño bolivariano. “Se habla mucho de socialismo pero no se sabe relacionar eso que se propagandiza con la vida de la gente.” Por otra parte, “la conducta, la vida de algunos chavistas no encarna los valores que inspiran el socialismo del siglo XXI que queremos construir: hablan de democracia, humanismo, solidaridad, honestidad, respeto por las diferencias, y actúan en forma autoritaria, egoísta, consumista, deshonesta, corrupta, clientelista. ¿Cómo queremos que la gente nos crea, entonces?”
En Nuestro socialismo. Ni calco ni copia —uno de los tres libros de bolsillo que presentó en la actividad— los simpatizantes del proceso pueden encontrar muchas ideas que les servirán para argumentar en defensa del proyecto bolivariano en el trabajo casa por casa, que deberán hacer sobre todo en estos dos meses de campaña. “Nuestro socialismo no se decreta desde arriba—dijo—, se construye con la gente.” “Si queremos transitar por la vía democrática, pacífica al socialismo, debemos ganarnos la cabeza y el corazón de la inmensa mayoría de los venezolanos. No podemos imponer nuestro proyecto, debemos convencer.”
La pedagoga popular marxista, colaboradora del Centro Internacional Miranda y una de las principales embajadoras de la revolución bolivariana en el exterior— cree que, ante la carga negativa que todavía tiene la palabra socialismo para muchos venezolanos, sería conveniente dar la batalla ideológica enfocándola más en el contenido de la sociedad que queremos construir que en su nombre. “La gente puede rechazar la palabra socialismo o comunismo —expresó—, pero difícilmente va a estar en contra de una sociedad que tenga como meta el pleno desarrollo de cada persona de acuerdo a sus características y potencialidades; de una sociedad en que no sea un grupo de la élite social el que se adueñe de las riquezas del petróleo, sino que éstas sean distribuidas en función de las necesidades del pueblo venezolano; una sociedad en la que quienes deseen puedan llegar a la universidad donde puedan recibir una educación superior de calidad, por supuesto, pero orientada a satisfacer las necesidades de la sociedad.”
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