María Jesús Arsuaga, presidenta de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, ha estallado ante la actuación de los ex presos cubanos en Madrid.
Les van a ayudar a encontrar trabajo en una España cuya tasa de paro supera el 20%. Nada más aterrizar, les han puesto un alojamiento en el que disponen de cama, agua, comida y ducha (caliente). Todos los días. Ellos y sus familias, a las que no dejaban ver en Cuba. Pero no les gusta.
En España, mientras los ex presos cubanos recién aterrizados piden más y mejores condiciones de vida, más de 630.000 familias españolas ingresan cero euros al mes, y sobreviven de la caridad o gracias a los trapicheos que engorda la economía sumergida. Los datos, revelados ayer en la última Encuesta de Población Activa (EPA), desvelan que en dos años el número de hogares españoles sin ingresos se ha duplicado. “¿Y dónde están? ¿Se les oye quejarse?”. Harta de tanto ruido mediático y de la actitud que han tomado los disidentes al llegar a España, María Jesús Arsuaga, presidenta de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, les lanza un mensaje: “Aprovechad la oportunidad que se os ha dado y dejad de quejaros. El tiempo pasa, y no os vamos a mantener toda la vida. Así que salid a buscar trabajo si queréis seguir aquí”.
Yo firmé en La Habana unos compromisos antes de subir al avión. Me ofrecían orientación social y asesoramiento legal, así como la ayuda económica necesaria para la manutención y el alquiler de una vivienda en Madrid”. Los que están en Madrid, residen en el hostal Welcome, en el sureño barrio de Vallecas. No están de acuerdo en la ubicación del lugar: "Está en un polígono industrial, no en el centro de la ciudad". Tampoco de que el baño sea colectivo y, según dicen, las habitaciones no estén ventiladas. “Se quejan de vicio. Es un sitio modesto, pero disponen de todas las condiciones básicas para vivir: comida, cama, medicamentos, habitaciones, agua. Un bien de primera necesidad que se ha convertido ya en un lujo para muchos españoles”, critica Arsuaga.
0 Comentarios
DEJA UN COMENTARIO